Y ESCULTORES ESPAÑOLES. 453
Doctores, que se venera en la capilla de su nombre en aque-
lla gran metrópoli de la santa iglesia de Sevilla. Ademas de
la de Christo Señor nuestro resucitado, que celebra Pacheco,
libro 1. cap. 3., que esta en la de san Pablo de dicha ciudad,
donde murió este grande artífice por los anos de mil seiscien-
tos y quarenta y seis, y á poco mas de los sesenta de su edad,
dexando en otras muchas obras de su mano otros tantos pa-
negríicos de su eminente habilidad. Fue también grandísimo
arquitecto, y tan gran dibuxante, que para qualquiera cosa
que se le ofrecia , al instante sacaba el lápiz , de que siempre
andaba prevenido, y la dibuxaba con gran prontitud : tan
dueño estaba del dibuxo.
LXXVIL
ZÍ/Y5 FLATO JR.
I^uis Tristan fue natural de un lugar cerca de Toledo, y
fue discípulo de Dominico Greco, á quien excedió en el buen
gusto, y corrección del dibuxo, en que aprovecho tanto,
que aun estando en casa de su maestro, se le ofreció a este
pintar un quadro de la Cena de Christo Señor nuestro para
el refectorio del convento de la Sisla , extramuros de la ciu-
dad de Toledo, y los Religiosos querían que fuese alia á pin-
tarlo ; y no pudiendo darles ese gusto , por hallarse ya muy
anciano , e impedido , les dixo , que allí tenia un muchacho
de toda su satisfacción, que le desempeñada muy bien, y los
daria todo gusto. Aceptaron los Religiosos, y fue Luis Tris-
tan , y executó dicho quadro muy á la satisfacción de toda la
Comunidad; pero llegando a el precio dixo, que no lo podia
dar menos de docientos ducados; los Religiosos se escandali-
zaron , y acudieron á su maestro para que mediase. El hizo le
buscasen un coche para ir alia, como con efecto fue ; y ha-
biendo visto el quadro, comenzó a dar de palos á Tristan con
la muleta, diciendo , que era un picaro, deshonra de los pin-
tores , que como había pedido docientos ducados por aque-
lla pintura? que bien se conocia su poco talento, que la arro-
llase , y se la llevase a Toledo , pues no la había de dexar,
aunque le diesen quinientos ducados por ella. Los Religiosos,
que á el principio entendieron le reñía por lo mucho que ha-
bía pedido, se quedaron yertos, quando oyeron el final de la
qüestion ; y después de muchos debates , le hubieron de dar
lo que quiso, y cierto que es un excelentísimo quadro.
No lo es menos el de san Luis Rey de Francia , dando
limosna a los pobres, que esta en un ángulo del claustro de
san Pedro mártir en Toledo : como también las quatro pin-
tu-
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Doctores, que se venera en la capilla de su nombre en aque-
lla gran metrópoli de la santa iglesia de Sevilla. Ademas de
la de Christo Señor nuestro resucitado, que celebra Pacheco,
libro 1. cap. 3., que esta en la de san Pablo de dicha ciudad,
donde murió este grande artífice por los anos de mil seiscien-
tos y quarenta y seis, y á poco mas de los sesenta de su edad,
dexando en otras muchas obras de su mano otros tantos pa-
negríicos de su eminente habilidad. Fue también grandísimo
arquitecto, y tan gran dibuxante, que para qualquiera cosa
que se le ofrecia , al instante sacaba el lápiz , de que siempre
andaba prevenido, y la dibuxaba con gran prontitud : tan
dueño estaba del dibuxo.
LXXVIL
ZÍ/Y5 FLATO JR.
I^uis Tristan fue natural de un lugar cerca de Toledo, y
fue discípulo de Dominico Greco, á quien excedió en el buen
gusto, y corrección del dibuxo, en que aprovecho tanto,
que aun estando en casa de su maestro, se le ofreció a este
pintar un quadro de la Cena de Christo Señor nuestro para
el refectorio del convento de la Sisla , extramuros de la ciu-
dad de Toledo, y los Religiosos querían que fuese alia á pin-
tarlo ; y no pudiendo darles ese gusto , por hallarse ya muy
anciano , e impedido , les dixo , que allí tenia un muchacho
de toda su satisfacción, que le desempeñada muy bien, y los
daria todo gusto. Aceptaron los Religiosos, y fue Luis Tris-
tan , y executó dicho quadro muy á la satisfacción de toda la
Comunidad; pero llegando a el precio dixo, que no lo podia
dar menos de docientos ducados; los Religiosos se escandali-
zaron , y acudieron á su maestro para que mediase. El hizo le
buscasen un coche para ir alia, como con efecto fue ; y ha-
biendo visto el quadro, comenzó a dar de palos á Tristan con
la muleta, diciendo , que era un picaro, deshonra de los pin-
tores , que como había pedido docientos ducados por aque-
lla pintura? que bien se conocia su poco talento, que la arro-
llase , y se la llevase a Toledo , pues no la había de dexar,
aunque le diesen quinientos ducados por ella. Los Religiosos,
que á el principio entendieron le reñía por lo mucho que ha-
bía pedido, se quedaron yertos, quando oyeron el final de la
qüestion ; y después de muchos debates , le hubieron de dar
lo que quiso, y cierto que es un excelentísimo quadro.
No lo es menos el de san Luis Rey de Francia , dando
limosna a los pobres, que esta en un ángulo del claustro de
san Pedro mártir en Toledo : como también las quatro pin-
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