Y ESCULTORES ESPAÑOLES. 467
presión de afectos. Murió en Madrid , después de haber ad-
quirido gran fama con sus eminentes obras, por el año de
mil seiscientos y cincuenta y seis, y á los cincuenta y quatro
de su edad.
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rancisco de Herrera el Viejo, pintor, arquitecto, y talla-
dor de bronces, vecino, y natural de la ciudad de Sevilla,
fue discípulo en el Arte de la Pintura de Francisco Pacheco,
con cuya doctrina, y su natural inclinado á el trabajo, se hi-
zo lugar, y ganó opinión de muy buen pintor entre los artí-
fices de su tiempo. Hizo muchas, y excelentes pinturas, así
en dicha ciudad, como en esta villa de Madrid , a donde pa-
só por el año de 1640. Es de su mano una estación del claus-
tro de la Merc^ Calzada de esta Corte, que contiene parte
de la vida de san Ramón. Fue Padre, y maestro de don
Francisco de Herrera , que fue pintor del Rey , y maestro
mayor de las obras reales.
Fue el padre hombre verdaderamente insigne , y mucho
mas pintor que el hijo; pues de las muchas obras que dexó
en Sevilla , ninguna ha descaecido, como las de su hijo , por-
que no empastaba tanto de color como el padre, cuyas figu-
ras parecen de bulto, por la grande pasta de color que tienen,
ademas del grande dibuxo, y fuerza de claro y obscuro: bien
lo acredita ei grande quadro del Juicio universal, que está en
la parroquial Oe san Bernardo de Sevilla : y dos lienzos que
tiene en ei convento de Religiosas de santa Ines en dos reta-
blos , cuya valentía , fuerza, y relievo de las figuras admira á
qnantos las ven ; y la casta parece totalmente italiana ; y con
tal magisterio , que parece lo pintaba todo con brochas. Hay
un quadro de Concepción afe su mano en la iglesia del con-
vento de la Merced , casa grande en Sevilla ; y en la iglesia
de san Alberto debaxo del coro , un san Miguel muy aven-
tajado de su mano. Estuvo indiciado nuestro Herrera no me-
nos que de monedero falso , y retráxose en la iglesia de san
Hermenegildo, donde habia hecho el quadro principal dei
santo ; y viéndolo el Señor Felipe Quarto quando pasó á
honrar, aquellos reynos de la Andalucía , le pareció tan bien,
que preguntando de que mano era , dixeronselo , y como es-
taba retraido entonces en aquella casa; y preguntando el Rey
la causa, dixeronle , que por indiciado en labrar moneda : y
dixo el Rey : en eso yo soy Juez, y parte, llamádmele aquí.
V ino el pobre Herrera, púsose á los pies del Rey, imploran-
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presión de afectos. Murió en Madrid , después de haber ad-
quirido gran fama con sus eminentes obras, por el año de
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rancisco de Herrera el Viejo, pintor, arquitecto, y talla-
dor de bronces, vecino, y natural de la ciudad de Sevilla,
fue discípulo en el Arte de la Pintura de Francisco Pacheco,
con cuya doctrina, y su natural inclinado á el trabajo, se hi-
zo lugar, y ganó opinión de muy buen pintor entre los artí-
fices de su tiempo. Hizo muchas, y excelentes pinturas, así
en dicha ciudad, como en esta villa de Madrid , a donde pa-
só por el año de 1640. Es de su mano una estación del claus-
tro de la Merc^ Calzada de esta Corte, que contiene parte
de la vida de san Ramón. Fue Padre, y maestro de don
Francisco de Herrera , que fue pintor del Rey , y maestro
mayor de las obras reales.
Fue el padre hombre verdaderamente insigne , y mucho
mas pintor que el hijo; pues de las muchas obras que dexó
en Sevilla , ninguna ha descaecido, como las de su hijo , por-
que no empastaba tanto de color como el padre, cuyas figu-
ras parecen de bulto, por la grande pasta de color que tienen,
ademas del grande dibuxo, y fuerza de claro y obscuro: bien
lo acredita ei grande quadro del Juicio universal, que está en
la parroquial Oe san Bernardo de Sevilla : y dos lienzos que
tiene en ei convento de Religiosas de santa Ines en dos reta-
blos , cuya valentía , fuerza, y relievo de las figuras admira á
qnantos las ven ; y la casta parece totalmente italiana ; y con
tal magisterio , que parece lo pintaba todo con brochas. Hay
un quadro de Concepción afe su mano en la iglesia del con-
vento de la Merced , casa grande en Sevilla ; y en la iglesia
de san Alberto debaxo del coro , un san Miguel muy aven-
tajado de su mano. Estuvo indiciado nuestro Herrera no me-
nos que de monedero falso , y retráxose en la iglesia de san
Hermenegildo, donde habia hecho el quadro principal dei
santo ; y viéndolo el Señor Felipe Quarto quando pasó á
honrar, aquellos reynos de la Andalucía , le pareció tan bien,
que preguntando de que mano era , dixeronselo , y como es-
taba retraido entonces en aquella casa; y preguntando el Rey
la causa, dixeronle , que por indiciado en labrar moneda : y
dixo el Rey : en eso yo soy Juez, y parte, llamádmele aquí.
V ino el pobre Herrera, púsose á los pies del Rey, imploran-
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