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Y ESCULTORES ESPAÑOLES. - 49:

esta con superiores expresiones demostrado, que parece com-
pite con la verdad mesma del suceso. No lo esta menos otro
quadro que pinto en este mismo tiempo de aquella fábula de
Vulcano, quando Apolo le noticio su desgracia en el adulte-
rio de Venus con Marte, donde esta Vulcano, asistido de
aquellos jayanes Ciclopes en su fragua, tan descolorido, y tur-
bado , que parece que no respira. Estas dos pinturas las traxo
Velazquez a España , y las ofreció á su Magestad, que ha-
ciendo de ellas la debida estimación , las mando colocar en el
Buen-Retiro , aunque la de Joseph fue después trasladada al
Escorial, y está en la Sala de Capítulo.
Determino Velazquez volver á España, por la mucha
falta que hacia al servicio del Rey; y á la vuelta de Roma
paro en Ñapóles, donde pintó un bello retrato para traerlo á
su Magestad, de la Serenísima Infanta Doña Mariana de Aus-
tria , Reyna de Ungria, que nació en Valladolid á 18. de
Agosto, año de 1606. y casó el de 1631. con el Serenísimo
Señor Ferdinando Tercero , Rey de Bohemia, y Ungria, su
primo , hijo del Emperador Ferdinando Segundo , que con
felicísimo acierto fue electo Rey de Romanos en 22. de Di-
ciembre, año de i6g6. Volvió Velazquez á Madrid, después
de año y medio de ausencia , y llegó al principio del de 1óg 1.
Fue muy bien recibido del Conde-Duque : mandóle fuese
luego á besar la mano á su Magestad , y le diese las gracias,
de no haberse dexado retratar de otro pintor, aguardándole
para retratar al Serenísimo Príncipe Don Baltasar Carlos, lo
qual hizo puntualmente , y su Magestad mostró mucho gus-
to con su venida.
No es creíble la liberalidad , y agrado con que fue reci-
bido nuestro Velazquez de un tan gran Monarca, mandán-
dole tuviese obrador dentro de su Real Palacio, en la galería
que llaman del cierzo , de la qual tenia su Magestad llave, y
silla, para verle pintar de espacio : así como lo hizo el Mag-
no Aiexandro con Apeles, á quien muy de ordinario iba á
ver pintar á su oficina, honrándole con tan singulares favores,
como los que refiere Plinio en su Historia Natural P Y co-
mo la Magestad Cesárea del Señor Emperador Carlos Quin-
to , aunque ocupado en tantas guerras, gustaba de ver pintar
al gran Ticiano. Y el Católico Rey Felipe Segundo iba muy
freqüentemente á ver pintar á Alonso Sánchez Coelló, favo-
reciéndole con singuiares muestras de amor 2. Así honró su
Magestad á Velazquez, imitando, y aun excediendo á sus hc-
ZÓ772. 77/. Qqq 2 roy-

1 Fuitenim&comitasíHgprop-
terquam gratior Aiexandro Magno
erat, frequemer in ofdcinam ven-

titanti. 31.
cap. 10.
2 Pachec. lib. i. cap. 6.

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