ARTE POPULAR, ARTE INGENUO Y ARTE FIGURATIVO... 145
Vemos entonces que el sello de su arte está resignificado en el surgimien-
to de un sentido pictórico que establece puentes y conexiones entre las formas
esenciales del arte popular, la realidad del mundo del artista, la simplicidad de
la vida transmutada en el concepto de la ingenuidad, del juego o de la infan-
cia e igualmente el advenimiento de una cosmovisión hagiográfica y hierofáni-
ca sobre una gran cantidad de sus obras. Bárbaro Rivas como tantos otros de
su ćpoca y posteriores (Verbigracia; Salvador Valero, Juan Félix Sánchez, Ma-
ria Isabel Ribas, Feliciano Carballo, Felicinda Salazar, etc. ) afrontaron el hecho
plástico a partir del mundo local y personal, desenraizado de un arte modelar.
Todos estos elementos mencionados son parte de un universo estelar que se re-
pite una y otra vez. En su cuadro “La Sagrada Familia”!! de 1952, estas repre-
sentaciones saltan a la vista confirmandonos su presencia casi obsesiva.
Tal como podemos observar en la imagen anterior un arte bordeado por lo
autobiográfico los espacios de Caruto o de El Calvario, la mujer y sus labores
domésticas (rayano siempre entre el límite de la cordura y la locura), a su vez
la construcción a su vez de un mundo cargado de religiosidad, magia, supers-
ticion; asi como la mirada en perspectiva doble (planos bidimensionales y tri-
!! Rivas, La Sagrada Familia.
Vemos entonces que el sello de su arte está resignificado en el surgimien-
to de un sentido pictórico que establece puentes y conexiones entre las formas
esenciales del arte popular, la realidad del mundo del artista, la simplicidad de
la vida transmutada en el concepto de la ingenuidad, del juego o de la infan-
cia e igualmente el advenimiento de una cosmovisión hagiográfica y hierofáni-
ca sobre una gran cantidad de sus obras. Bárbaro Rivas como tantos otros de
su ćpoca y posteriores (Verbigracia; Salvador Valero, Juan Félix Sánchez, Ma-
ria Isabel Ribas, Feliciano Carballo, Felicinda Salazar, etc. ) afrontaron el hecho
plástico a partir del mundo local y personal, desenraizado de un arte modelar.
Todos estos elementos mencionados son parte de un universo estelar que se re-
pite una y otra vez. En su cuadro “La Sagrada Familia”!! de 1952, estas repre-
sentaciones saltan a la vista confirmandonos su presencia casi obsesiva.
Tal como podemos observar en la imagen anterior un arte bordeado por lo
autobiográfico los espacios de Caruto o de El Calvario, la mujer y sus labores
domésticas (rayano siempre entre el límite de la cordura y la locura), a su vez
la construcción a su vez de un mundo cargado de religiosidad, magia, supers-
ticion; asi como la mirada en perspectiva doble (planos bidimensionales y tri-
!! Rivas, La Sagrada Familia.