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ractéres, actitudes graves y magestuosas, in-
teligencia de la anatomía y de otras partes
del arte.
Hay quien les atribuye los bustos de es-
cultura que existen en este palacio, los se-
pulcros y bultos de/ mármol de D. Alonso
Bazan , hijo de D. Alvaro y de su muger
D.a Mencía de Figueroa, que están en la igle-
sia de las monjas franciscas de aquella villa,
y los quadros al óleo de los retablos de otro
convento de religiosos de la misma orden en
el propio pueblo , haciéndolos hábiles profeso-
res en las tres nobles artes, según la practi-
ca de aquellos tiempos, confirmada con lo
que trabajáron en la parroquia de VHlanueva
de los Infantes.
Ayudaron á Antonio Mohedano en la pin-
tura al fresco que habia en- la nave del sa-
grario de la catedral de Córdoba, en la que
representaron diferentes pasages de la histo-
ria sagrada y figuras alusivas al Sacramento; y
no seria extraño le acompañasen también á
pintar el claustro principal del convento de
S. Francisco de Sevilla, pues atendiendo á lo
mucho que se trabajó en él, no eran suficien-
tes las manos de Mohedano ni de Alonso Váz-
quez, y habia escasez de pintores al fresco
en Andalucía. Si es cierto que estos manche-
gos trabajáron los sepulcros del Viso, vivian to-
davía en el siglo XVII, porque el héroe de
uno de ellos no falleció hasta el año de 1604.
Estéfano trazó y dirigió la obra del convento
de Franciscos en aquella villa, cuya primera
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ractéres, actitudes graves y magestuosas, in-
teligencia de la anatomía y de otras partes
del arte.
Hay quien les atribuye los bustos de es-
cultura que existen en este palacio, los se-
pulcros y bultos de/ mármol de D. Alonso
Bazan , hijo de D. Alvaro y de su muger
D.a Mencía de Figueroa, que están en la igle-
sia de las monjas franciscas de aquella villa,
y los quadros al óleo de los retablos de otro
convento de religiosos de la misma orden en
el propio pueblo , haciéndolos hábiles profeso-
res en las tres nobles artes, según la practi-
ca de aquellos tiempos, confirmada con lo
que trabajáron en la parroquia de VHlanueva
de los Infantes.
Ayudaron á Antonio Mohedano en la pin-
tura al fresco que habia en- la nave del sa-
grario de la catedral de Córdoba, en la que
representaron diferentes pasages de la histo-
ria sagrada y figuras alusivas al Sacramento; y
no seria extraño le acompañasen también á
pintar el claustro principal del convento de
S. Francisco de Sevilla, pues atendiendo á lo
mucho que se trabajó en él, no eran suficien-
tes las manos de Mohedano ni de Alonso Váz-
quez, y habia escasez de pintores al fresco
en Andalucía. Si es cierto que estos manche-
gos trabajáron los sepulcros del Viso, vivian to-
davía en el siglo XVII, porque el héroe de
uno de ellos no falleció hasta el año de 1604.
Estéfano trazó y dirigió la obra del convento
de Franciscos en aquella villa, cuya primera