Memorias fotográficas: tres visiones de la Argentina posdictatorial
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papel glasé picado. Punzón en mano, presentó así coloridos hombres armados,
la figura un fusil clandestino y, entre otras, la imagen de cuatro militantes tu-
cumanos detenidos, incluido el infiltrado que los delató. Ante los sucesos de la
toma del Parque Indoamericano en 2010, Lucila copió fotos periodísticas con
lápices de colores y pasteles, armando bellos y simples dibujos de las mujeres y
las precarias carpas en que se habían instalado. Por último, en Filiación adornó
fotos de su padre con hojas y flores secas, dibujó calaveras premonitorias sobre
sus viejas fotos familiares, y armó genealogías superpuestas con fotografías re-
cortadas y dibujos en crayón.30
Jugando con la historia y la política, los trabajos de Lucila habitan el rei-
no de las manualidades, la fotografía artesanal, el montaje y el papel brillante
picado. Ella corta y monta fotos sabiendo que, una vez rearmadas, las junturas
se van a ver siempre como cicatrices. Y a estas uniones les dedica toda su obra.
TRES: LOS RESTOS CREADOS
¿Qué es real y qué cosa no lo es cuando se trata de memorias? ¿Puede un es-
pacio soportar la carga del recuerdo? ¿Pueden crearse -esto es, inventarse- los
restos del pasado reciente?
Entre las pocas marcas de la pasada dictadura que hay en el trazado urbano
de nuestro país, existe en La Plata una casa atacada por las FFAA que aún con-
serva las señales originales de su destrucción. En esta vivienda platense vivió
la familia Mariani-Teruggi y funcionó durante algún tiempo la imprenta clan-
destina que editaba “Evita montonera”, a la que se accedía a través de un sofis-
ticado mecanismo oculto. El 24 de noviembre de 1976 un grupo de tareas ata-
có el lugar, en un operativo que duró cerca de cuatro horas. Allí murieron cinco
militantes montoneros y fue secuestrada una beba de tres meses, quien continúa
siendo buscada desde entonces. Como parte de esta búsqueda, su abuela “Chi-
cha” Mariani fundó la Asociación Clara Anahí que, entre muchas otras accio-
nes, recuperó el inmueble para convertirlo en Casa de Memoria, y hoy es Mo-
numento Histórico Nacional y Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos
Aires. La información institucional de la Asociación asegura que:
Del hecho, terriblemente violento, persisten aún en las paredes las mar-
cas de los impactos de bala de todos los calibres, lo que la constituye en
un elocuente testimonio del accionar del Terrorismo de Estado. Desde
30 Quieto 2013.
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papel glasé picado. Punzón en mano, presentó así coloridos hombres armados,
la figura un fusil clandestino y, entre otras, la imagen de cuatro militantes tu-
cumanos detenidos, incluido el infiltrado que los delató. Ante los sucesos de la
toma del Parque Indoamericano en 2010, Lucila copió fotos periodísticas con
lápices de colores y pasteles, armando bellos y simples dibujos de las mujeres y
las precarias carpas en que se habían instalado. Por último, en Filiación adornó
fotos de su padre con hojas y flores secas, dibujó calaveras premonitorias sobre
sus viejas fotos familiares, y armó genealogías superpuestas con fotografías re-
cortadas y dibujos en crayón.30
Jugando con la historia y la política, los trabajos de Lucila habitan el rei-
no de las manualidades, la fotografía artesanal, el montaje y el papel brillante
picado. Ella corta y monta fotos sabiendo que, una vez rearmadas, las junturas
se van a ver siempre como cicatrices. Y a estas uniones les dedica toda su obra.
TRES: LOS RESTOS CREADOS
¿Qué es real y qué cosa no lo es cuando se trata de memorias? ¿Puede un es-
pacio soportar la carga del recuerdo? ¿Pueden crearse -esto es, inventarse- los
restos del pasado reciente?
Entre las pocas marcas de la pasada dictadura que hay en el trazado urbano
de nuestro país, existe en La Plata una casa atacada por las FFAA que aún con-
serva las señales originales de su destrucción. En esta vivienda platense vivió
la familia Mariani-Teruggi y funcionó durante algún tiempo la imprenta clan-
destina que editaba “Evita montonera”, a la que se accedía a través de un sofis-
ticado mecanismo oculto. El 24 de noviembre de 1976 un grupo de tareas ata-
có el lugar, en un operativo que duró cerca de cuatro horas. Allí murieron cinco
militantes montoneros y fue secuestrada una beba de tres meses, quien continúa
siendo buscada desde entonces. Como parte de esta búsqueda, su abuela “Chi-
cha” Mariani fundó la Asociación Clara Anahí que, entre muchas otras accio-
nes, recuperó el inmueble para convertirlo en Casa de Memoria, y hoy es Mo-
numento Histórico Nacional y Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos
Aires. La información institucional de la Asociación asegura que:
Del hecho, terriblemente violento, persisten aún en las paredes las mar-
cas de los impactos de bala de todos los calibres, lo que la constituye en
un elocuente testimonio del accionar del Terrorismo de Estado. Desde
30 Quieto 2013.