ADICIONES Á PINTURAS SAGRADAS.
CAPITULO XIII.
EN QUE SE PASA ADELANTE EN EL ACIERTO DE LAS SAGRADAS PINTURAS.
Hasta aquí he seguido por orden la pintura de los
misterios de la niñez é infancia del Salvador y de
su madre Santísima, igualando los doce capítulos
del libro tercero con los dos libros primeros : en este
tomaremos licencia de alargarnos á otros dos capí-
tulos más, por no dejar tan importante materia cor-
tada é imperfecta y lograr lo que tengo observado
tocando en algunas historias sagradas y pinturas de
santos particulares sin guardar orden.
TINTURA DEL BAUTISMO DE CRISTO Á LOS TREINTA AÑOS DE SU
EDAD.
En esta sagrada historia añado á la común pin-
tura siguiendo al P. Gerónino Nadal, ó por decir
mejor al texto de los Evangelistas, el poner á San p
Juan Bautista bautizando á Cristo (después de haber- '
lo conocido por divina revelación) como se suele
pintar, dentro del rio Jordán, vestido como se dirá en
su pintura, arrodillado sobre una peña y mucha gente
que acompaña la ribera que vienen á ser bautizados
por su mano (dice un autor moderno que en rigor el
Cristo f. 12.
CAPITULO XIII.
EN QUE SE PASA ADELANTE EN EL ACIERTO DE LAS SAGRADAS PINTURAS.
Hasta aquí he seguido por orden la pintura de los
misterios de la niñez é infancia del Salvador y de
su madre Santísima, igualando los doce capítulos
del libro tercero con los dos libros primeros : en este
tomaremos licencia de alargarnos á otros dos capí-
tulos más, por no dejar tan importante materia cor-
tada é imperfecta y lograr lo que tengo observado
tocando en algunas historias sagradas y pinturas de
santos particulares sin guardar orden.
TINTURA DEL BAUTISMO DE CRISTO Á LOS TREINTA AÑOS DE SU
EDAD.
En esta sagrada historia añado á la común pin-
tura siguiendo al P. Gerónino Nadal, ó por decir
mejor al texto de los Evangelistas, el poner á San p
Juan Bautista bautizando á Cristo (después de haber- '
lo conocido por divina revelación) como se suele
pintar, dentro del rio Jordán, vestido como se dirá en
su pintura, arrodillado sobre una peña y mucha gente
que acompaña la ribera que vienen á ser bautizados
por su mano (dice un autor moderno que en rigor el
Cristo f. 12.