La dinámica cultural de una sociedad mediante. ..
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la liberación de los esclavos por la Congregación Benedictina de Brasil, la pro-
ducción de cerámica entró en colapso y la hacienda quebró. En 1922, fue ex-
propiada por el gobierno federal, teniendo en vista la urbanización de aquella
zona pantanosa e improductiva19.
A la orilla del Ría Guandu - Teniendo en vista la diversidad geográfica del
Estado de Rio de Janeiro, los benedictinos fluminenses supieron sacar provecho
de los “factores físicos como determinantes de poder”20 e instalaron la crianza
de ganado vacuno en las tierras que poseían en Campo Grande, a la orilla del
Río Guandu, desde el año 159121. Geográficamente, ésa parece haber sido una
estrategia para burlar las dificultades de transporte de la producción hecha en
los territorios distantes de la ciudad y que no contaban con los canales hídricos
que permitían la navegación. Por otro lado, el ganado vacuno era un producto
que podía recorrer con sus propios pies los caminos que lo conducía al matade-
ro, guiado por algunos capataces. Al inicio de la década de 1770, el monasterio
ya no poseía las tierras de la región de Guandu22.
Desde Gávea hasta Barra da Tijuca - En 1620, Diogo de Brito donó a los
benedictinos otra tierra que se extendía desde Gávea hasta Barra da Tijuca23.
Según Laurentino Gomes, “en 1820, un terreno a los pies del Cerro Dois Ir-
máos” fue donado por los benedictinos a Miguel Nunes Vidigal, militar que
imponía órdenes a pandemonios realizados por cautivos fugitivos que se refu-
giaban en la selva costera de la capital fluminense. Tal camino, a partir de la dé-
cada de 1940, pasó a ser invadido por migrantes, transformando el área cono-
cida actualmente como Favela do Vidigal24. Aunque no citando las respectivas
fuentes, las informaciones de Rocha y Gomes no deben ser ignoradas. Hodier-
namente el monasterio no posee terreno alguno en la zona citada anteriormente.
Ilha das Cobras - Esa isla fue comprada por el monasterio en el año 1593
y mantenida bajo su poder hasta 1910, cuando entonces, para resolver las cues-
tiones iniciadas durante el régimen portugués y continuadas en los regímenes
imperial y republicano, D. Gerardo van Caloen la entregó al gobierno federal.
Durante el opulento periodo de la agropecuaria benedictina en tierras fluminen-
ses, la Ilha das Cobras sirvió de almacén y estabulaba el ganado que llegaba
de las haciendas para ser abatido en la ciudad25. Cerca de 1730, el gobernador
Luis Vahia Monteiro (1725-1732) mandó demoler las instalaciones existen-
19 Rocha 1991: 62.
20 Becker 2011: 276.
21 Dietario-. 9; Rocha 1991: 62.
22 Dietario-. 9; Rocha 1991: 63.
23 Rocha 1991: 56.
24 Gomes 2007: 235.
25 Rocha 1991: 77.
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la liberación de los esclavos por la Congregación Benedictina de Brasil, la pro-
ducción de cerámica entró en colapso y la hacienda quebró. En 1922, fue ex-
propiada por el gobierno federal, teniendo en vista la urbanización de aquella
zona pantanosa e improductiva19.
A la orilla del Ría Guandu - Teniendo en vista la diversidad geográfica del
Estado de Rio de Janeiro, los benedictinos fluminenses supieron sacar provecho
de los “factores físicos como determinantes de poder”20 e instalaron la crianza
de ganado vacuno en las tierras que poseían en Campo Grande, a la orilla del
Río Guandu, desde el año 159121. Geográficamente, ésa parece haber sido una
estrategia para burlar las dificultades de transporte de la producción hecha en
los territorios distantes de la ciudad y que no contaban con los canales hídricos
que permitían la navegación. Por otro lado, el ganado vacuno era un producto
que podía recorrer con sus propios pies los caminos que lo conducía al matade-
ro, guiado por algunos capataces. Al inicio de la década de 1770, el monasterio
ya no poseía las tierras de la región de Guandu22.
Desde Gávea hasta Barra da Tijuca - En 1620, Diogo de Brito donó a los
benedictinos otra tierra que se extendía desde Gávea hasta Barra da Tijuca23.
Según Laurentino Gomes, “en 1820, un terreno a los pies del Cerro Dois Ir-
máos” fue donado por los benedictinos a Miguel Nunes Vidigal, militar que
imponía órdenes a pandemonios realizados por cautivos fugitivos que se refu-
giaban en la selva costera de la capital fluminense. Tal camino, a partir de la dé-
cada de 1940, pasó a ser invadido por migrantes, transformando el área cono-
cida actualmente como Favela do Vidigal24. Aunque no citando las respectivas
fuentes, las informaciones de Rocha y Gomes no deben ser ignoradas. Hodier-
namente el monasterio no posee terreno alguno en la zona citada anteriormente.
Ilha das Cobras - Esa isla fue comprada por el monasterio en el año 1593
y mantenida bajo su poder hasta 1910, cuando entonces, para resolver las cues-
tiones iniciadas durante el régimen portugués y continuadas en los regímenes
imperial y republicano, D. Gerardo van Caloen la entregó al gobierno federal.
Durante el opulento periodo de la agropecuaria benedictina en tierras fluminen-
ses, la Ilha das Cobras sirvió de almacén y estabulaba el ganado que llegaba
de las haciendas para ser abatido en la ciudad25. Cerca de 1730, el gobernador
Luis Vahia Monteiro (1725-1732) mandó demoler las instalaciones existen-
19 Rocha 1991: 62.
20 Becker 2011: 276.
21 Dietario-. 9; Rocha 1991: 62.
22 Dietario-. 9; Rocha 1991: 63.
23 Rocha 1991: 56.
24 Gomes 2007: 235.
25 Rocha 1991: 77.