Universitätsbibliothek HeidelbergUniversitätsbibliothek Heidelberg
Overview
Facsimile
0.5
1 cm
facsimile
Scroll
OCR fulltext
Y ESCULTORES ESPAÑOLES. 489
En ios días que estuvo, dibuxó mucho, y particularmen-
te del quadro de Tintoreto, de la crucifixión de Christo nues-
tro Señor, copioso de figuras, con invención admirable, que
anda en estampa.
Hizo una copia de un quadro del mismo Tintoreto, don-
de está pintado Christo , comulgando á los discípulos, el
qual traxo á España , y sirvió con el á su Magestad.
Quedó muy alacio nado á Venecia : mas por la grande in-
quietud á causa de las guerras que habia entonces, trató de
dexaria , y pasar á Roma. Fue á Ferrara , donde á la sazón
estaba por orden del Papa gobernando el Cardenal Julio Sa-
cheti florentino, Obispo de Frasead, que habia sido Nun-
cio en España, á quien fue á dar unas cartas, y besar la ma-
no. Recibióle muy bien , y hizo grande instancia en que los
días que ahí estuviese habia de ser en su palacio , y comer
con el : escusóse modestamente Velazquez , con que no co-
mía á las horas ordinarias; mas con todo eso , si su Eminen-
cia era servido , obedecería , y mudaría de costumbre. Visto
esto , mandó á un gentilhombre español de los que le ser-
vían , que tuviese mucho cuidado de asistirle , y le hiciese
aderezar aposento para él y su criado, y le regalasen con ios
mesmos platos que se hadan para su mesa ; y que le enseña-
sen las cosas mas particulares de la ciudad. Estuvo aiií dos
dias , y aunque de paso , vió con atención las obras del Ga-
rofoli; y la noche última que se fue á despedir de su Emi-
nencia , le detuvo mas de tres horas sentado tratando de dife-
rentes cosas : mandó al que le cuidaba que previniese caballos
para el siguiente dia, y le acompañase diéz y seis millas, has-
ta un lugar llamado Cento , donde estuvo poco , pero muy
regalado ; y despidiendo la guia , siguió el camino de Piorna
por nuestra Señora de Loreto, y Bolonia , donde no paró ni
á dar cartas al Cardenal Nicolás Ludovisio de Bolonia, gran
Penitenciario , y Obispo de Policastre , ni al Cardenal Balta-
sar Espada , Patriarca de Constantinopla , Obispo de Sabina,
que estaban allí , por no mortificar sus impacientes deseos.
Llegó en fin á la ciudad de Roma, donde estuvo un año
muy favorecido del Cardenal don Francisco Barberino , so-
brino del Pontífice Urbano Octavo , por cuya orden le hos-
pedaron en el Palacio Vaticano. Dieronle las llaves de algu-
nas piezas; la principal de ellas estaba pintada al fresco , todo
lo alto desde las colgaduras arriba , de historias de la Sagrada
Escritura de mano de Federico Zúcaro. Dexó aquella estan-
cia por muy retirada, y por no estar tan solo , contentándose
con que le diesen lugar las guardas para entrar quando qui-
siese á dibuxar de las cosas de Rafael, y del Juicio Universal^
que por mandado del Papa Julio Segundo pintó al fresco Mi-
Ttw. 7ZF Qqq cael

CoR? F/zo FF
/¿rz^z 4a %% ¿y/uuH

EEzzívz ¿yro¿47%?Fz-
4¿V0 FF¿?Z-

4 47?

¿*73 Rc772¿? M73 <3720 7?Z2¿y
¿Xf7z %4j44o 44 C4r-
4f%¿4 Rv?4ff?7?0.

ER4¿7*<% 44 4¿2*4o
2Z7Z2et'7Uu/ 4a 7M¿27M 4t'
RiRuF F 7za4.
 
Annotationen