LIBRO PRIMERO,
^9
í ?der i ^mo hubiese , ademas de ía elevación de aquella potencia , alguna propor-
ción pasiva en el objeto i , que los filósofos llaman ^79^772*222 0/7^2/2(7739222/. ^ Y qué
diremos , si se ha de atender la vulgar opinión de los que llaman ^22/302*224, que.
dicen penetran los senos mas ocultos de la tierra, por especial gracia 2/22Í22 ?
Y en este sentido diríamos, que ninguna cosa carece de diafanidad , absolutamente
considerada , aunque respecto de la limitación de nuestra potencia parezca no te-
nerla. Y no es de estrañar que esto acaezca en el sentido de la vista, pues la mis-
ma especie de excelencia vemos en los demas sentidos en diferentes animales , co-
mo el jabalí en el oido , la mona en el gusto , el buytre en el olfato , y la araña
en el tacto ; de lo quai se leen prodigios en PÜnio y otros naturales. 2
Pero si hemos de entender este diáfano respectivo á el color pictórico, dire-
mos que or /<% 2/9/ 9/237*0 2/9 ^2222/^23297*22 7^273^22 973 /¿ya ^239 ^0-
-K¿?73 2/9 , porque solo allí se ve el color en su perfección ; pues luego que
va declinando el claro hacia el obscuro , va alterándose su verdadera qualidad,
porque le va faltando la luz , que es la razón formal de su representación, como
lo dixo con su acostumbrada elegancia el Fresnoy 3 :
Ye T^/v/ZÁf /73773973 2u3Y3 777 90773^27^9 9o/o7*72777
7*77770 ¿7 ^073 ^9 77227222a 497742773 2/90/27223Í 9Z/7722''o.
Dos son los principios constitutivos del color ; uno formal , que es la luz;
otro material , que es el diáfano 4 : y así, los griegos llamaban y/32273073 á todo lo
visible ; y los pitagóricos á el color llamaban 9^2^/32373723 $ , esto es, 32^7277*292073; por-
que aquello que aparece en la superficie de los cuerpos es el color.
§. II,
Y^abido ya lo que es color y colorido en el natural, se hace fácil el investigarlo
en la Pintura. Es pues el colorido pictórico Z373 o397*¿*o ^9777^97*22773973^0 2/9 0/237*0 y
o/ocz37*0 , 227*Í2//920422777977^9 ^07*777333/0 , 0077 77332 ^97*722 ^77*0^07*92077222/32 22 /22 7*9^77*94972-
^2207073 2/0 /22a 00022a 7222^237*22/94 ; y concuerda en parte con lo que dice Schefero en
su libro 2/0 227*3-0 ^7772^0773/2 6 , aunque parece aplicarse su diíinicion en lo restante
á los colores materiales mas que á el colorido formal , según que representa aque-
lla forma accidental, ó qualidad extrínseca , que reside en las cosas corpóreas, que
es el que ahora diíinimos, y en el que tan repetidamente batalla el Pintor.
Los colores, ó la materia con que se forma el colorido , dexando aparte lo
que filosóficamente discurren acerca de su número los doctos , 4077 22732Z 77322^97*222
73/0-
1 Verum cum omne corpus induentixeoe-
lestissusceptivum sit , necessario sequitur,nul-
ium corpus omninó carere perspicuitate;cum &
perspicuitas superioribus, &iníenoribus cor-
poribus sit communis. Ideoque nulla densitas
transitum virtutum, & specierum , quamvis nos
lateat , omninó prohibet. Hiñe fortasse illud,
quod de lynceo dicitur , ortum est , quem per-
hibent , saxa queque , & arbores oculorum acie
penetrasse. CaMtMar.
coww. 1. propon. ^ r.
Sané multi eos afdrmant .convexa etiam mon-
tium visu penetrare. /yuce.
2 Nos aper audítu , lynx visu , symia gustu,
Vultur odoratu , prxceilit, aranea tactu.
g .FrerMC)' , & <3r3e ¿p'<3pd¿33 , 319.
4 Phanon enim in grxco ídem est , quod
visibile. Z7. TVwn. ^^3
^ Et indé est, quod pithagorici colorem vo-
cabant e^2p^íiM¿(iw,id est,a^)puW33oizcw: quia illud
quod apparet in superficie corporum , color est.
Z7.
ó Est certum lucís,umbnequetemperamen-
tutn in idónea materia factum ab arte , vel na-
tura , cuius interventu alia possint coloran?
§. 41.
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í ?der i ^mo hubiese , ademas de ía elevación de aquella potencia , alguna propor-
ción pasiva en el objeto i , que los filósofos llaman ^79^772*222 0/7^2/2(7739222/. ^ Y qué
diremos , si se ha de atender la vulgar opinión de los que llaman ^22/302*224, que.
dicen penetran los senos mas ocultos de la tierra, por especial gracia 2/22Í22 ?
Y en este sentido diríamos, que ninguna cosa carece de diafanidad , absolutamente
considerada , aunque respecto de la limitación de nuestra potencia parezca no te-
nerla. Y no es de estrañar que esto acaezca en el sentido de la vista, pues la mis-
ma especie de excelencia vemos en los demas sentidos en diferentes animales , co-
mo el jabalí en el oido , la mona en el gusto , el buytre en el olfato , y la araña
en el tacto ; de lo quai se leen prodigios en PÜnio y otros naturales. 2
Pero si hemos de entender este diáfano respectivo á el color pictórico, dire-
mos que or /<% 2/9/ 9/237*0 2/9 ^2222/^23297*22 7^273^22 973 /¿ya ^239 ^0-
-K¿?73 2/9 , porque solo allí se ve el color en su perfección ; pues luego que
va declinando el claro hacia el obscuro , va alterándose su verdadera qualidad,
porque le va faltando la luz , que es la razón formal de su representación, como
lo dixo con su acostumbrada elegancia el Fresnoy 3 :
Ye T^/v/ZÁf /73773973 2u3Y3 777 90773^27^9 9o/o7*72777
7*77770 ¿7 ^073 ^9 77227222a 497742773 2/90/27223Í 9Z/7722''o.
Dos son los principios constitutivos del color ; uno formal , que es la luz;
otro material , que es el diáfano 4 : y así, los griegos llamaban y/32273073 á todo lo
visible ; y los pitagóricos á el color llamaban 9^2^/32373723 $ , esto es, 32^7277*292073; por-
que aquello que aparece en la superficie de los cuerpos es el color.
§. II,
Y^abido ya lo que es color y colorido en el natural, se hace fácil el investigarlo
en la Pintura. Es pues el colorido pictórico Z373 o397*¿*o ^9777^97*22773973^0 2/9 0/237*0 y
o/ocz37*0 , 227*Í2//920422777977^9 ^07*777333/0 , 0077 77332 ^97*722 ^77*0^07*92077222/32 22 /22 7*9^77*94972-
^2207073 2/0 /22a 00022a 7222^237*22/94 ; y concuerda en parte con lo que dice Schefero en
su libro 2/0 227*3-0 ^7772^0773/2 6 , aunque parece aplicarse su diíinicion en lo restante
á los colores materiales mas que á el colorido formal , según que representa aque-
lla forma accidental, ó qualidad extrínseca , que reside en las cosas corpóreas, que
es el que ahora diíinimos, y en el que tan repetidamente batalla el Pintor.
Los colores, ó la materia con que se forma el colorido , dexando aparte lo
que filosóficamente discurren acerca de su número los doctos , 4077 22732Z 77322^97*222
73/0-
1 Verum cum omne corpus induentixeoe-
lestissusceptivum sit , necessario sequitur,nul-
ium corpus omninó carere perspicuitate;cum &
perspicuitas superioribus, &iníenoribus cor-
poribus sit communis. Ideoque nulla densitas
transitum virtutum, & specierum , quamvis nos
lateat , omninó prohibet. Hiñe fortasse illud,
quod de lynceo dicitur , ortum est , quem per-
hibent , saxa queque , & arbores oculorum acie
penetrasse. CaMtMar.
coww. 1. propon. ^ r.
Sané multi eos afdrmant .convexa etiam mon-
tium visu penetrare. /yuce.
2 Nos aper audítu , lynx visu , symia gustu,
Vultur odoratu , prxceilit, aranea tactu.
g .FrerMC)' , & <3r3e ¿p'<3pd¿33 , 319.
4 Phanon enim in grxco ídem est , quod
visibile. Z7. TVwn. ^^3
^ Et indé est, quod pithagorici colorem vo-
cabant e^2p^íiM¿(iw,id est,a^)puW33oizcw: quia illud
quod apparet in superficie corporum , color est.
Z7.
ó Est certum lucís,umbnequetemperamen-
tutn in idónea materia factum ab arte , vel na-
tura , cuius interventu alia possint coloran?
§. 41.