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https://doi.org/10.11588/diglit.33410#0029
íinqüentes; pues siendo ignorantes para sí, presumen ser sa-
bios para otros. ¿Pero que diremos si en esto media aigun
ínteres i* No sé que estén libres del cargo de restitución.
Otros hay que solo saben para sí, y no para ensenar;
son puramente prácticos y nada scientíñcos; hacen lo que
saben , pero no saben lo que hacen i ; y estos son ios me-
nos perjudiciales, pues podran enseñar la practica aunque los
discípulos se queden a escuras de la teórica. A estos llamara
yo ¿mí/c/áózj, pues con injuria del arte defraudan a la Pintura
la prenda mas principal que la constituye noble , igualando-
la con los oficios serviles que solo se aprenden con la vista
y el uso, sin investigar la razón de sciencia ; de que se sigue
el impedir a los discípulos el curso para mayores progresos
y defraudarles el caudal, para resolver, las dificultades que
accidentalmente ocurren en el arte , y dar conveniente expe-
dición a los empeños que ofrecen obras de superior magni-
tud , quedándose suprimido un vivaz genio en la miseria de
copiante, sin lograr jamas la apreciadle gloria de inventor
eminente , que es el fin á donde se dirigen todas las espe-
culaciones de la Pintura. Ingenios perezosos que por no ca-
minar dos pasos mas, se contentan con tomar el agua de los
cenagosos arroyuelos, sin buscar el. cristalino manantial co-
pioso de donde proceden 2.
Otros hay, que muy hinchados de. vanidad, fiscalizan
las obras que no saben hacer, sin ver en las suyas lo que
hay que fiscalizar : ciegos para el conocimiento propio, y lin-
ces para el ageno; acriminan lo que no entienden , siendo
deÜnqüentes en lo mismo que acusan : muy loquaces para
el vituperio , y mudos para el aplauso. Estos son semejantes
a las moscas, que dexando lo sano d$ un cuerpo , solo van
a picar donde está la llaga : no con la discreción de la abe-
ja , que sabe buscar lo dulce y desechar lo amargo. Zangaños
de colmena que comen lo que no saben labrar; todo sober-
bia y vanidad , que exprimida no se sacará una gota de subs-
tancia. A estos comparara yo también á la higuera que mal-
dixo Christo Señor nuestro , pues muy populosa de hojas y
ramas, carecia totalmente de frutos : mudo geroglíñco de
una ignorante vanidad 3 : con cuyo artificioso engaño sue-
VZ B 2 len
1 Viri magistri sunt píctores, sectari;fontes rerum.undé aquse
qui primum ipsi esse.d.ehent artis manan!,nonvidere.C;'e./.2.Je ora?-,
scientissimi':' non respecta'usus so- 3 Cumque vidisset Jesús á lo'n-
lúm aticujus, séd iatetioris ratio- gé -8cutn habentetn tedia , venit,
nis, fundamentorumque, ut non si quid forte irtveniret in ea : &
modo sciant pingere;sed & quaré cum venisset ad eam,nihii invenir
quidque pingendum sit inteiiigant: prazter foiia. Tetare. n.
quod in prórsus paucis hodie re- Omnis arbor , quas non facít
perias. J¡? art. §. 67. fruetum bonum, excidetur, & in
2 Tardi ingenit est rivuioscon- ignem mittetur. 7^77. 7.
Jñz Mí)
yAo ¿7 A AvA
bios para otros. ¿Pero que diremos si en esto media aigun
ínteres i* No sé que estén libres del cargo de restitución.
Otros hay que solo saben para sí, y no para ensenar;
son puramente prácticos y nada scientíñcos; hacen lo que
saben , pero no saben lo que hacen i ; y estos son ios me-
nos perjudiciales, pues podran enseñar la practica aunque los
discípulos se queden a escuras de la teórica. A estos llamara
yo ¿mí/c/áózj, pues con injuria del arte defraudan a la Pintura
la prenda mas principal que la constituye noble , igualando-
la con los oficios serviles que solo se aprenden con la vista
y el uso, sin investigar la razón de sciencia ; de que se sigue
el impedir a los discípulos el curso para mayores progresos
y defraudarles el caudal, para resolver, las dificultades que
accidentalmente ocurren en el arte , y dar conveniente expe-
dición a los empeños que ofrecen obras de superior magni-
tud , quedándose suprimido un vivaz genio en la miseria de
copiante, sin lograr jamas la apreciadle gloria de inventor
eminente , que es el fin á donde se dirigen todas las espe-
culaciones de la Pintura. Ingenios perezosos que por no ca-
minar dos pasos mas, se contentan con tomar el agua de los
cenagosos arroyuelos, sin buscar el. cristalino manantial co-
pioso de donde proceden 2.
Otros hay, que muy hinchados de. vanidad, fiscalizan
las obras que no saben hacer, sin ver en las suyas lo que
hay que fiscalizar : ciegos para el conocimiento propio, y lin-
ces para el ageno; acriminan lo que no entienden , siendo
deÜnqüentes en lo mismo que acusan : muy loquaces para
el vituperio , y mudos para el aplauso. Estos son semejantes
a las moscas, que dexando lo sano d$ un cuerpo , solo van
a picar donde está la llaga : no con la discreción de la abe-
ja , que sabe buscar lo dulce y desechar lo amargo. Zangaños
de colmena que comen lo que no saben labrar; todo sober-
bia y vanidad , que exprimida no se sacará una gota de subs-
tancia. A estos comparara yo también á la higuera que mal-
dixo Christo Señor nuestro , pues muy populosa de hojas y
ramas, carecia totalmente de frutos : mudo geroglíñco de
una ignorante vanidad 3 : con cuyo artificioso engaño sue-
VZ B 2 len
1 Viri magistri sunt píctores, sectari;fontes rerum.undé aquse
qui primum ipsi esse.d.ehent artis manan!,nonvidere.C;'e./.2.Je ora?-,
scientissimi':' non respecta'usus so- 3 Cumque vidisset Jesús á lo'n-
lúm aticujus, séd iatetioris ratio- gé -8cutn habentetn tedia , venit,
nis, fundamentorumque, ut non si quid forte irtveniret in ea : &
modo sciant pingere;sed & quaré cum venisset ad eam,nihii invenir
quidque pingendum sit inteiiigant: prazter foiia. Tetare. n.
quod in prórsus paucis hodie re- Omnis arbor , quas non facít
perias. J¡? art. §. 67. fruetum bonum, excidetur, & in
2 Tardi ingenit est rivuioscon- ignem mittetur. 7^77. 7.
Jñz Mí)
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