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Serrano Arias, Ulises Sebastián; Gaytán Villalpando, Beatriz Adriana: El murciélago se hizo eterno entre colores y piedras preciosas
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Ulises Sebastián Serrano Arias, Beatriz Adriana Gaytán Villalpando
collar, dedos cortos con garras hacia amiba para dar utilidad a las ventosas ubi-
cadas en las palmas de las manos54, cejas, una cresta en forma de hoja y apén-
dice nasal distintiva con forma de herradura o silla de montar, concebido ge-
neralmente como deidad masculina portador del maxtlatl (nahua), choó o lana
(zapoteco) -taparrabos-.
En varios sitios arqueológicos de Oaxaca se han encontrado urnas funera-
rias con hechuras en forma de murciélago, vasos, estelas con el glifo represen-
tativo del quiróptero asociado al tiempo, como en el caso del glifo N y deidades
como la diosa 2J y el dios 5 Flor o Quiepelegayo55 [fig. 11], quienes portan ata-
víos propios del quiróptero, tales como un abanico de papel plegado en plena
referencia a la membrana alar y como parte del tocado, las orejas formadas por
dos mazorcas de recia plasticidad símbolo de la abundancia de las cosechas56, la
característica nariz y la mandíbula superior donde una vez más la dentición ca-
nina sobresale.57 El murciélago, a lado de la araña, el búho y el alacrán, se aso-
ciaba por lo general a la oscuridad, a la tierra y la muerte.58
[Fig. 11. Diosa Quiepelegayo (American Museum of Natural History, New York),
Mexicas.]
54 Procedentes de Teotitlán del Valle (Romero Sandoval 2013: 35).
55 Caso, Bernal 1952: 73.
56 Lo cual no es extraño, ya que también se han encontrado representaciones del dios Coci-
jo con tocados de murciélago siendo el primero una deidad fecundadora, de la lluvia y de la tie-
rra, teniendo al igual que el murciélago un origen semejante en el Preclásico (Muñoz Espino-
sa 2006: 21).
57 Caso 1982: 406.
58 Caso 1989: 175.
Ulises Sebastián Serrano Arias, Beatriz Adriana Gaytán Villalpando
collar, dedos cortos con garras hacia amiba para dar utilidad a las ventosas ubi-
cadas en las palmas de las manos54, cejas, una cresta en forma de hoja y apén-
dice nasal distintiva con forma de herradura o silla de montar, concebido ge-
neralmente como deidad masculina portador del maxtlatl (nahua), choó o lana
(zapoteco) -taparrabos-.
En varios sitios arqueológicos de Oaxaca se han encontrado urnas funera-
rias con hechuras en forma de murciélago, vasos, estelas con el glifo represen-
tativo del quiróptero asociado al tiempo, como en el caso del glifo N y deidades
como la diosa 2J y el dios 5 Flor o Quiepelegayo55 [fig. 11], quienes portan ata-
víos propios del quiróptero, tales como un abanico de papel plegado en plena
referencia a la membrana alar y como parte del tocado, las orejas formadas por
dos mazorcas de recia plasticidad símbolo de la abundancia de las cosechas56, la
característica nariz y la mandíbula superior donde una vez más la dentición ca-
nina sobresale.57 El murciélago, a lado de la araña, el búho y el alacrán, se aso-
ciaba por lo general a la oscuridad, a la tierra y la muerte.58
[Fig. 11. Diosa Quiepelegayo (American Museum of Natural History, New York),
Mexicas.]
54 Procedentes de Teotitlán del Valle (Romero Sandoval 2013: 35).
55 Caso, Bernal 1952: 73.
56 Lo cual no es extraño, ya que también se han encontrado representaciones del dios Coci-
jo con tocados de murciélago siendo el primero una deidad fecundadora, de la lluvia y de la tie-
rra, teniendo al igual que el murciélago un origen semejante en el Preclásico (Muñoz Espino-
sa 2006: 21).
57 Caso 1982: 406.
58 Caso 1989: 175.