DOI Seite / Zitierlink:
https://doi.org/10.11588/diglit.13468#0666
¿1$ L I B. IV. C A P. XXIX.
£*A io. nofue momentánea comolade Pentapolis^iinocon espacio:,iáe suer-
T rea c.4.6 te qUe aUnque no ai memoria entre los hombres, ella en la eterna los
muchos justos, que en esta persecucion padecieron martyriOj 1 entra-
ron triumphantes en el cielo de tantos como vencieron.
- Lo que dize Saluiano aunque es sin diílincion pero es cierto, habla
de los que profeílauan ser Chriítianos. I íí tales eran quales dizen tan
graues auciores,los que viuian enla leí i prose ilion Chnílianaji leles
políticas Griegas i Romanas, donde auia tantos Obispo&,íacerdote5,
reiigiososjuezes 1 gouernadores 3 i que mirauan 1 cuidauan déla cosa
publica;aíli en lo eípiritual,como temporal: Donde faltaua todo eílo,
oomo en tantas,i tan diuersas naciones barbaras ,1 idoíatras,que libre-
mente se dexauan llenar de sus apetitos sensuales con todo desenfre-
namiento,siendo su guia su propno enemigOji padre de la maldad,que
íeria?Donde llegarían las abominaciones?Donde los deliótos, ipeca-
dos, no auiendo lei ni- razon,que los enfrenaíTe, i pulieíse termino a la
voluntad que coma a toda furia aloque la sensualidad la lleuaua s Si
vuopenaicastigo páralos vnos,también páralos otros. Porque aun-
que los barbaros Africanos no vsaron diferente modo con los Maho-
metanos que con los V Vándalos, icontodos los que al^auan cabeca í
tomauan las armas contra el imperio Romano: Con todo despues que
el se extinguió,1 acabos preualecio el de los Arabes,también ellos re-
cibieron el lugo pesado del } '\ por sacudir lo de sus ceruizes siempre an
tenido^ tienen continuas guerras, con las quales los vnos son crueles
vengadores de los otros,icaíligo perpetuo de sus pecados, i executo-
res de las penas_,que por ellos merecen.
Fueron los Romanos odiados , 1 aborrecidos de todas-la s naciones;,
por los daños que dellos recibian/ue eíteodio maior o menor confor-
me a los tiepos.Desto no trato,fíno del que les tuuieron todos los bar-
baros en Africa alos que eran deste nombi e,i j úntamete comoaChri-
ílianos. Enganaron se mucho los que se fiaronen sus aduersidades, 1
trabajos de gente sin lei, creieron , 1 vanamente , que auiande hallar
algún refrigerio,! refugio en los barbaros ^ue alos principios halíauan
alguno fingido 1 íalso,con que los atraían, para co maior libertad dar
les despues riguroíissimos tormentos,i para traer los ala suma infelici-
dad 1 miseria. Mostro ello con gran dolor 1 sentimiento el Sancho O-
S.3. bispo de Vtica V iáor.NonnuRi qui bárbaros diligitts, ó €0S incondem-
fyastmem njesir&m diquando laudatü.difcutite notnen, & intelligite mo~
res^Nunquid dio pr&priore nomine vo citar i poterant.nifi vt barbar i dice-
tentur,ferocitatü vtique, crudelitatls, terroris vocabulumpofidentes?
guos quantifeumque muneribits foueris, quantifcum^ delinieri* obfequijs3
ilü aiiud nefcinnt¿nifi inmdereRomAn¿$i&qiuantum adeorum attinetvo-
£*A io. nofue momentánea comolade Pentapolis^iinocon espacio:,iáe suer-
T rea c.4.6 te qUe aUnque no ai memoria entre los hombres, ella en la eterna los
muchos justos, que en esta persecucion padecieron martyriOj 1 entra-
ron triumphantes en el cielo de tantos como vencieron.
- Lo que dize Saluiano aunque es sin diílincion pero es cierto, habla
de los que profeílauan ser Chriítianos. I íí tales eran quales dizen tan
graues auciores,los que viuian enla leí i prose ilion Chnílianaji leles
políticas Griegas i Romanas, donde auia tantos Obispo&,íacerdote5,
reiigiososjuezes 1 gouernadores 3 i que mirauan 1 cuidauan déla cosa
publica;aíli en lo eípiritual,como temporal: Donde faltaua todo eílo,
oomo en tantas,i tan diuersas naciones barbaras ,1 idoíatras,que libre-
mente se dexauan llenar de sus apetitos sensuales con todo desenfre-
namiento,siendo su guia su propno enemigOji padre de la maldad,que
íeria?Donde llegarían las abominaciones?Donde los deliótos, ipeca-
dos, no auiendo lei ni- razon,que los enfrenaíTe, i pulieíse termino a la
voluntad que coma a toda furia aloque la sensualidad la lleuaua s Si
vuopenaicastigo páralos vnos,también páralos otros. Porque aun-
que los barbaros Africanos no vsaron diferente modo con los Maho-
metanos que con los V Vándalos, icontodos los que al^auan cabeca í
tomauan las armas contra el imperio Romano: Con todo despues que
el se extinguió,1 acabos preualecio el de los Arabes,también ellos re-
cibieron el lugo pesado del } '\ por sacudir lo de sus ceruizes siempre an
tenido^ tienen continuas guerras, con las quales los vnos son crueles
vengadores de los otros,icaíligo perpetuo de sus pecados, i executo-
res de las penas_,que por ellos merecen.
Fueron los Romanos odiados , 1 aborrecidos de todas-la s naciones;,
por los daños que dellos recibian/ue eíteodio maior o menor confor-
me a los tiepos.Desto no trato,fíno del que les tuuieron todos los bar-
baros en Africa alos que eran deste nombi e,i j úntamete comoaChri-
ílianos. Enganaron se mucho los que se fiaronen sus aduersidades, 1
trabajos de gente sin lei, creieron , 1 vanamente , que auiande hallar
algún refrigerio,! refugio en los barbaros ^ue alos principios halíauan
alguno fingido 1 íalso,con que los atraían, para co maior libertad dar
les despues riguroíissimos tormentos,i para traer los ala suma infelici-
dad 1 miseria. Mostro ello con gran dolor 1 sentimiento el Sancho O-
S.3. bispo de Vtica V iáor.NonnuRi qui bárbaros diligitts, ó €0S incondem-
fyastmem njesir&m diquando laudatü.difcutite notnen, & intelligite mo~
res^Nunquid dio pr&priore nomine vo citar i poterant.nifi vt barbar i dice-
tentur,ferocitatü vtique, crudelitatls, terroris vocabulumpofidentes?
guos quantifeumque muneribits foueris, quantifcum^ delinieri* obfequijs3
ilü aiiud nefcinnt¿nifi inmdereRomAn¿$i&qiuantum adeorum attinetvo-