El murciélago se hizo eterno entre colores y piedras preciosas
69
al instante le cortó la cabeza Camazotz y el cuerpo de Xhunahpu quedo
decapitado. Nuevamente preguntó Xbalanque - ¿No ha amanecido toda-
vía? Pero Xhunahpu no se movía. - ¿A dónde se ha ido Xhunahpu? ¿Qué
es lo que has hecho? Pero no se movía, y permanecía callado. Entonces
se sintió avergonzado Xbalanque y exclamó: - ¡Desgraciados de noso-
tros! Estamos completamente vencidos. Fueron en seguida a colgar la ca-
beza sobre el juego de pelota por orden expresa de Hun Carne y Vucub-
Came, y todos los de Xibalba se regocijaron por lo que había sucedido
a la cabeza de Hunahpu (...) El llamado Xecotcovach llegó y les vació
los ojos; Camazotz vino a cortarles la cabeza (...) Muchos sabios vinie-
ron entonces del cielo. El Corazón del Cielo, Huracán, vinieron a cerner-
se sobre la Casa de los Murciélagos.25
Camazotz como personaje de gran riqueza simbólica el cual debió recibir
gran atención por parte de las sociedades mayas a lo largo de toda la era prehis-
pánica, se ha encontrado en diversas representaciones, mayormente en vasijas
de cerámica tanto en el altiplano como en las tierras bajas siempre en actitud
amenazante y de aspecto cruel. Camazotz es un término acuñado en las tierras
mayas y que literalmente significa “murciélago de la muerte”, y no tanto porque
el ataque de este animal sea causa de ella como se ve narrado en las líneas ya re-
visadas del Popol Vuh, sino porque él es en sí mismo la muerte, ya que de entre
todos los seres que habitan las tinieblas, el murciélago fue elegido como el sím-
bolo principal, esto debido a que en su estructura se encontraron características
únicas: habitante de las cuevas, rutas inequívocas al mundo de los muertos, ani-
mal de la noche, de la oscuridad y de vuelo sagaz, ágil e inteligente.
Por su compleja naturaleza, el murciélago resulta ser en una sola esencia
buena metáfora respecto a la situación de la muerte y la humanidad, seres que
ya no son pero que tampoco han dejado de ser. Así es como los gemelos prota-
gonistas del Popol Vuh se enfrentan por vez primera con la muerte en un sutil
balance de fuerzas conceptuales, la vida y la luz contra los preceptos de muer-
te y oscuridad, los dos polos principales de la cosmogonía maya, amanecer y
crepúsculo, ambas facetas de Venus, y momentos donde el astro rey, el Sol, en
su recorrido por el firmamento agoniza. Habían pasado cierto tiempo escondi-
dos dentro de sus cerbatanas, pero acuciados por la necesidad de amanecer, de
experimentar la llegada de su propia luz que se producía al termino de cada no-
che pasada en la casa de tormento de Xibalba, deciden asomar la cabeza, o sea
exactamente surgir por el horizonte como astros de claridad -puesto que los ge-
melos actúan a lo largo de todo el relato en sus papeles de cuerpos astrales, lo
que, siguiendo una secuencia de estilo literario, sería imposible hasta el desen-
lace final, pero que en la mentalidad maya, donde el tiempo no es lineal, no sólo
25 Romero Sandoval 2012: 30, 56, 88-90.
69
al instante le cortó la cabeza Camazotz y el cuerpo de Xhunahpu quedo
decapitado. Nuevamente preguntó Xbalanque - ¿No ha amanecido toda-
vía? Pero Xhunahpu no se movía. - ¿A dónde se ha ido Xhunahpu? ¿Qué
es lo que has hecho? Pero no se movía, y permanecía callado. Entonces
se sintió avergonzado Xbalanque y exclamó: - ¡Desgraciados de noso-
tros! Estamos completamente vencidos. Fueron en seguida a colgar la ca-
beza sobre el juego de pelota por orden expresa de Hun Carne y Vucub-
Came, y todos los de Xibalba se regocijaron por lo que había sucedido
a la cabeza de Hunahpu (...) El llamado Xecotcovach llegó y les vació
los ojos; Camazotz vino a cortarles la cabeza (...) Muchos sabios vinie-
ron entonces del cielo. El Corazón del Cielo, Huracán, vinieron a cerner-
se sobre la Casa de los Murciélagos.25
Camazotz como personaje de gran riqueza simbólica el cual debió recibir
gran atención por parte de las sociedades mayas a lo largo de toda la era prehis-
pánica, se ha encontrado en diversas representaciones, mayormente en vasijas
de cerámica tanto en el altiplano como en las tierras bajas siempre en actitud
amenazante y de aspecto cruel. Camazotz es un término acuñado en las tierras
mayas y que literalmente significa “murciélago de la muerte”, y no tanto porque
el ataque de este animal sea causa de ella como se ve narrado en las líneas ya re-
visadas del Popol Vuh, sino porque él es en sí mismo la muerte, ya que de entre
todos los seres que habitan las tinieblas, el murciélago fue elegido como el sím-
bolo principal, esto debido a que en su estructura se encontraron características
únicas: habitante de las cuevas, rutas inequívocas al mundo de los muertos, ani-
mal de la noche, de la oscuridad y de vuelo sagaz, ágil e inteligente.
Por su compleja naturaleza, el murciélago resulta ser en una sola esencia
buena metáfora respecto a la situación de la muerte y la humanidad, seres que
ya no son pero que tampoco han dejado de ser. Así es como los gemelos prota-
gonistas del Popol Vuh se enfrentan por vez primera con la muerte en un sutil
balance de fuerzas conceptuales, la vida y la luz contra los preceptos de muer-
te y oscuridad, los dos polos principales de la cosmogonía maya, amanecer y
crepúsculo, ambas facetas de Venus, y momentos donde el astro rey, el Sol, en
su recorrido por el firmamento agoniza. Habían pasado cierto tiempo escondi-
dos dentro de sus cerbatanas, pero acuciados por la necesidad de amanecer, de
experimentar la llegada de su propia luz que se producía al termino de cada no-
che pasada en la casa de tormento de Xibalba, deciden asomar la cabeza, o sea
exactamente surgir por el horizonte como astros de claridad -puesto que los ge-
melos actúan a lo largo de todo el relato en sus papeles de cuerpos astrales, lo
que, siguiendo una secuencia de estilo literario, sería imposible hasta el desen-
lace final, pero que en la mentalidad maya, donde el tiempo no es lineal, no sólo
25 Romero Sandoval 2012: 30, 56, 88-90.