Panorama de los estudios sobre dechados en México
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Durante la etapa anterior, los dechados mexicanos se caracterizan por es-
tar comúnmente trabajados en seda sobre lino, por la presencia de franjas con
diseños trabajados en negativo y en colores crudos, ya sea con motivos vege-
tales o animales, destacando el motivo del águila bicéfala y emblemas amoro-
sos. También suelen lucir trabajos en la técnica actualmente llamada de filtiré
siciliano y de punto chato con hilos contados; imágenes de animales, insectos
o seres fantásticos, trabajados en hilo sencillo a partir del dibujo de su contorno
[fig. 4], Es interesante la presencia de estos últimos elementos pues sugiere que
fueron dispuestos a capricho de la autora, inclusive llegando a invadir el resto
de las tareas que luce el dechado. En ocasiones, estas piezas suelen presentar el
nombre de la ejecutante y la fecha de elaboración.
[Fig. 5. Dechado mexicano, María Ana Valiente y Sicilia, México, 1838, hilo de seda
teñido, bordado en soporte de lino con ligamento de tafetán, Colección Ruth Lechuga/
Museo Franz Mayen]
En el caso de gran parte de los dechados realizados durante el segundo ter-
cio del siglo XIX, la época de la que he encontrado más ejemplos, el orden de
las franjas de prácticas de bordado, la repetición sistemática de ciertos motivos
que revelan el empleo de patrones y la similitud entre los formatos de las pie-
zas, marcan las características comunes [fig. 5], De este grupo destaca el hecho
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Durante la etapa anterior, los dechados mexicanos se caracterizan por es-
tar comúnmente trabajados en seda sobre lino, por la presencia de franjas con
diseños trabajados en negativo y en colores crudos, ya sea con motivos vege-
tales o animales, destacando el motivo del águila bicéfala y emblemas amoro-
sos. También suelen lucir trabajos en la técnica actualmente llamada de filtiré
siciliano y de punto chato con hilos contados; imágenes de animales, insectos
o seres fantásticos, trabajados en hilo sencillo a partir del dibujo de su contorno
[fig. 4], Es interesante la presencia de estos últimos elementos pues sugiere que
fueron dispuestos a capricho de la autora, inclusive llegando a invadir el resto
de las tareas que luce el dechado. En ocasiones, estas piezas suelen presentar el
nombre de la ejecutante y la fecha de elaboración.
[Fig. 5. Dechado mexicano, María Ana Valiente y Sicilia, México, 1838, hilo de seda
teñido, bordado en soporte de lino con ligamento de tafetán, Colección Ruth Lechuga/
Museo Franz Mayen]
En el caso de gran parte de los dechados realizados durante el segundo ter-
cio del siglo XIX, la época de la que he encontrado más ejemplos, el orden de
las franjas de prácticas de bordado, la repetición sistemática de ciertos motivos
que revelan el empleo de patrones y la similitud entre los formatos de las pie-
zas, marcan las características comunes [fig. 5], De este grupo destaca el hecho