HIsToría dé las artes Industriales
163
desplaza los núcleos germánicos desde el Este y el Norte
hasta el Oeste y el Sur ; el gran Imperio romano se
deshace ante sus ataques, y los conquistadores estable-
cen sus Estados sobre las ruinas del Imperio. Así su-
cede con los ostrogodos y lombardos en Italia, y con
los visigodos y vándalos en Francia, España y Africa.
Los germanos y sus organizaciones políticas no logran
conservarse durante mucho tiempo, pero sí el suficiente
para imprimir su sello característico a las artes indus-
triales. El arte germánico primitivo que predominó, al
parecer, desde el siglo v hasta el siglo vm, no nos ha
legado tesoros monumentales de importancia. Nada se
sabe de las construcciones arquitectónicas, ni de las
obras de la pintura y de la escultura, conservándose
solamente sepulcros de piedra y estelas conmemorati-
vas. Mas, en cambio, se conservan numerosos ejemplos
pertenecientes al arte ornamental, que se mueve en un
principio sobre la base de líneas y motivos geométri-
cos, pasando más tarde a los temas trenzados. Estos
últimos, especialmente desarrollados como imitación de
las labores de cestería, emplean toda clase de extrañas
aplicaciones, especialmente pájaros, mamíferos y ani-
males fantásticos, como grifos, enlazándolos con la labor
de trenzado propiamente dicha, de tal modo, que cons-
tituyan con ella un Lodo integral. La influencia de la
tendencia artística lombarda se deja notar en Italia por
espacio de 200 años, especialmente entre 570 y 774. De
un modo análogo se desarrolla la influencia del arte
celta, que, por conducto de los monjes irlandeses, pasa
a Inglaterra, Escocia y Alemania.
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desplaza los núcleos germánicos desde el Este y el Norte
hasta el Oeste y el Sur ; el gran Imperio romano se
deshace ante sus ataques, y los conquistadores estable-
cen sus Estados sobre las ruinas del Imperio. Así su-
cede con los ostrogodos y lombardos en Italia, y con
los visigodos y vándalos en Francia, España y Africa.
Los germanos y sus organizaciones políticas no logran
conservarse durante mucho tiempo, pero sí el suficiente
para imprimir su sello característico a las artes indus-
triales. El arte germánico primitivo que predominó, al
parecer, desde el siglo v hasta el siglo vm, no nos ha
legado tesoros monumentales de importancia. Nada se
sabe de las construcciones arquitectónicas, ni de las
obras de la pintura y de la escultura, conservándose
solamente sepulcros de piedra y estelas conmemorati-
vas. Mas, en cambio, se conservan numerosos ejemplos
pertenecientes al arte ornamental, que se mueve en un
principio sobre la base de líneas y motivos geométri-
cos, pasando más tarde a los temas trenzados. Estos
últimos, especialmente desarrollados como imitación de
las labores de cestería, emplean toda clase de extrañas
aplicaciones, especialmente pájaros, mamíferos y ani-
males fantásticos, como grifos, enlazándolos con la labor
de trenzado propiamente dicha, de tal modo, que cons-
tituyan con ella un Lodo integral. La influencia de la
tendencia artística lombarda se deja notar en Italia por
espacio de 200 años, especialmente entre 570 y 774. De
un modo análogo se desarrolla la influencia del arte
celta, que, por conducto de los monjes irlandeses, pasa
a Inglaterra, Escocia y Alemania.