Mujeres comunes nahuas, ciclo de vida
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Para penetrar en la concepción que poseían del ser humano y en los sentimientos
de expresión, consideraban encontrar respuestas a los misterios y destinos de la
existencia del hombre sobre la tierra a través de la poesía y de la prosa.
A partir de la conformación de los grupos sociales, es posible ubicar una
íntima relación y significación con el papel de la educación y las prácticas ten-
dientes a lograr el objetivo de educar en la sociedad prehispánica, especialmen-
te la mexica, debido a la existencia de escuelas creadas para mejorar y perfec-
cionar los valores humanos, éticos y culturales de dicha sociedad; muestra de
ello es la concepción de la labor de enseñar, y el papel de los tlamatinime, “sa-
bios” o “maestros”. Existían también los cuicapicque, “forjadores de cantos”,
encargados de la creación de cantos y poemas.3
Aquí cabría mencionar que se acostumbraba componer discursos poéti-
cos, para realzar algún acontecimiento -nacimiento, boda, muerte entre otros-.
Cuando un hijo o hija llegaba a la juventud era usual dirigirle discursos o versos
morales, conteniendo consejos que debía seguir en su comportamiento. Si la fa-
milia no estaba en condiciones de expresarse apropiadamente, con la solemni-
dad que requería la ocasión, se contrataba [para felicitar, alabar o lamentarse],
a personas especializadas en las formas retóricas tradicionales (en este caso,
de la poesía lírica -cuicatl “cantos”, “poemas” y huehuetl at olli “consejos”-4).
Entre los primeros estudios en tomo a la literatura náhuatl se encuentran
los de Bernardino de Sahagún, Historia General de las Cosas de Nueva Espa-
ña, continuados por distintos investigadores, hasta llegar a la obra de Angel
María Garibay Kintana, que, en Historia de la Literatura Náhuatl, brindó un
panorama de la creación artística -poesía lírica y prosa- de los nahuas, escudri-
ñándola desde diferentes enfoques -estéticos, lingüísticos y fonéticos-; asimis-
mo, estudió, transcribió y tradujo gran parte de la producción literaria náhuatl
[es considerado como el filólogo más reconocido, y consultado, debido al ri-
gor con el cual desarrolló sus investigaciones]. Al hacer una revisión de la obra
de Garibay, es posible considerar que tanto los poemas como los consejos eran
utilizados, en las instituciones existentes en la época prehispánica, para trans-
mitirlos de generación en generación y, tenerlos siempre presentes, con todo su
valor histórico y cultural asegurar la continuidad de la educación y de la filoso-
fía en la sociedad nahua.
3 La producción literaria en lengua náhuatl no sólo se hacía en la ciudad de Tenochtitlan, pues
existían poetas en diferentes puntos del Altiplano Central.
4 Los cuicatl [considerados como poesía lírica] reiteran el mismo asunto; tratan de reafirmar
las ideas que desean transmitirse al público, y, por tanto, vinculan el lenguaje cotidiano con el
poético. Los tlahtolli expresan la imaginación colectiva, y su creación está basada en los recuer-
dos históricos, vinculándolos con los antecedentes del grupo. Colocándolos en diversos momen-
tos, espaciales y temporales, para reflexión de los individuos.
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Para penetrar en la concepción que poseían del ser humano y en los sentimientos
de expresión, consideraban encontrar respuestas a los misterios y destinos de la
existencia del hombre sobre la tierra a través de la poesía y de la prosa.
A partir de la conformación de los grupos sociales, es posible ubicar una
íntima relación y significación con el papel de la educación y las prácticas ten-
dientes a lograr el objetivo de educar en la sociedad prehispánica, especialmen-
te la mexica, debido a la existencia de escuelas creadas para mejorar y perfec-
cionar los valores humanos, éticos y culturales de dicha sociedad; muestra de
ello es la concepción de la labor de enseñar, y el papel de los tlamatinime, “sa-
bios” o “maestros”. Existían también los cuicapicque, “forjadores de cantos”,
encargados de la creación de cantos y poemas.3
Aquí cabría mencionar que se acostumbraba componer discursos poéti-
cos, para realzar algún acontecimiento -nacimiento, boda, muerte entre otros-.
Cuando un hijo o hija llegaba a la juventud era usual dirigirle discursos o versos
morales, conteniendo consejos que debía seguir en su comportamiento. Si la fa-
milia no estaba en condiciones de expresarse apropiadamente, con la solemni-
dad que requería la ocasión, se contrataba [para felicitar, alabar o lamentarse],
a personas especializadas en las formas retóricas tradicionales (en este caso,
de la poesía lírica -cuicatl “cantos”, “poemas” y huehuetl at olli “consejos”-4).
Entre los primeros estudios en tomo a la literatura náhuatl se encuentran
los de Bernardino de Sahagún, Historia General de las Cosas de Nueva Espa-
ña, continuados por distintos investigadores, hasta llegar a la obra de Angel
María Garibay Kintana, que, en Historia de la Literatura Náhuatl, brindó un
panorama de la creación artística -poesía lírica y prosa- de los nahuas, escudri-
ñándola desde diferentes enfoques -estéticos, lingüísticos y fonéticos-; asimis-
mo, estudió, transcribió y tradujo gran parte de la producción literaria náhuatl
[es considerado como el filólogo más reconocido, y consultado, debido al ri-
gor con el cual desarrolló sus investigaciones]. Al hacer una revisión de la obra
de Garibay, es posible considerar que tanto los poemas como los consejos eran
utilizados, en las instituciones existentes en la época prehispánica, para trans-
mitirlos de generación en generación y, tenerlos siempre presentes, con todo su
valor histórico y cultural asegurar la continuidad de la educación y de la filoso-
fía en la sociedad nahua.
3 La producción literaria en lengua náhuatl no sólo se hacía en la ciudad de Tenochtitlan, pues
existían poetas en diferentes puntos del Altiplano Central.
4 Los cuicatl [considerados como poesía lírica] reiteran el mismo asunto; tratan de reafirmar
las ideas que desean transmitirse al público, y, por tanto, vinculan el lenguaje cotidiano con el
poético. Los tlahtolli expresan la imaginación colectiva, y su creación está basada en los recuer-
dos históricos, vinculándolos con los antecedentes del grupo. Colocándolos en diversos momen-
tos, espaciales y temporales, para reflexión de los individuos.