Sztuka Ameryki Łacińskiej 2014, nr 4
ISSN 2299-260X
Grafiti en América Latina parte III. El caso de México
La influencia de las rebeliones socio-políticas en EL grafiti
DE LOS ESTADOS CHIAPAS Y OAXACA
Jędrzej Kotarski
Instituto de Estudios Internacionales de Universidad de Łódź/
Sociedad Polaca de Estudios Latinoamericanos
Introducción
México es el lugar de origen de las grandes pinturas murales, cuyas raíces
remontan a los tiempos precolombinos. Los frescos maravillosos de Bonam-
pak o Cacaxtla se quedan para siempre en la memoria de los que los han visto.
Inesperadamente, quinientos años más tarde, en la segunda y tercera déca-
da del siglo XX, esta forma de arte llegó a ser una inspiración para una corrien-
te nueva - el muralismo, que pronto dominó el arte oficial1.
A los habitantes del país adeudado, destruido, involucrado en varios con-
flictos interiores y agotado por la larga lucha revolucionaria (1910-1919), les
fue ofrecida una nueva forma visual- unas pinturas gigantescas de temas histó-
ricos, que decoraron los edificios públicos, ganando una gran popularidad. Esta
forma llegó a desempeñar un papel muy importante en la construcción de la
unidad nueva, basada en la identidad mestiza y en la conciencia de la ciudada-
nía que enfortalecía el sentido del orgullo nacional y nacionalismo.
Kowalski 1993; Stępień 1993.
ISSN 2299-260X
Grafiti en América Latina parte III. El caso de México
La influencia de las rebeliones socio-políticas en EL grafiti
DE LOS ESTADOS CHIAPAS Y OAXACA
Jędrzej Kotarski
Instituto de Estudios Internacionales de Universidad de Łódź/
Sociedad Polaca de Estudios Latinoamericanos
Introducción
México es el lugar de origen de las grandes pinturas murales, cuyas raíces
remontan a los tiempos precolombinos. Los frescos maravillosos de Bonam-
pak o Cacaxtla se quedan para siempre en la memoria de los que los han visto.
Inesperadamente, quinientos años más tarde, en la segunda y tercera déca-
da del siglo XX, esta forma de arte llegó a ser una inspiración para una corrien-
te nueva - el muralismo, que pronto dominó el arte oficial1.
A los habitantes del país adeudado, destruido, involucrado en varios con-
flictos interiores y agotado por la larga lucha revolucionaria (1910-1919), les
fue ofrecida una nueva forma visual- unas pinturas gigantescas de temas histó-
ricos, que decoraron los edificios públicos, ganando una gran popularidad. Esta
forma llegó a desempeñar un papel muy importante en la construcción de la
unidad nueva, basada en la identidad mestiza y en la conciencia de la ciudada-
nía que enfortalecía el sentido del orgullo nacional y nacionalismo.
Kowalski 1993; Stępień 1993.