La dinámica cultural de una sociedad mediante. ..
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la semana60. Los religiosos también leían en la ejecución de esos piadosos ejer-
cicios un doble aspecto caritativo: la alabanza divina y la concesión de un mo-
mento de ocio. La asistencia sacramental les era asegurada desde el nacimiento
hasta los funerales. Inicialmente los cautivos que vivían alrededor del monas-
terio eran sepultados en un cementerio particular y que ocupaba el espacio uti-
lizado actualmente por la Companhia Estadual de Agua e Esgoto. Más tarde
empezaron a recibir sepultura en la Iglesia Abacial61. Los que vivían en las ha-
ciendas eran sepultados en el interior de las respectivas capillas. Las exequias
eran celebradas mediante el cumplimiento de todos los preceptos del ritual
y era rezada una seria de diez Misas en sufragio del alma del difunto. Una vez
al año, los monjes rezaban el oficio de difuntos en memoria de todos los cau-
tivos fallecidos. En los demás establecimientos había igualmente una celebra-
ción anual subsecuente a la fiesta del santo patrono de la respectiva hacienda62.
Esclavo de esclavo - En los días de vacación era permitido a los cautivos
trabajar por su propio peculio, con el cual a veces compraban su libertad. Refe-
rente a esos días de vacación, los registros dan noticias de esclavos criando ani-
males y cultivando yuca en tierras pertenecientes al monasterio y produciendo
harina, azúcar y queso, con la maquinaria del mismo propietario. Tal produc-
ción por veces era comprada por los monjes encargados de las haciendas63. Se-
gún Fragoso64, tal régimen capitalista vivido por los cautivos permitió el siste-
ma esclavista entre los propios cautivos: esclavo poseyendo esclavo, según se
desprende del Livro de registros de batizados, crismas, ordens menores, casa-
mentas, sepultura e foros - 1776-1813, a las páginas 137 (verso), 98, 120 (ver-
so), 141, 137.
Castigos corporales - Vía de regla, el castigo aplicado a los indisciplina-
dos era, normalmente, la transferencia a otra hacienda de propiedad del mismo
monasterio y en los casos más graves: la venta. Si hubiera necesidad de que un
esclava fuera castigada corporalmente, el castigo debería ser ejecutado por otra
cautiva del mismo sexo y no por un hombre65.
Liberación - Con frecuencia los capitulares luchaban por mejores con-
diciones de vida de los esclavos. Los registros muestran que siempre que po-
dían los monjes concedían libertad a algunos cautivos. Con eso, la concesión
de libertad se hizo una constante en el rutinero lugar, sufriendo un significati-
vo aumento después de 1835, en la medida en que la mano de obra superaba la
60 Rocha 1991: 86.
61 Rocha 1991: 90
62 Rocha 1991: 87
63 Rocha 1991: 88.
64 Fragoso 2011: 24.
65 Rocha 1991: 88.
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la semana60. Los religiosos también leían en la ejecución de esos piadosos ejer-
cicios un doble aspecto caritativo: la alabanza divina y la concesión de un mo-
mento de ocio. La asistencia sacramental les era asegurada desde el nacimiento
hasta los funerales. Inicialmente los cautivos que vivían alrededor del monas-
terio eran sepultados en un cementerio particular y que ocupaba el espacio uti-
lizado actualmente por la Companhia Estadual de Agua e Esgoto. Más tarde
empezaron a recibir sepultura en la Iglesia Abacial61. Los que vivían en las ha-
ciendas eran sepultados en el interior de las respectivas capillas. Las exequias
eran celebradas mediante el cumplimiento de todos los preceptos del ritual
y era rezada una seria de diez Misas en sufragio del alma del difunto. Una vez
al año, los monjes rezaban el oficio de difuntos en memoria de todos los cau-
tivos fallecidos. En los demás establecimientos había igualmente una celebra-
ción anual subsecuente a la fiesta del santo patrono de la respectiva hacienda62.
Esclavo de esclavo - En los días de vacación era permitido a los cautivos
trabajar por su propio peculio, con el cual a veces compraban su libertad. Refe-
rente a esos días de vacación, los registros dan noticias de esclavos criando ani-
males y cultivando yuca en tierras pertenecientes al monasterio y produciendo
harina, azúcar y queso, con la maquinaria del mismo propietario. Tal produc-
ción por veces era comprada por los monjes encargados de las haciendas63. Se-
gún Fragoso64, tal régimen capitalista vivido por los cautivos permitió el siste-
ma esclavista entre los propios cautivos: esclavo poseyendo esclavo, según se
desprende del Livro de registros de batizados, crismas, ordens menores, casa-
mentas, sepultura e foros - 1776-1813, a las páginas 137 (verso), 98, 120 (ver-
so), 141, 137.
Castigos corporales - Vía de regla, el castigo aplicado a los indisciplina-
dos era, normalmente, la transferencia a otra hacienda de propiedad del mismo
monasterio y en los casos más graves: la venta. Si hubiera necesidad de que un
esclava fuera castigada corporalmente, el castigo debería ser ejecutado por otra
cautiva del mismo sexo y no por un hombre65.
Liberación - Con frecuencia los capitulares luchaban por mejores con-
diciones de vida de los esclavos. Los registros muestran que siempre que po-
dían los monjes concedían libertad a algunos cautivos. Con eso, la concesión
de libertad se hizo una constante en el rutinero lugar, sufriendo un significati-
vo aumento después de 1835, en la medida en que la mano de obra superaba la
60 Rocha 1991: 86.
61 Rocha 1991: 90
62 Rocha 1991: 87
63 Rocha 1991: 88.
64 Fragoso 2011: 24.
65 Rocha 1991: 88.