38 MUSEO PICTORICO,
que en Italia llaman ¿ñz f , estudiar de ío
antiguo. Mediante lo qual se hicieron inmortales Micael An-
gel , Rafael de Urbino , Polidoro , Andrea del Sarto , Leo-
nardo de Yinci, y todos los de aquel siglo dichoso , á quien
siguió con bien conocidas ventajas la celebérrima escuela de
los Carachels, que ha dado a el mundo en tantos discípulos
eminentes otros tantos gigantes de esta facultad , como lo
acreditan sus obras en galerías, templos, y palacios de prín-
cipes. Y verdaderamente, que quien no logra el estudio de
estos milagros del arte , malogra totalmente la sazón del fru-
to de su habilidad. Y así muchos, y muy felices ingenios,
dotados altamente del cielo , han dexado de conseguir su úl-
tima perfección por faltarles esta parte. Sirva por todos de
exemplo el eminentísimo Alberto Durero , de quien viendo
Rafael algunos dibuxos hechos con aquella tan extremada
gracia que tenia , dixo : L ññ? ¿y <3
re A que el respondió quando
lo SUpO : ^77 J?/ jP¿7Áf 770 77<f-
¿ú? ?'f ¿y ; pero vemos claramente que se enga-
ñó , pues sus desnudos son tan lánguidos , y mezquinos, que
es lastima; y en los ayres de las cabezas , actitudes y ves-
tuarios le falta una gracia y donayre , que haría mucho mas
sublime su habilidad. Es verdad que este gran sugeto, y otros
muchos de los siglos pasados , no solo en aquellas regiones,
sino mas principalmente en España, tuvieron la desgracia
de no alcanzar las obras eminentes, que en las estampas, y
libros, como dixe , nos banquea la diligente aplicación de
los italianos y franceses, sin omitir las mas celebres estatuas,
transferidas a nuestros estudios en proporcionados tamaños,
haciendo negociación de nuestro propio ínteres. Llegándose
a esto las excelentes pinturas de los extrangeros mas eminen-
tes , con repetidas obras del Leseo , executadas por ellos mis-
mos , como se ve en el Escorial, en los palacios reales, y
algunos de los templos de esta corte. Todo lo qual puede
suplir mucho, y aun todo , habiendo gran genio, en los que
la fortuna les negó la ocasión de desfrutar aquellos fértiles,
quanto dichosos países.
§. I I
T
JL amblen importara, mucho a el principiante copiar algu-
nas otras cosas inanimadas, como ñores, ñutas, y algunas va-
sijas , y trastos de cocina, para ir perdiendo el miedo á copiar
el natural, e ir tomando practica y conocimiento del claro y
obscuro. También copiara algunas aves y caza muerta , ob-
servando en cada cosa la simetría , color y tintas, de que se
ccm-
que en Italia llaman ¿ñz f , estudiar de ío
antiguo. Mediante lo qual se hicieron inmortales Micael An-
gel , Rafael de Urbino , Polidoro , Andrea del Sarto , Leo-
nardo de Yinci, y todos los de aquel siglo dichoso , á quien
siguió con bien conocidas ventajas la celebérrima escuela de
los Carachels, que ha dado a el mundo en tantos discípulos
eminentes otros tantos gigantes de esta facultad , como lo
acreditan sus obras en galerías, templos, y palacios de prín-
cipes. Y verdaderamente, que quien no logra el estudio de
estos milagros del arte , malogra totalmente la sazón del fru-
to de su habilidad. Y así muchos, y muy felices ingenios,
dotados altamente del cielo , han dexado de conseguir su úl-
tima perfección por faltarles esta parte. Sirva por todos de
exemplo el eminentísimo Alberto Durero , de quien viendo
Rafael algunos dibuxos hechos con aquella tan extremada
gracia que tenia , dixo : L ññ? ¿y <3
re A que el respondió quando
lo SUpO : ^77 J?/ jP¿7Áf 770 77<f-
¿ú? ?'f ¿y ; pero vemos claramente que se enga-
ñó , pues sus desnudos son tan lánguidos , y mezquinos, que
es lastima; y en los ayres de las cabezas , actitudes y ves-
tuarios le falta una gracia y donayre , que haría mucho mas
sublime su habilidad. Es verdad que este gran sugeto, y otros
muchos de los siglos pasados , no solo en aquellas regiones,
sino mas principalmente en España, tuvieron la desgracia
de no alcanzar las obras eminentes, que en las estampas, y
libros, como dixe , nos banquea la diligente aplicación de
los italianos y franceses, sin omitir las mas celebres estatuas,
transferidas a nuestros estudios en proporcionados tamaños,
haciendo negociación de nuestro propio ínteres. Llegándose
a esto las excelentes pinturas de los extrangeros mas eminen-
tes , con repetidas obras del Leseo , executadas por ellos mis-
mos , como se ve en el Escorial, en los palacios reales, y
algunos de los templos de esta corte. Todo lo qual puede
suplir mucho, y aun todo , habiendo gran genio, en los que
la fortuna les negó la ocasión de desfrutar aquellos fértiles,
quanto dichosos países.
§. I I
T
JL amblen importara, mucho a el principiante copiar algu-
nas otras cosas inanimadas, como ñores, ñutas, y algunas va-
sijas , y trastos de cocina, para ir perdiendo el miedo á copiar
el natural, e ir tomando practica y conocimiento del claro y
obscuro. También copiara algunas aves y caza muerta , ob-
servando en cada cosa la simetría , color y tintas, de que se
ccm-