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Davis, Fernando: Poéticas oblicuas: Edgardo Antonio Vigo en la Diagonal Cero
DOI Seite / Zitierlink:https://doi.org/10.11588/diglit.52433#0135
Poéticas oblicuas. Edgardo Antonio Vigo en la Diagonal Cero
131
[Fig. 11. Tapa y página final de la revista Diagonal Cero n° 28, La Plata, 1969. Archivo
Centro de Arte Experimental Vigo.]
El dispositivo de la página calada invitaba a escapar de los límites de la re-
vista y a desplazar la realización del “poema visual” en la deriva abierta por la
operación reiterada de enmarcar y desenmarcar el espacio, pasando la mirada
por el agujero circular. Una salida-de-marco que proponía, junto con el cierre
de la revista, el “señalamiento” del cotidiano desde la activación de una mirada
extrañada o deshabituada.71 La nueva poesía ya no pertenecía al territorio de la
página o de la revista, se había puesto fuera de sí para trasladarse al entorno y
a los cuerpos. Constituía, entonces más que nunca, una estrategia para afectar y
reinventar el mundo (y reinventarse).
71 En octubre de 1968 Vigo había realizado su primer señalamiento, Manojo de semáforos,
que consistió en la convocatoria a contemplar “desde el punto de vista estético” un semáforo ubi-
cado en el cruce de dos avenidas de la ciudad de La Plata. Coincidentemente publicó, bajo el se-
llo Diagonal Cero, el “Manifiesto Primera no-Presentación Blanca”, donde expuso la base con-
ceptual de su propuesta. Al respecto véase Davis 2009.
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[Fig. 11. Tapa y página final de la revista Diagonal Cero n° 28, La Plata, 1969. Archivo
Centro de Arte Experimental Vigo.]
El dispositivo de la página calada invitaba a escapar de los límites de la re-
vista y a desplazar la realización del “poema visual” en la deriva abierta por la
operación reiterada de enmarcar y desenmarcar el espacio, pasando la mirada
por el agujero circular. Una salida-de-marco que proponía, junto con el cierre
de la revista, el “señalamiento” del cotidiano desde la activación de una mirada
extrañada o deshabituada.71 La nueva poesía ya no pertenecía al territorio de la
página o de la revista, se había puesto fuera de sí para trasladarse al entorno y
a los cuerpos. Constituía, entonces más que nunca, una estrategia para afectar y
reinventar el mundo (y reinventarse).
71 En octubre de 1968 Vigo había realizado su primer señalamiento, Manojo de semáforos,
que consistió en la convocatoria a contemplar “desde el punto de vista estético” un semáforo ubi-
cado en el cruce de dos avenidas de la ciudad de La Plata. Coincidentemente publicó, bajo el se-
llo Diagonal Cero, el “Manifiesto Primera no-Presentación Blanca”, donde expuso la base con-
ceptual de su propuesta. Al respecto véase Davis 2009.