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Serrano Arias, Ulises Sebastián; Gaytán Villalpando, Beatriz Adriana: El murciélago se hizo eterno entre colores y piedras preciosas
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El murciélago se hizo eterno entre colores y piedras preciosas
83
Códices
En los códices, la mayoría de origen mixteca pero con influencias del sur-
este y el altiplano central, como el Vaticanus B 3773M, el murciélago lia sido
representado con cabezas en cada una de las manos, brazos, corazones huma-
nos de las que emanan chorros de sangre. La acción de extraer dicho órgano vi-
tal y portar un pectoral ataviado con una cabeza humana lo coloca en ese espe-
cial peldaño que se le otorga a partir de la lámina 44 del Códice Borgia como el
Dador de la Vida. El quiróptero es encamado de forma similar a las encontra-
das en zonas terracalenteñas del Sur de México, por lo que su presencia en esta
zona de clima distinto puede obedecer a las amplias redes de comercio que da-
ban vitalidad a la cotidianidad mesoamericana. A lo largo de las láminas 24 a la
27 del Codex Vaticanus B [fig. 12], se representa al dios murciélago en tonali-
dades rojas, y solo una parte del rostro, alrededor del ojo, y los bordes inferio-
res de las extremidades son amarillas, así como la tonalidad de la piel del vien-
tre, la cual presente colores más claros. En esta representación el dios tiene un
aspecto mucho más parecido a un sacerdote con atavíos propios de la deidad,
conocido como Tlacatzinacantli, ya que de los brazos asoma, bajo la garra del
animal, una mano humana, sumado al ala membranosa oscura con algunos ele-
mentos relacionados con el jaguar que concluye con garras grandes correspon-
dientes al dedo gordo y pulgar por encima de las patas, de las manos del animal,
la protuberancia del hocico alargado, dientes pequeños y puntiagudos que lo
identifican en la especie quiróptera. Sin embargo, presenta una variante, faltán-
dole el extremo membranoso de la nariz, y sustituido por una especie de cuchi-
llo de pedernal. Sobre una roseta que se encuentra atrás, sobrepuesta a la parte
posterior del cinto, está fijado un cráneo y aunque su tocado no es el del dios de
la muerte se compone por fuertes símbolos como la venda frontal del dios solar,
adornada con chalchihuites -jade-, y la cabeza estilizada en forma de ave sobre
la frente, siendo en la parte posterior de la cabeza donde encontramos el gorro
cónico, mitad rojo, mitad negro característico de Quetzalcoatl, complementado
con plumas oscuras e instrumentos de autosacrificio.
64 También conocido como Codex Vaticanus B y Códice Fábrega es uno de los más impor-
tantes del Grupo Borgia, conservado en la Biblioteca Apostólica Vaticana de Roma, formado por
una tira de piel de venado constituido por diez piezas, con una longitud de 7.24 m., plegado en
forma de biombo con 49 hojas, su cubierta es de madera blanquecina y su lectura es de izquier-
da a derecha (Nayar 2009: 32).
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Códices
En los códices, la mayoría de origen mixteca pero con influencias del sur-
este y el altiplano central, como el Vaticanus B 3773M, el murciélago lia sido
representado con cabezas en cada una de las manos, brazos, corazones huma-
nos de las que emanan chorros de sangre. La acción de extraer dicho órgano vi-
tal y portar un pectoral ataviado con una cabeza humana lo coloca en ese espe-
cial peldaño que se le otorga a partir de la lámina 44 del Códice Borgia como el
Dador de la Vida. El quiróptero es encamado de forma similar a las encontra-
das en zonas terracalenteñas del Sur de México, por lo que su presencia en esta
zona de clima distinto puede obedecer a las amplias redes de comercio que da-
ban vitalidad a la cotidianidad mesoamericana. A lo largo de las láminas 24 a la
27 del Codex Vaticanus B [fig. 12], se representa al dios murciélago en tonali-
dades rojas, y solo una parte del rostro, alrededor del ojo, y los bordes inferio-
res de las extremidades son amarillas, así como la tonalidad de la piel del vien-
tre, la cual presente colores más claros. En esta representación el dios tiene un
aspecto mucho más parecido a un sacerdote con atavíos propios de la deidad,
conocido como Tlacatzinacantli, ya que de los brazos asoma, bajo la garra del
animal, una mano humana, sumado al ala membranosa oscura con algunos ele-
mentos relacionados con el jaguar que concluye con garras grandes correspon-
dientes al dedo gordo y pulgar por encima de las patas, de las manos del animal,
la protuberancia del hocico alargado, dientes pequeños y puntiagudos que lo
identifican en la especie quiróptera. Sin embargo, presenta una variante, faltán-
dole el extremo membranoso de la nariz, y sustituido por una especie de cuchi-
llo de pedernal. Sobre una roseta que se encuentra atrás, sobrepuesta a la parte
posterior del cinto, está fijado un cráneo y aunque su tocado no es el del dios de
la muerte se compone por fuertes símbolos como la venda frontal del dios solar,
adornada con chalchihuites -jade-, y la cabeza estilizada en forma de ave sobre
la frente, siendo en la parte posterior de la cabeza donde encontramos el gorro
cónico, mitad rojo, mitad negro característico de Quetzalcoatl, complementado
con plumas oscuras e instrumentos de autosacrificio.
64 También conocido como Codex Vaticanus B y Códice Fábrega es uno de los más impor-
tantes del Grupo Borgia, conservado en la Biblioteca Apostólica Vaticana de Roma, formado por
una tira de piel de venado constituido por diez piezas, con una longitud de 7.24 m., plegado en
forma de biombo con 49 hojas, su cubierta es de madera blanquecina y su lectura es de izquier-
da a derecha (Nayar 2009: 32).