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https://doi.org/10.11588/diglit.13362#0482
Tom.de Inít. £thicp. sal.
dicho vulgar del pueblo, que el ii
res es el diablo.
aues, ni se crian ios animales, por el dicho vulgar del pueblo, que el inte.
con; inao cxeixicio de Tacar oro,con-
téntate también con el sruto del por
mantenimiento. Y coneíte ardid en* GAP XXXÍT
• ■ xncndcsu-dcmaíia. '
11 No la es menos la que toca Au-
ionio Poeta en su Epigrama. Qae \ a Dtl Cerro Imperial de Potofl,
hombre deícíperado con vna passion y dtfcubrimunto de Ü ?ran
que tuuo, le iva a ahorcaren vn lugar < J . J ¿>
sccreto,llenandoconíigolasoga,en q Vt^nez^^*
auia de dexarla vidatsuccdio,que con
la fuetea q hizo, derrumbandose aquel i *T* Si la grandeza de oro que
¡agar,sele deseubrio vntesoro, acuya \s he referido es admira-
vilta mudó luego el pensarrnento, y X ^k: Y ^ cluc refiere Cha- ¿x
llenando lo que halló dexó en su lu- res Mytilcno,y Ateneo, x
gar la íbgaqae traía: y viniendo des- delosReyesdePeríh,qneaIacabcce- ¡
pues el que alli lo auiaeícondido , y -ra de (acama tenían vn camarín con y
hallándolo menos,y en su lugar la te- cinco mil talentos de oro,sicmpre so- ,■
ración de íu desventura, hizo porque brados, que vienen a ser cosa de trein-
perdioeltcsoro, loque el otro dexó ta y tres millones de cornados,lo qüai
de bazerporauevlo hallado,demodo, llamauan,laalmoada Real :y a los pies
que avno dio vida el oro, y a otro tenían otro, dondecítauan tres mil ta*
mató la auaricia dél. lentos de plata , que venían á se r cosa
12 Estoy bien con todo lo dicho, de dos millones, y cito llamauan , la
aunque me atreuo a dezir, que el oro peaña Real. Mas auia en la misma ca-
ticncel diablo enclcuerpo. Veamos mará del Rey vna parra de oro, que la
eito. Vn hombre curioso bien inten. cubría, toda cargada de perlas, y pie-
cionado,y no mal entendido}anduuo dras precioías, en lugar de los granos
algunos años en la milicia del Orien- dclosrazimos. Otras alhajas auia de
te,y viniendo del a los Reinos dePor- oro, tan prceioso todo, que venían a
tugal para pretender,traxo entre algu- llegarías riquezas a ciento y ocho mi-
nas coías de menos valia que curioíi- lsonesdeescudos de oro , r*uera de o.
dad,vnas imagines de Santos, y Ange- tras grandezas, v riquezas de Palacio,
iesde marfil marauillosamente labra- que eran correspondientes a las de su
dos, ydespuesdeentrarensuprctcn- cámara. Mucha es eíla grandeza, y ri-
iion dio cuenta a vn amigo pra&ico queza de oro,pero no esmenorla gra-
cia las cosas de Corte,del citado de sus deza, y riqueza que ay de plata: pudie-
negocios, aconíeióle lo que conuc- ra citar Autores verídicos, yfídedig-
nia,v buseando entre los muebles que nos, donde remitiera al Lceíor: mas
auia traído pieca que se pudiera ofte- quierole quitar de esse trabajo,toman-
cer a vn Ministro con quien tenia in- dolo yo de referirlo que por mis ojos
tcIigencia,escogia aquellos Santosde vi,y con mis pies anduue, con reflexa
marfil. Como(dixo el amigo)no tra- de corarlo en las ©cañones que se me
xiílcis déla India alga Pagode,o ido- ofrecieííen , para gloria del Criador,
lo de oro de essbs Gentiles ? Para que, Por lo qual no quiero dexar pato ef-
le preguntó el poco experto pretcn- ta , que tanto1 güito puede dar alLc-
diente? Ha! (respondio el amigo) que &ór,ya que en otras le cansory porque
pnra lo que vos pretendéis, mas puede la mayor riqueza eííá en el cerro- Im-
diablos de oro, que Angeles de marfil. perial dé Potoíi, dese riuiendoio' avre
Yaísi no me parece, que eítá mal el cumplido con mi intento.
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