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https://doi.org/10.11588/diglit.61746#0062
58
AUGUSTO L. MAYER
La pintura en el Alto Rhin (D
Los más fuertes estímulos que actúan sobre la nueva
pintura alemana del siglo xv proceden, como ya vimos
repetidamente, del Sudeste, de Borgoña, donde coinci-
dían, no sólo las antiguas influencias francesa e italiana,
sino también la flamenca. También en el Sudeste de
Alemania se produjeron las energías del país más vigo-
rosas, que habían de contribuir a la nueva configuración
de la Pintura alemana. Recordemos aquí todavía, una
vez más, a Esteban Loclmer, procedente del lago de
Constanza, y al maestro Hans de Estrasburgo, que se ha
querido identificar con el maestro Francke. Del territo-
rio alemánico y de la región fronteriza lacustre de Suabia
son originarias no sólo estas energías intermediarias, sino
también aquellas de gran empuje progresivo de que eran
portadores Lucas Moser y Conrado Witz. Predecesor de
ambos fué aquel pintor de Bregenz que ejecutó las seis
tablas de la Pasión del Georgeanum de Munich y que
actualmente se encuentran en el Museo Nacional de
Baviera. Tal vez enlazada con las miniaturas, a la ma-
nera de los hermanos de Limburg, surge una aspiración
inequívoca hacia un nuevo realismo, hacia un nuevo sen-
tido espacial, hacia una nueva disposición arquitectó-
nica, y también hacia una mayor vida en la agrupación
y en la expresión del movimiento individual. El altar de
Santa Magdalena, de Lucas Moser, acabado en Rottweil,
en 1431, con destino a la pequeña iglesia de Tiefen-
bronn, produce el efecto de un monte que surge de
(1) A. Schmarsow, Die Oberrheinische Malerei. Leipzig, 1903.
Daniel Burckhardt, Baséis Bedeutung für Wissenschaft uncí
Kunst im 15 Jahrhundert. Basilea, 1901 (Festschrift zum 400
Jahrestag des ewigen Bundes).
Daniel Burckhardt, Studien zur Geschichte der alt-ober-
rheinischen Malerei. Jahrbuch der preuss. Kunstsammlungen
XXVII (1906).
Heinz Braune, Beitráge zur Malerei des Bodenseegebiets.
Münchner Jahrbuch II (1907).
AUGUSTO L. MAYER
La pintura en el Alto Rhin (D
Los más fuertes estímulos que actúan sobre la nueva
pintura alemana del siglo xv proceden, como ya vimos
repetidamente, del Sudeste, de Borgoña, donde coinci-
dían, no sólo las antiguas influencias francesa e italiana,
sino también la flamenca. También en el Sudeste de
Alemania se produjeron las energías del país más vigo-
rosas, que habían de contribuir a la nueva configuración
de la Pintura alemana. Recordemos aquí todavía, una
vez más, a Esteban Loclmer, procedente del lago de
Constanza, y al maestro Hans de Estrasburgo, que se ha
querido identificar con el maestro Francke. Del territo-
rio alemánico y de la región fronteriza lacustre de Suabia
son originarias no sólo estas energías intermediarias, sino
también aquellas de gran empuje progresivo de que eran
portadores Lucas Moser y Conrado Witz. Predecesor de
ambos fué aquel pintor de Bregenz que ejecutó las seis
tablas de la Pasión del Georgeanum de Munich y que
actualmente se encuentran en el Museo Nacional de
Baviera. Tal vez enlazada con las miniaturas, a la ma-
nera de los hermanos de Limburg, surge una aspiración
inequívoca hacia un nuevo realismo, hacia un nuevo sen-
tido espacial, hacia una nueva disposición arquitectó-
nica, y también hacia una mayor vida en la agrupación
y en la expresión del movimiento individual. El altar de
Santa Magdalena, de Lucas Moser, acabado en Rottweil,
en 1431, con destino a la pequeña iglesia de Tiefen-
bronn, produce el efecto de un monte que surge de
(1) A. Schmarsow, Die Oberrheinische Malerei. Leipzig, 1903.
Daniel Burckhardt, Baséis Bedeutung für Wissenschaft uncí
Kunst im 15 Jahrhundert. Basilea, 1901 (Festschrift zum 400
Jahrestag des ewigen Bundes).
Daniel Burckhardt, Studien zur Geschichte der alt-ober-
rheinischen Malerei. Jahrbuch der preuss. Kunstsammlungen
XXVII (1906).
Heinz Braune, Beitráge zur Malerei des Bodenseegebiets.
Münchner Jahrbuch II (1907).