54
Daniel Ruiz Cancino
muestran una manera de estandarizar socialmente el paso del muerto al mundo
de los ancestros, predominio de las fuerzas divinas.24
La tumba de Huitzilapa, ubicada en el municipio de Magdalena, Jalisco
ha aportado información valiosa para el entendimiento de estas implicaciones.
La tumba fue descubierta en 1993 por los arqueólogos Lorenza López Mesías y
Jorge Ramos, ellos realizaron una exhaustiva excavación llegando a encontrar
correlaciones con elementos de carácter mesoamericano.
La sepultura dentro del espacio arquitectónico del sitio presenta una dis-
tribución particular, ya que fue colocada en una plaza en la parte oeste, dicha
plaza presento cuatro basamentos que se orientaron de manera cruciforme ha-
cia los rumbos geográficos y se rodeó por un muro perimetral que impedía el
libre acceso. El basamento ubicado al lado sur de la plaza sirvió para colocar
la tumba, con un tiro que después de 7 m presento dos cámaras mortuorias co-
locadas en sentido norte-sur, en estos dos sepulcros se ubicaron a seis persona-
jes tres hombres y tres mujeres distribuidos en ambas cámaras con un rico ajuar
funerario.
La interpretación de los cuerpos se relaciona con sus condiciones en tan-
to a masculino, femenino y a su rango dentro del grupo social al que pertene-
cen. López Mestas25 identifica en la distribución de los individuos la manifesta-
ción del universo dual mesoamericano, la colocación de los cueipos orientados
con la cabeza hacia el tiro de la tumba y distribuidos tres en la cámara norte dos
hombres y una mujer, y tres en la cámara sur dos mujeres y un hombre; en esta
disposición las osamentas de las mujeres se encuentran al lado izquierdo de los
hombres reproduciendo la posición dual.26
Este conjunto de elementos, como son la decisión de la ubicación de la se-
pultura dentro del conjunto arquitectónico, la orientación de las cámaras fune-
rarias y el espacio sepulcral con individuos y ofrendas; todos distribuidos en un
espacio particular, dan forma a un universo idealizado. Donde cada parte for-
ma un componente esencial, que tiene que ver con la manifestación social de un
acatamiento a las fuerzas divinizadas; fuerza manifestada por la ubicación de
cada elemento colocado al momento del rito mortuorio. Reforzando esta idea,
se puede agregar la orientación de los muertos dentro de los sepulcros; la posi-
ción observada con mayor incidencia de estos entierros registrados es en decú-
bito dorsal con la cabeza en dirección del tiro, lo cual indica una probable me-
táfora del paso del difunto a otro estado, la bóveda funcionaría como útero y el
tiro referencia del conducto uterino. El mito dual vida-muerte.
24 González 1983.
25 López Mestas 2011.
26 López Mestas 2011: 435.
Daniel Ruiz Cancino
muestran una manera de estandarizar socialmente el paso del muerto al mundo
de los ancestros, predominio de las fuerzas divinas.24
La tumba de Huitzilapa, ubicada en el municipio de Magdalena, Jalisco
ha aportado información valiosa para el entendimiento de estas implicaciones.
La tumba fue descubierta en 1993 por los arqueólogos Lorenza López Mesías y
Jorge Ramos, ellos realizaron una exhaustiva excavación llegando a encontrar
correlaciones con elementos de carácter mesoamericano.
La sepultura dentro del espacio arquitectónico del sitio presenta una dis-
tribución particular, ya que fue colocada en una plaza en la parte oeste, dicha
plaza presento cuatro basamentos que se orientaron de manera cruciforme ha-
cia los rumbos geográficos y se rodeó por un muro perimetral que impedía el
libre acceso. El basamento ubicado al lado sur de la plaza sirvió para colocar
la tumba, con un tiro que después de 7 m presento dos cámaras mortuorias co-
locadas en sentido norte-sur, en estos dos sepulcros se ubicaron a seis persona-
jes tres hombres y tres mujeres distribuidos en ambas cámaras con un rico ajuar
funerario.
La interpretación de los cuerpos se relaciona con sus condiciones en tan-
to a masculino, femenino y a su rango dentro del grupo social al que pertene-
cen. López Mestas25 identifica en la distribución de los individuos la manifesta-
ción del universo dual mesoamericano, la colocación de los cueipos orientados
con la cabeza hacia el tiro de la tumba y distribuidos tres en la cámara norte dos
hombres y una mujer, y tres en la cámara sur dos mujeres y un hombre; en esta
disposición las osamentas de las mujeres se encuentran al lado izquierdo de los
hombres reproduciendo la posición dual.26
Este conjunto de elementos, como son la decisión de la ubicación de la se-
pultura dentro del conjunto arquitectónico, la orientación de las cámaras fune-
rarias y el espacio sepulcral con individuos y ofrendas; todos distribuidos en un
espacio particular, dan forma a un universo idealizado. Donde cada parte for-
ma un componente esencial, que tiene que ver con la manifestación social de un
acatamiento a las fuerzas divinizadas; fuerza manifestada por la ubicación de
cada elemento colocado al momento del rito mortuorio. Reforzando esta idea,
se puede agregar la orientación de los muertos dentro de los sepulcros; la posi-
ción observada con mayor incidencia de estos entierros registrados es en decú-
bito dorsal con la cabeza en dirección del tiro, lo cual indica una probable me-
táfora del paso del difunto a otro estado, la bóveda funcionaría como útero y el
tiro referencia del conducto uterino. El mito dual vida-muerte.
24 González 1983.
25 López Mestas 2011.
26 López Mestas 2011: 435.