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Daniel Ruiz Cancino
relaciona a la decoración corporal se observan aplicaciones en hombros y pin-
tura en la zona pélvica.
Ameca-Etzatlán es un estilo cerámico presente en la región centro norte de
Jalisco, se caracteriza por ser grandes figuras huecas de hasta 70 cm modeladas
con gran detalle; el rostro alargado con nariz prolongada y recta, contrasta con
los ojos realizados a partir del modelado de un reborde en forma de almendra
que les da una gran profundidad, la boca se exhibe en muchas ocasiones de for-
ma parcialmente abierta para dejando ver que se representaron los dientes, algo
particular es la quijada prolongada hacia delante como prognatismo. El cuer-
po se muestra robusto con cierta desproporción con las extremidades, los pe-
chos son notorios y en ocasiones exagerados, la representación vaginal cuando
se observa es una incisión. Este estilo muestra una gran cantidad de decoración
pintada en su cuerpo y rostro, así como las aplicaciones en el hombro; además
de una rica ornamentación en orejeras, ajorcas en brazos y piernas, collares y
en menor grado narigueras.
Con una concepción similar a las figuras realizadas en el etilo anterior, las
San Sebastián se distribuyen entre Jalisco y Nayarit. Son representaciones en
las cuales en diversas ocasiones la parte media del cuerpo se exagera dando la
impresión de mujeres con grandes piernas y caderas, mientras que los brazos
resultan delgados y en ocasiones cortos. El rostro es alargado, los detalles de
éste son burdos formando los ojos y boca por un acanalado rectangular que no
penetra hasta el otro lado, la nariz grande da la apariencia de estar levantada de-
jando ver los orificios nasales. La desnudes permite distinguir sus senos que en
relación al cuerpo son pequeños y presentan en ocasiones el pezón, la vagina es
una incisión con un remata en forma circular en algunas figuras. La decoración
en estas piezas se encuentra en el cuerpo con pintura y ocasionalmente aplica-
ciones en los hombros, además de portar ornamentos como orejeras y collares.
Dentro de la región centro sur de Jalisco se encuentra distribuido el esti-
lo Tala-Tonalá, figuras de 10 a 30 cm de altura, son representaciones con dos
variantes distinguidas en la forma del rostro; la primera muestra la cara delga-
da y larga que da la apariencia de continuidad entre la cabeza representada por
una cresta rectangular alargada que unida a la nariz puntiaguda y grande dejan
sin pómulos o mejillas la representación, esto ayuda a que la boca quede ocul-
ta, los ojos en forma de almendra se representan con pintura blanca. La segun-
da variedad de rostro es más naturalista la cabeza también presenta alargamien-
to pero se conjuga con una cabeza ovalada, la nariz es pequeña y afilada que se
prolonga formando dos arcos arriba de los ojos aparentando las cejas, la boca
es pequeña y los ojos son dos círculos pintados en blanco.
El cuerpo en este estilo visto de manera lateral es muy delgado, mien-
tras que de frente se observan corpulentos y con las extremidades cortas; la
Daniel Ruiz Cancino
relaciona a la decoración corporal se observan aplicaciones en hombros y pin-
tura en la zona pélvica.
Ameca-Etzatlán es un estilo cerámico presente en la región centro norte de
Jalisco, se caracteriza por ser grandes figuras huecas de hasta 70 cm modeladas
con gran detalle; el rostro alargado con nariz prolongada y recta, contrasta con
los ojos realizados a partir del modelado de un reborde en forma de almendra
que les da una gran profundidad, la boca se exhibe en muchas ocasiones de for-
ma parcialmente abierta para dejando ver que se representaron los dientes, algo
particular es la quijada prolongada hacia delante como prognatismo. El cuer-
po se muestra robusto con cierta desproporción con las extremidades, los pe-
chos son notorios y en ocasiones exagerados, la representación vaginal cuando
se observa es una incisión. Este estilo muestra una gran cantidad de decoración
pintada en su cuerpo y rostro, así como las aplicaciones en el hombro; además
de una rica ornamentación en orejeras, ajorcas en brazos y piernas, collares y
en menor grado narigueras.
Con una concepción similar a las figuras realizadas en el etilo anterior, las
San Sebastián se distribuyen entre Jalisco y Nayarit. Son representaciones en
las cuales en diversas ocasiones la parte media del cuerpo se exagera dando la
impresión de mujeres con grandes piernas y caderas, mientras que los brazos
resultan delgados y en ocasiones cortos. El rostro es alargado, los detalles de
éste son burdos formando los ojos y boca por un acanalado rectangular que no
penetra hasta el otro lado, la nariz grande da la apariencia de estar levantada de-
jando ver los orificios nasales. La desnudes permite distinguir sus senos que en
relación al cuerpo son pequeños y presentan en ocasiones el pezón, la vagina es
una incisión con un remata en forma circular en algunas figuras. La decoración
en estas piezas se encuentra en el cuerpo con pintura y ocasionalmente aplica-
ciones en los hombros, además de portar ornamentos como orejeras y collares.
Dentro de la región centro sur de Jalisco se encuentra distribuido el esti-
lo Tala-Tonalá, figuras de 10 a 30 cm de altura, son representaciones con dos
variantes distinguidas en la forma del rostro; la primera muestra la cara delga-
da y larga que da la apariencia de continuidad entre la cabeza representada por
una cresta rectangular alargada que unida a la nariz puntiaguda y grande dejan
sin pómulos o mejillas la representación, esto ayuda a que la boca quede ocul-
ta, los ojos en forma de almendra se representan con pintura blanca. La segun-
da variedad de rostro es más naturalista la cabeza también presenta alargamien-
to pero se conjuga con una cabeza ovalada, la nariz es pequeña y afilada que se
prolonga formando dos arcos arriba de los ojos aparentando las cejas, la boca
es pequeña y los ojos son dos círculos pintados en blanco.
El cuerpo en este estilo visto de manera lateral es muy delgado, mien-
tras que de frente se observan corpulentos y con las extremidades cortas; la