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Natalia Fortuny
antropólogos forenses recorriendo el lugar, mientras el centro clandestino apa-
rece como pesado fondo de la imagen.
Una de estas fotos muestra a Cristina Gioglio, sobreviviente del centro
clandestino platense Pozo de Arana, en medio del plano general de un cemen-
terio de autos en un descampado. La imagen está tan movida que la retratada,
rodeada de autos viejos encimados y chatarra, se transparenta y su presencia
parece a punto de borrarse. Con poca claridad, llega a verse el contorno de un
cuerpo y la mano que sostiene un abrigo; y con casi ninguna claridad un rostro
borrado mira a cámara. Su perfil vibrante y difuminado se funde con el paisa-
je debajo del cual, según Zout, hay un cementerio de NN. El temblor de la mi-
rada crea una incertidumbre que impide sin embargo clarificar este o ningún
otro hecho. La molestia y el ruido presentes en esta foto la hacen trabajosa para
quien mira.
M. -tal como aparece mencionada en el epígrafe- y Nilda Eloy son otras
dos sobrevivientes retratadas por Zout con un recurso frecuente en su obra: el
de la doble exposición. En el caso de M., su cara doblemente expuesta y super-
puesta (unos segundos ojos aparecen en sus mejillas) mira a cámara desde el
centro iluminado de una foto oscurísima y movida, donde ella está vestida de
negro sobre un fondo también negro. Como un contrapunto de esta imagen, la
foto de Nilda es predominantemente blanca, tanto en el fondo como en la vesti-
menta de la retratada. En ella, Nilda mira a cámara de frente, con el pelo suelto
largo y canoso y, aunque en una primera mirada parecería un retrato convencio-
nal, pronto se observa alguna rareza que provoca extrañamiento. En un segun-
do momento, se aprecia que la cara de Nilda también está atravesada y arañada
por su propio cabello, ya que Zout hizo una doble exposición del negativo, re-
tratándola a la vez de frente y de espaldas. Así, la textura del cabello se sobre-
imprime a la foto toda, dando un aire extrañado, quizá como las huellas que el
trauma dan al sobreviviente. En este sentido, Zout ha dicho que:
Nilda es una persona que tiene el cabello muy largo y muy canoso. Y para
mí ese cabello significaba una insistencia de su juventud, una resisten-
cia a envejecer. Como esas personas que en algún punto quedaron fijadas
después de un hecho traumático en esa edad. (...) A mí me surgió que el
cabello de Nilda tenía que estar muy presente.17
Las exposiciones lentas -porque, según Zout, el tiempo tiene que fluir en
las fotos- y las exposiciones dobles confieren a las imágenes y a los retratados
una atmósfera movida y confusa que habitaba también en las fotos anteriores.
¿Cómo fotografiar a un sobreviviente? Encontrar el modo de hacerlo es el de-
safío que se propone la artista. Y sin embargo, aún cabe la pregunta por la falta
Zout 2011.
Natalia Fortuny
antropólogos forenses recorriendo el lugar, mientras el centro clandestino apa-
rece como pesado fondo de la imagen.
Una de estas fotos muestra a Cristina Gioglio, sobreviviente del centro
clandestino platense Pozo de Arana, en medio del plano general de un cemen-
terio de autos en un descampado. La imagen está tan movida que la retratada,
rodeada de autos viejos encimados y chatarra, se transparenta y su presencia
parece a punto de borrarse. Con poca claridad, llega a verse el contorno de un
cuerpo y la mano que sostiene un abrigo; y con casi ninguna claridad un rostro
borrado mira a cámara. Su perfil vibrante y difuminado se funde con el paisa-
je debajo del cual, según Zout, hay un cementerio de NN. El temblor de la mi-
rada crea una incertidumbre que impide sin embargo clarificar este o ningún
otro hecho. La molestia y el ruido presentes en esta foto la hacen trabajosa para
quien mira.
M. -tal como aparece mencionada en el epígrafe- y Nilda Eloy son otras
dos sobrevivientes retratadas por Zout con un recurso frecuente en su obra: el
de la doble exposición. En el caso de M., su cara doblemente expuesta y super-
puesta (unos segundos ojos aparecen en sus mejillas) mira a cámara desde el
centro iluminado de una foto oscurísima y movida, donde ella está vestida de
negro sobre un fondo también negro. Como un contrapunto de esta imagen, la
foto de Nilda es predominantemente blanca, tanto en el fondo como en la vesti-
menta de la retratada. En ella, Nilda mira a cámara de frente, con el pelo suelto
largo y canoso y, aunque en una primera mirada parecería un retrato convencio-
nal, pronto se observa alguna rareza que provoca extrañamiento. En un segun-
do momento, se aprecia que la cara de Nilda también está atravesada y arañada
por su propio cabello, ya que Zout hizo una doble exposición del negativo, re-
tratándola a la vez de frente y de espaldas. Así, la textura del cabello se sobre-
imprime a la foto toda, dando un aire extrañado, quizá como las huellas que el
trauma dan al sobreviviente. En este sentido, Zout ha dicho que:
Nilda es una persona que tiene el cabello muy largo y muy canoso. Y para
mí ese cabello significaba una insistencia de su juventud, una resisten-
cia a envejecer. Como esas personas que en algún punto quedaron fijadas
después de un hecho traumático en esa edad. (...) A mí me surgió que el
cabello de Nilda tenía que estar muy presente.17
Las exposiciones lentas -porque, según Zout, el tiempo tiene que fluir en
las fotos- y las exposiciones dobles confieren a las imágenes y a los retratados
una atmósfera movida y confusa que habitaba también en las fotos anteriores.
¿Cómo fotografiar a un sobreviviente? Encontrar el modo de hacerlo es el de-
safío que se propone la artista. Y sin embargo, aún cabe la pregunta por la falta
Zout 2011.