Vanguardia y revolución como ideas-fuerza en el arte argentino 27
claudicando, llevándose a casa sus bromas monocromas y sustituyéndolas por
una selección de sus gouaches parisinos al estilo tachista”.15
El vacío o la incomprensión del medio artístico porteño lo impulsaban
a volver a partir de viaje, aunque cada vez que volvía a Buenos Aires -luego de
temporadas en Europa, Estados Unidos o el Brasil- se preocupaba por no pasar
desapercibido. Se encargaba de autopublicitar su llegada con campañas de gra-
ffiti o afiches publicitarios con los que empapelaba el microcentro de la ciudad
con slogans tales como “Alberto Greco es un genio”, “Greco, qué grande sos”
o “Greco el pintor informalista más grande de América”. Planeaba “firmar” un
recital de Palito Ortega convirtiéndolo en uno de sus Vivo-Dito: esto es, seña-
lar la condición de obra de arte no del cantante sino del acontecimiento masivo
que generaba su extendida popularidad.
[Fig. 2. Alberto Greco, Campaña auto-publicitaria, Buenos Aires, 1960. Foto: Sameer
Makarius.]
Greco organizó en 1960 un improvisado happening en medio de una fies-
ta en la casa-taller de la artista Lea Lublin, que puede leerse como un insolente
homenaje a los monocromos de Klein que tanto lo habían fascinado: se intro-
dujo desnudo en una bañera llena de pintura negra, y luego siguió participando
Rivas 1991: 188.
claudicando, llevándose a casa sus bromas monocromas y sustituyéndolas por
una selección de sus gouaches parisinos al estilo tachista”.15
El vacío o la incomprensión del medio artístico porteño lo impulsaban
a volver a partir de viaje, aunque cada vez que volvía a Buenos Aires -luego de
temporadas en Europa, Estados Unidos o el Brasil- se preocupaba por no pasar
desapercibido. Se encargaba de autopublicitar su llegada con campañas de gra-
ffiti o afiches publicitarios con los que empapelaba el microcentro de la ciudad
con slogans tales como “Alberto Greco es un genio”, “Greco, qué grande sos”
o “Greco el pintor informalista más grande de América”. Planeaba “firmar” un
recital de Palito Ortega convirtiéndolo en uno de sus Vivo-Dito: esto es, seña-
lar la condición de obra de arte no del cantante sino del acontecimiento masivo
que generaba su extendida popularidad.
[Fig. 2. Alberto Greco, Campaña auto-publicitaria, Buenos Aires, 1960. Foto: Sameer
Makarius.]
Greco organizó en 1960 un improvisado happening en medio de una fies-
ta en la casa-taller de la artista Lea Lublin, que puede leerse como un insolente
homenaje a los monocromos de Klein que tanto lo habían fascinado: se intro-
dujo desnudo en una bañera llena de pintura negra, y luego siguió participando
Rivas 1991: 188.