LIBRO TRIMERO, CAP. I.
21
quiso inclinar un poco al extremo, revelando algo
más los músculos en los cuerpos, aun donde la na-
turaleza los mostró con más dulzura y suavidad
como en mancebos y hombres delicados y otros se-
mejantes; así Ticiano, por mostrar con los colores
la grandeza de su ingenio en la parte del cuerpo
donde hiere la luz con mayor fuerza, solia mezclar
un poco más de claro que no mostraba la luz, y allá
donde estaba ofuscada un poco más de oscuro, lo
cual hace relevar mucho una figura. Y cuando las
primeras partes del cuerpo salen afuera, y las últi-
mas huyen adentro, consigue el pintor admirable-
mente el ñn que pretende: y queda (conforme á
nuestras fuerzas) dada á entender y declarada nues-
tra definición. Con el cual fundamento daremos prin-
cipio á las partes y grandezas de nuestro arte: de las
cuales hallándose cercado Pablo de Céspedes, y du-
dando por cuál de ellas comenzarla dice elegante-
mente en el principio del libro de su pintura en las
dos estanzas, con que damos ñn á este capítulo :
Mueve al alma un deseo que la inclina ,
Lib. 1 tL'ki i'intura.
á seguir desigual atrevimiento;
ardor, que nos parece ser divina
inspiración, de pretendido intento,
si el despierto vigor, donde se atina
en mí avivase el fugitivo aliento,
diría el artiñeio soberano
sin par, do llegar pudo estudio humano.
Cuál principio conviene á la noble Arte?
el dibujo, que él solo representa
con vivas lineas, que redobla, y parte
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quiso inclinar un poco al extremo, revelando algo
más los músculos en los cuerpos, aun donde la na-
turaleza los mostró con más dulzura y suavidad
como en mancebos y hombres delicados y otros se-
mejantes; así Ticiano, por mostrar con los colores
la grandeza de su ingenio en la parte del cuerpo
donde hiere la luz con mayor fuerza, solia mezclar
un poco más de claro que no mostraba la luz, y allá
donde estaba ofuscada un poco más de oscuro, lo
cual hace relevar mucho una figura. Y cuando las
primeras partes del cuerpo salen afuera, y las últi-
mas huyen adentro, consigue el pintor admirable-
mente el ñn que pretende: y queda (conforme á
nuestras fuerzas) dada á entender y declarada nues-
tra definición. Con el cual fundamento daremos prin-
cipio á las partes y grandezas de nuestro arte: de las
cuales hallándose cercado Pablo de Céspedes, y du-
dando por cuál de ellas comenzarla dice elegante-
mente en el principio del libro de su pintura en las
dos estanzas, con que damos ñn á este capítulo :
Mueve al alma un deseo que la inclina ,
Lib. 1 tL'ki i'intura.
á seguir desigual atrevimiento;
ardor, que nos parece ser divina
inspiración, de pretendido intento,
si el despierto vigor, donde se atina
en mí avivase el fugitivo aliento,
diría el artiñeio soberano
sin par, do llegar pudo estudio humano.
Cuál principio conviene á la noble Arte?
el dibujo, que él solo representa
con vivas lineas, que redobla, y parte