132 ANNA WENDORFF
los elementos de este libro y que supera el canon occidental de creación y arte,
estan intimamente enraizados en el trazo perfecto de la linea.
La perfección del arte es en sí misma una abstracción de doble perfil; por
un lado el rasero nomológico de que el sentido se refiere a lo concreto como fi-
gurativo, y por otro lado aquel que no presume de lo visible, sino de lo invisi-
ble, no de lo que se ve, sino de lo que se oculta, esconde en su mundo interior.
En “El libro negro de los colores” es el mundo interior el que se dibuja y se de-
linea. En el sentido de lo abstracto y lo figurativo y el carácter fundacional que
ambos se plantean en la precisión del trazo de la línea, Gilles Deleuze y Félix
Guattari nos apuntan lo siguiente:
En su prefacio a Abstraction et Einfiihlung, Dora Vallier tiene razón
cuando sefiala la independencia respectiva de Worringer y de Kandins-
ky, y la diferencia de sus problemas. No obstante, sigue manteniendo
que entre ellos puede haber convergencia o resonancia. En cierto senti-
do, todo arte es abstracto, el arte figurativo sólo deriva de ciertos tipos de
abstracción. Pero, en otro sentido, si existen asi tipos de lineas muy dife-
rentes, geométrica-egipcia, orgánica-griega, Vital-gótica, etc., se trata de
determinar cuál sigue siendo abstracta o realiza la abstracción como tal.
Se puede dudar que sea la línea geométrica, en la medida en que esta to-
davía traza una figura, aunque sea abstracta o no representativa. La línea
abstracta sería más bien la que Michael Fried define a partir de ciertas
obras de Pollock: multidireccional, sin interior ni exterior, sin forma ni
fondo, que no delimita nada, que no describe un contorno, que pasa entre
las manchas y los puntos, que llena un espacio liso, que mezcla una mate-
ria visual háptica y próxima, que ,,atrae al ojo del espectador y al mismo
los elementos de este libro y que supera el canon occidental de creación y arte,
estan intimamente enraizados en el trazo perfecto de la linea.
La perfección del arte es en sí misma una abstracción de doble perfil; por
un lado el rasero nomológico de que el sentido se refiere a lo concreto como fi-
gurativo, y por otro lado aquel que no presume de lo visible, sino de lo invisi-
ble, no de lo que se ve, sino de lo que se oculta, esconde en su mundo interior.
En “El libro negro de los colores” es el mundo interior el que se dibuja y se de-
linea. En el sentido de lo abstracto y lo figurativo y el carácter fundacional que
ambos se plantean en la precisión del trazo de la línea, Gilles Deleuze y Félix
Guattari nos apuntan lo siguiente:
En su prefacio a Abstraction et Einfiihlung, Dora Vallier tiene razón
cuando sefiala la independencia respectiva de Worringer y de Kandins-
ky, y la diferencia de sus problemas. No obstante, sigue manteniendo
que entre ellos puede haber convergencia o resonancia. En cierto senti-
do, todo arte es abstracto, el arte figurativo sólo deriva de ciertos tipos de
abstracción. Pero, en otro sentido, si existen asi tipos de lineas muy dife-
rentes, geométrica-egipcia, orgánica-griega, Vital-gótica, etc., se trata de
determinar cuál sigue siendo abstracta o realiza la abstracción como tal.
Se puede dudar que sea la línea geométrica, en la medida en que esta to-
davía traza una figura, aunque sea abstracta o no representativa. La línea
abstracta sería más bien la que Michael Fried define a partir de ciertas
obras de Pollock: multidireccional, sin interior ni exterior, sin forma ni
fondo, que no delimita nada, que no describe un contorno, que pasa entre
las manchas y los puntos, que llena un espacio liso, que mezcla una mate-
ria visual háptica y próxima, que ,,atrae al ojo del espectador y al mismo