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GÉOÍIG LÉHNÉRT
ancha. El coro está algo elevado ; a él conducen unas
escaleras, y debajo del coro se encuentra la cripta o
iglesia inferior. Las iglesias con cubierta plana, es decir,
las basílicas de columnas y de pilares son paulatina-
mente desterradas por otras con cubierta abovedada,
ordinariamente erigidas sobre pilares. En el Sur de Fran-
cia predomina la bóveda de cañón seguido; en el Norte
de Francia, y algunas veces también en Alemania, la
bóveda de crucería. La intersección de dos bóvedas de
cañón seguido da lugar a la bóveda de arista con sus
dos arcos transversales y sus dos arcos fajones. Los
tímpanos de la bóveda se reúnen en los nervios. Estos
segmentos que en la planta aparecen, por regla general,
con estructura cuadrada, se cuentan en número de tres
a seis en la nave central, de tres en el crucero y de una
en el vestíbulo del coro. Las naves laterales tienen doble
número de divisiones o secciones que la nave central.
Tal es el « sistema románico enlazado ». Las pilastras
de la nave central están unidas por medio de arcadas,
por encima de las cuales se elevan todavía considera-
blemente las paredes de la nave central. La estructura
de las pilastras, con sus columnas adosadas, asciende
hasta la bóveda ; sobre las pilastras se apoyan arcos
longitudinales, y sobre las columnas adosadas, los arcos
tajones de la nave central. Los arcos de las naves late-
rales se apoyan, de una parte en las pilastras de la nave
central, y de otra, en las de las paredes laterales de la
iglesia. Toda la estructura de ésta tiende a elevar el
espíritu, desprenderlo de la consideración de lo terreno
y conducirlo hasta Dios. Esta maravillosa expresión
GÉOÍIG LÉHNÉRT
ancha. El coro está algo elevado ; a él conducen unas
escaleras, y debajo del coro se encuentra la cripta o
iglesia inferior. Las iglesias con cubierta plana, es decir,
las basílicas de columnas y de pilares son paulatina-
mente desterradas por otras con cubierta abovedada,
ordinariamente erigidas sobre pilares. En el Sur de Fran-
cia predomina la bóveda de cañón seguido; en el Norte
de Francia, y algunas veces también en Alemania, la
bóveda de crucería. La intersección de dos bóvedas de
cañón seguido da lugar a la bóveda de arista con sus
dos arcos transversales y sus dos arcos fajones. Los
tímpanos de la bóveda se reúnen en los nervios. Estos
segmentos que en la planta aparecen, por regla general,
con estructura cuadrada, se cuentan en número de tres
a seis en la nave central, de tres en el crucero y de una
en el vestíbulo del coro. Las naves laterales tienen doble
número de divisiones o secciones que la nave central.
Tal es el « sistema románico enlazado ». Las pilastras
de la nave central están unidas por medio de arcadas,
por encima de las cuales se elevan todavía considera-
blemente las paredes de la nave central. La estructura
de las pilastras, con sus columnas adosadas, asciende
hasta la bóveda ; sobre las pilastras se apoyan arcos
longitudinales, y sobre las columnas adosadas, los arcos
tajones de la nave central. Los arcos de las naves late-
rales se apoyan, de una parte en las pilastras de la nave
central, y de otra, en las de las paredes laterales de la
iglesia. Toda la estructura de ésta tiende a elevar el
espíritu, desprenderlo de la consideración de lo terreno
y conducirlo hasta Dios. Esta maravillosa expresión