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Daniela Lucena
Los artistas y escritores del Movimiento Arte Concreto se afilian al Par-
tido Comunista: Porque el Partido Comunista es una fuerza nacional al
servicio del bienestar, la libertad y el desarrollo cultural de nuestro pue-
blo; porque ha luchado y lucha a diario, abnegada e inteligentemente,
contra las tendencias regresivas que envilecen la existencia humana y
traban su desenvolvimiento físico y espiritual; porque el pensamiento
marxista-leninista, que el PC. practica, exalta la grandeza y la capacidad
realizadora del hombre y niega las ficciones que, en todos los campos,
lo humillan y esterilizan, y, finalmente, porque el P. Comunista afirma la
fraternidad y el júbilo creador, amplía y densifica el espíritu, ensancha al
infinito sus posibilidades inventivas y prefigura nuevas formas de sensi-
bilidad y de vida.28
Los jóvenes artistas de la vanguardia de arte concreto ingresan al Parti-
do con la intención de conjugar su práctica artística con la militancia política.
Portadores de una radical propuesta estético-política sumamente crítica del arte
burgués y de la sociedad capitalista que lo promueve los miembros de la AACI
encuentran en el PCA la afirmación de los mismos valores - el júbilo, la frater-
nidad, el materialismo dialéctico - que expresan en su programa artístico, y la
posibilidad de poner su arte al servicio de la causa de la revolución.
La estética de la AACI parte de las premisas centrales de la teoría marxis-
ta y su objetivo se dirige no solo hacia la transformación del arte, sino también
hacia la transformación de la vida. En este sentido, el arte concreto es concebi-
do como una superación dialéctica de lo abstracto, un arte que no refleja ni re-
presenta la realidad, sino que la inventa. En esa invención de nuevas realidades
estéticas se reafirma el poder del ser humano sobre el mundo, en tanto se libe-
ra de lo irreal y lo ilusorio y potencia sus posibilidades de creación práctica. La
eliminación del ilusionismo en el arte implica que la pintura concreta entre en
el dominio de la real y que, en vez de alienar al hombre sumergiéndolo en la
realidad ficticia de la obra, pase a formar parte de mundo donde el ser humano
vive y se desarrolla.
En este punto se hace necesario delimitar la particular caracterización del
hombre que circula en los escritos de la AACI; una caracterización estrecha-
mente ligada a la concepción marxista del ser humano como un ser práctico y
productor.29 Así, el trabajo artístico es entendido como una forma específica de
praxis humana que posibilita la exteriorización plena del ser y que genera vo-
luntad de acción, tal como lo señalan en sus manifiestos:
28 Orientación 1945.
29 Esta concepción del ser humano constituye uno de los puntos neurálgicos de una impor-
tante zona de la estética marxista: con diferentes matices esta idea está presente en los escritos
de Brecht, Sánchez Vázquez, Breazu, Stolovich, Borev, Nóvikov, Fischer y Garaudy, entre otros.
Daniela Lucena
Los artistas y escritores del Movimiento Arte Concreto se afilian al Par-
tido Comunista: Porque el Partido Comunista es una fuerza nacional al
servicio del bienestar, la libertad y el desarrollo cultural de nuestro pue-
blo; porque ha luchado y lucha a diario, abnegada e inteligentemente,
contra las tendencias regresivas que envilecen la existencia humana y
traban su desenvolvimiento físico y espiritual; porque el pensamiento
marxista-leninista, que el PC. practica, exalta la grandeza y la capacidad
realizadora del hombre y niega las ficciones que, en todos los campos,
lo humillan y esterilizan, y, finalmente, porque el P. Comunista afirma la
fraternidad y el júbilo creador, amplía y densifica el espíritu, ensancha al
infinito sus posibilidades inventivas y prefigura nuevas formas de sensi-
bilidad y de vida.28
Los jóvenes artistas de la vanguardia de arte concreto ingresan al Parti-
do con la intención de conjugar su práctica artística con la militancia política.
Portadores de una radical propuesta estético-política sumamente crítica del arte
burgués y de la sociedad capitalista que lo promueve los miembros de la AACI
encuentran en el PCA la afirmación de los mismos valores - el júbilo, la frater-
nidad, el materialismo dialéctico - que expresan en su programa artístico, y la
posibilidad de poner su arte al servicio de la causa de la revolución.
La estética de la AACI parte de las premisas centrales de la teoría marxis-
ta y su objetivo se dirige no solo hacia la transformación del arte, sino también
hacia la transformación de la vida. En este sentido, el arte concreto es concebi-
do como una superación dialéctica de lo abstracto, un arte que no refleja ni re-
presenta la realidad, sino que la inventa. En esa invención de nuevas realidades
estéticas se reafirma el poder del ser humano sobre el mundo, en tanto se libe-
ra de lo irreal y lo ilusorio y potencia sus posibilidades de creación práctica. La
eliminación del ilusionismo en el arte implica que la pintura concreta entre en
el dominio de la real y que, en vez de alienar al hombre sumergiéndolo en la
realidad ficticia de la obra, pase a formar parte de mundo donde el ser humano
vive y se desarrolla.
En este punto se hace necesario delimitar la particular caracterización del
hombre que circula en los escritos de la AACI; una caracterización estrecha-
mente ligada a la concepción marxista del ser humano como un ser práctico y
productor.29 Así, el trabajo artístico es entendido como una forma específica de
praxis humana que posibilita la exteriorización plena del ser y que genera vo-
luntad de acción, tal como lo señalan en sus manifiestos:
28 Orientación 1945.
29 Esta concepción del ser humano constituye uno de los puntos neurálgicos de una impor-
tante zona de la estética marxista: con diferentes matices esta idea está presente en los escritos
de Brecht, Sánchez Vázquez, Breazu, Stolovich, Borev, Nóvikov, Fischer y Garaudy, entre otros.