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Luis Alberto Torres Garibay
cias, evidencian este mestizaje, que rinde tributo a dos culturas: la purépecha,
llena de riqueza en sus formas de organización social, tradición artesanal, co-
stumbres y adaptación al medio ambiente, y la europea, que se integró al me-
dio local e introdujo adelantos tecnológicos que coadyuvaron al desarrollo en
el campo de la edificación.
Por lo anterior, resulta relevante explicar las diversas soluciones usadas
para la construcción de cubiertas de madera en edificaciones eclesiásticas que
se desarrollaron en la región, enfatizando la interpretación local y el influjo
mudejar, como elementos de aportación a las formas espaciales y constructivas.
Es notoria la interpretación local, a través de la cual fue posible la realiza-
ción de cubiertas, utilizando la tecnología tradicional conocida por los artesa-
nos michoacanos, acrecentada con las aportaciones técnicas y formales de los
constructores españoles.
Antecedente
En las obras realizadas por los constructores michoacanos, se aprecia la
adaptación a las condiciones físicas y geográficas con todas las particularidades
de sus antecedentes. Carlos Chanfón explica que un factor fundamental para
entender el fenómeno es analizar la participación del medio físico geográfico
como condicionante de la forma de vida de los habitantes en cada región. La
adaptación al clima y el aprovechamiento de los recursos naturales origina for-
mas de vida propias y el desarrollo de una arquitectura y urbanismo es reflejo
de la cultura de sus creadores8.
La aportación indígena en las tareas de construcción en la etapa virreinal
estuvo relacionada con el dominio del medio geográfico y de los materiales
disponibles. El indígena manufacturó componentes de los edificios y cotidiana-
mente decidió los resultados de construcción y composición de los elementos
de las edificaciones. Diego Angulo afirma que la tarea de los frailes fue funda-
mentalmente administrativa, para reunir fondos para las obras, que las decisio-
nes de construcción fueron más de los artesanos que se encontraban permanen-
temente en éstas, y resolvían los problemas cotidianos que toda obra en proceso
presenta, aportando formas personales de solución9.
En la carpintería de lo blanco, la aportación fue amplia, cada detalle resu-
elto y elaborado de madera para estructura, escuadría, escopleadura, ensamble
o entalladura, requirió de soluciones rápidas y eficientes, resueltos de inmedia-
8 Chanfón Olmos 1983:26.
9 Angulo Íñiguez 1945: 164.
Luis Alberto Torres Garibay
cias, evidencian este mestizaje, que rinde tributo a dos culturas: la purépecha,
llena de riqueza en sus formas de organización social, tradición artesanal, co-
stumbres y adaptación al medio ambiente, y la europea, que se integró al me-
dio local e introdujo adelantos tecnológicos que coadyuvaron al desarrollo en
el campo de la edificación.
Por lo anterior, resulta relevante explicar las diversas soluciones usadas
para la construcción de cubiertas de madera en edificaciones eclesiásticas que
se desarrollaron en la región, enfatizando la interpretación local y el influjo
mudejar, como elementos de aportación a las formas espaciales y constructivas.
Es notoria la interpretación local, a través de la cual fue posible la realiza-
ción de cubiertas, utilizando la tecnología tradicional conocida por los artesa-
nos michoacanos, acrecentada con las aportaciones técnicas y formales de los
constructores españoles.
Antecedente
En las obras realizadas por los constructores michoacanos, se aprecia la
adaptación a las condiciones físicas y geográficas con todas las particularidades
de sus antecedentes. Carlos Chanfón explica que un factor fundamental para
entender el fenómeno es analizar la participación del medio físico geográfico
como condicionante de la forma de vida de los habitantes en cada región. La
adaptación al clima y el aprovechamiento de los recursos naturales origina for-
mas de vida propias y el desarrollo de una arquitectura y urbanismo es reflejo
de la cultura de sus creadores8.
La aportación indígena en las tareas de construcción en la etapa virreinal
estuvo relacionada con el dominio del medio geográfico y de los materiales
disponibles. El indígena manufacturó componentes de los edificios y cotidiana-
mente decidió los resultados de construcción y composición de los elementos
de las edificaciones. Diego Angulo afirma que la tarea de los frailes fue funda-
mentalmente administrativa, para reunir fondos para las obras, que las decisio-
nes de construcción fueron más de los artesanos que se encontraban permanen-
temente en éstas, y resolvían los problemas cotidianos que toda obra en proceso
presenta, aportando formas personales de solución9.
En la carpintería de lo blanco, la aportación fue amplia, cada detalle resu-
elto y elaborado de madera para estructura, escuadría, escopleadura, ensamble
o entalladura, requirió de soluciones rápidas y eficientes, resueltos de inmedia-
8 Chanfón Olmos 1983:26.
9 Angulo Íñiguez 1945: 164.