Y ESCULTORES ESPAÑOLES. 61?
esta en el costado de ía iglesia Parroquia! de san Cines, a!
lado de la Epístola , junto á la capilla de san Gerónimo, co-
sa superior; como también lo es otro de Jesús Nazareno,
que esta a un lado de la iglesia de la Magdalena , convento
de religiosas en Aléala de Henares, cosa ternísima : y asi-
mesmo tiene en las Carmelitas Descalzas de dicha ciudad un
celebre quadro del martirio del aposto! san Andrés, con el
qual sucedió un gran cuento, y fue : que a un pintor de muy
corta habilidad de aquella era , llamado Gregorio Utande, le
mandaron hacer aquel quadro : hízolo , como supo, y pidió
por el cien ducados : pareció demasiado precio a los dueños
de ía obra ; y después de varios debates, se convino Utande
en traerlo a Madrid, y que ellos nombrasen quien lo tasara.
Convenidos en esto, vino a Madrid á toda prisa nuestro Gre-
gorio con su lienzo , y una cantarilla de miel, la qual entre-
gó a Carreño para paladearle , pidiéndole que se sirviese de
retocarle aquel quadro, sin manifestarle el motivo. Carrejo,
con su gran bondad , y honrado genio , lo hizo tan Gen,
que todo el quadro lo revolvió de arriba abaxo , porque otro
retoque no tenia. En esto nombraron los dueños por tasado-
res á Carreño , y a don Sebastian de Herrera. Carreño , que
no se podia descubrir , calló; y llegando el caso, dixo que el
no podia tasar aquel quadro , porque el que lo habia hecho
era muy íntimo amigo suyo, y no quería parecer apasiona-
do ; y así se conformaría con lo que dixese su compañero.
Herrera , que conoció la casta , y supo el cuento, tasólo en
docientos ducados; los quales, ó poco menos, le dieron por
el quadro al buen Utande ; pero á los tasadores solo les dio
las gracias de palabra , sin que al pobre Carreño que lo habla
trabajado le valiese mas que la dichosa cantarilla de miel: dei
qual supe yo todo este cuento á la letra , que lo contaba con
mil gracias; y es tan notorio en Aléala , que todos los del
Arte, y aficionados le llaman a aquella pintura : e/
(L /¿Z 772A7.
También es obra suya la pintura del retablo principal de
san Luis Obispo , del convento de Descalzos Franciscos de
la villa de Paracuellos, del tamaño del natural : tiene tres va-
ras y media de alto , y lo son también los dos quadritos de
san Antonio , y san Pasqual Baylon dei remate de los cola-
terales. Son de su mano también los dos eminentes quadros
de los colaterales de la Parroquial de san Juan de esta Corte;
c! uno del Bautismo de Christo Señor nuestro por san Juan;
y el otro de la cabeza del Bautista , presentada por Herodías
en la mesa de Herodes. También lo son otros dos de la celebre
capilla de san Isidro Labrador, que están al lado de la Epís-
tola ; el uno del milagro que este Santo obró con su Amo
Te777. 777. Lü Ivan
Ue/eBe cuyo de/
^Kudro de/ wmvAzo
de ymz A??dfey,
eerdeM A/cu/d de Tde-
73<%rey de TTzuzzo de Cdf'
fe/ío.
Dz'yr?'e¿<% uy^efu
de Cdfwzo.
O/fuy oLuy de
C¿%?ye770.
esta en el costado de ía iglesia Parroquia! de san Cines, a!
lado de la Epístola , junto á la capilla de san Gerónimo, co-
sa superior; como también lo es otro de Jesús Nazareno,
que esta a un lado de la iglesia de la Magdalena , convento
de religiosas en Aléala de Henares, cosa ternísima : y asi-
mesmo tiene en las Carmelitas Descalzas de dicha ciudad un
celebre quadro del martirio del aposto! san Andrés, con el
qual sucedió un gran cuento, y fue : que a un pintor de muy
corta habilidad de aquella era , llamado Gregorio Utande, le
mandaron hacer aquel quadro : hízolo , como supo, y pidió
por el cien ducados : pareció demasiado precio a los dueños
de ía obra ; y después de varios debates, se convino Utande
en traerlo a Madrid, y que ellos nombrasen quien lo tasara.
Convenidos en esto, vino a Madrid á toda prisa nuestro Gre-
gorio con su lienzo , y una cantarilla de miel, la qual entre-
gó a Carreño para paladearle , pidiéndole que se sirviese de
retocarle aquel quadro, sin manifestarle el motivo. Carrejo,
con su gran bondad , y honrado genio , lo hizo tan Gen,
que todo el quadro lo revolvió de arriba abaxo , porque otro
retoque no tenia. En esto nombraron los dueños por tasado-
res á Carreño , y a don Sebastian de Herrera. Carreño , que
no se podia descubrir , calló; y llegando el caso, dixo que el
no podia tasar aquel quadro , porque el que lo habia hecho
era muy íntimo amigo suyo, y no quería parecer apasiona-
do ; y así se conformaría con lo que dixese su compañero.
Herrera , que conoció la casta , y supo el cuento, tasólo en
docientos ducados; los quales, ó poco menos, le dieron por
el quadro al buen Utande ; pero á los tasadores solo les dio
las gracias de palabra , sin que al pobre Carreño que lo habla
trabajado le valiese mas que la dichosa cantarilla de miel: dei
qual supe yo todo este cuento á la letra , que lo contaba con
mil gracias; y es tan notorio en Aléala , que todos los del
Arte, y aficionados le llaman a aquella pintura : e/
(L /¿Z 772A7.
También es obra suya la pintura del retablo principal de
san Luis Obispo , del convento de Descalzos Franciscos de
la villa de Paracuellos, del tamaño del natural : tiene tres va-
ras y media de alto , y lo son también los dos quadritos de
san Antonio , y san Pasqual Baylon dei remate de los cola-
terales. Son de su mano también los dos eminentes quadros
de los colaterales de la Parroquial de san Juan de esta Corte;
c! uno del Bautismo de Christo Señor nuestro por san Juan;
y el otro de la cabeza del Bautista , presentada por Herodías
en la mesa de Herodes. También lo son otros dos de la celebre
capilla de san Isidro Labrador, que están al lado de la Epís-
tola ; el uno del milagro que este Santo obró con su Amo
Te777. 777. Lü Ivan
Ue/eBe cuyo de/
^Kudro de/ wmvAzo
de ymz A??dfey,
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