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Sztuka Ameryki Łacińskiej — 2.2012

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Isidoro, Alberto Martín: Revisitando el orden zoomorfo: diseño decorativo en las riberas del Titicaca
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https://doi.org/10.11588/diglit.52436#0028
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Alberto Martín Isidoro

pared, es ilusoria. En cuanto a lo simbólico, es dudosa toda asociación con la
mitología indígena, si pensamos que a fines del siglo XVII aún se consideraba
a los pobladores de estas tierras como cristianos recién convertidos con incli-
naciones a la idolatría y se advertía no adornar con figuras que los naturales te-
nían por divinas.
Pero en las Yndias, como los Yndios originarios de aquellos países, to-
dauía son recien conuertidos a la Fe, y esta tiene tan pocos años de po-
ssession, en los corazones de los descendientes de su antigua gentilidad,
aunque ay muy buenos Chistianos entre ellos, todauia ay muchos flacos,
y porque (siendo todos generalmente de naturales facilimos de mudarse,
ó ya sea de malicia, ó ya sea de flaqueza) suele suceder, que se bueluen
a los Ydolos, y á sus ritos, y ceremonias antiguas, no se permiten guardar,
ni conseruar sus Ydolos, ni sus Huacas, ni por raęon de memoria, y de-
monstracion de la antigüedad: Con que pongan gran cuydado los Prela-
dos y sus Ministros y los mismos Doctrineros, en quitarles de los ojos
todo aquello, no solo que manifiestamente fue Ydolo adorado, ó Huacas
celebradas de los antiguos, sino aun aquellas cosas, que se pueden sospe-
char, aunque sea con leues congeturas, que tiene visos de antigüedad en-
tre ellos, y que se puede temer, por conueniencia, ó semejanza a las otras,
que adorauan, que las tengan por diuinas: y assi se tiene mandado, que no
solo en las Yglesias, sino que en ninguna parte, ni publica, ni secreta de
los pueblos de los Yndios, se pinte el Sol, la Luna, ni los Estrellas; y en
muchas partes, ni animales terrestres, volatiles, ni marinos, especialmen-
te algunas especies de ellos, por quitarles la ocasión de boluer (como esta
dicho) á sus antiguos delirios, y disparates14.
Sin embargo, esto no significa que el factor indígena no fuera un determi-
nante en cuanto al desarrollo que tuvo el orden zoomorfo y, en esto, seguiré a
Wethey15 que atribuye su existencia a la predilección por lo fantástico que para
él es innata en la mentalidad indígena y se manifestaría vigorosamente ya en el
arte prehispánico.
Mesa y Gisbert16 habían identificado capiteles de: delfines estilizados -
con su hocico a veces muy levantado y enrollado hacia atrás, y de cuerpo es-
camado - en los altares mayor de Pomata y del crucero de Jesús de Machaca,
en los púlpitos de Achacachi, Ancoraimes y nuevamente en Jesús de Machaca,
además de la pintura mural del baptisterio de Carabuco; águilas en el altar ma-
yor Callapa; y, caballos marinos en el altar mayor de Hatuncolla - cuyos fustes
son salomónicos salvo el de Callapa -. Ellos presumen, en relación a los frescos
de Carabuco, que este orden aparece hacia 1740. Sin embargo, hay otros ejem-
14 Melendez 1681: 62.
15 Wethey 1949: 238.
16 Mesa-Gisbert 1972.
 
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