Técnica local e influjo mudejar en cubiertas eclesiásticas
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to por los artesanos indígenas, con los conocimientos de su experiencia perso-
nal, cuyo antecedente se encontraba fundado en su cultura local.
Estas participaciones con decisiones propias fueron importantes para es-
tablecer los diversos conjuntos religiosos que tuvieron su inicio en el siglo
XVI y se instalaron en la cuenca del lago y en la sierra dentro de los pobla-
dos existentes. La zona del lago de Pátzcuaro ofreció las condiciones idóneas.
Erongarícuaro, Tzintzuntzan, Purenchécuaro y Tiripetío fueron los sitios donde
se instalaron los templos de mayor jerarquía [fig. 2],
Las necesidades de evangelización y posterior consolidación de la vida
virreinal tuvieron que adoptar una organización preestablecida, integral con el
comportamiento, formas de asentamiento y costumbres del habitante local.
En el siglo XVII, en cada pueblo asentado en la cuenca y en la sierra, los
motivos de orden local y aprovechamiento de los satisfactores que ambas regio-
nes ofrecían; condicionaron la instalación de diversas construcciones religiosas
en esta etapa, instalaciones que en los siglos siguientes y actualmente siguen
cumpliendo sus funciones de culto religioso y siguen marcando un desarrollo
cultural con rasgos muy especiales.
Sistema constructivo de media tijera
El sistema de construcción para cubiertas fue de vertientes inclinadas, re-
cubiertas con tejamaniles (tablillas de madera desgajada) o tejas de barro y ela-
boradas con armadura de media tijera10. Este sistema lo describe Enrique Nuere
como cubiertas simples, similares a las de par e hilera (larguero y caballete en
Michoacán), esquema que responde a la solución más sencilla posible11.
Histórica y materialmente está comprobado su uso en la región michoaca-
na, Fray Diego de Basalenque al referirse al templo de Tiripetío explica: “...
pero lo que más se aventajaba era la cubierta, que era de media tijera, toda lle-
na de artesones, tan primos y obra tan delicada, que nadie la veía, que no se ad-
mirara. . ,”12.
En toda la arquitectura habitacional de los poblados michoacanos siempre
se ha utilizado este sistema, que se hizo extensivo en las obras de mayores di-
mensiones destinadas a las edificaciones religiosas. En la región se observa el
repetido uso del sistema de media tijera.
10 El sistema se describe ampliamente en: Torres 1999: 72-91.
11 Nuere 1985: 19.
12 Basalenque 1963: 61.
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to por los artesanos indígenas, con los conocimientos de su experiencia perso-
nal, cuyo antecedente se encontraba fundado en su cultura local.
Estas participaciones con decisiones propias fueron importantes para es-
tablecer los diversos conjuntos religiosos que tuvieron su inicio en el siglo
XVI y se instalaron en la cuenca del lago y en la sierra dentro de los pobla-
dos existentes. La zona del lago de Pátzcuaro ofreció las condiciones idóneas.
Erongarícuaro, Tzintzuntzan, Purenchécuaro y Tiripetío fueron los sitios donde
se instalaron los templos de mayor jerarquía [fig. 2],
Las necesidades de evangelización y posterior consolidación de la vida
virreinal tuvieron que adoptar una organización preestablecida, integral con el
comportamiento, formas de asentamiento y costumbres del habitante local.
En el siglo XVII, en cada pueblo asentado en la cuenca y en la sierra, los
motivos de orden local y aprovechamiento de los satisfactores que ambas regio-
nes ofrecían; condicionaron la instalación de diversas construcciones religiosas
en esta etapa, instalaciones que en los siglos siguientes y actualmente siguen
cumpliendo sus funciones de culto religioso y siguen marcando un desarrollo
cultural con rasgos muy especiales.
Sistema constructivo de media tijera
El sistema de construcción para cubiertas fue de vertientes inclinadas, re-
cubiertas con tejamaniles (tablillas de madera desgajada) o tejas de barro y ela-
boradas con armadura de media tijera10. Este sistema lo describe Enrique Nuere
como cubiertas simples, similares a las de par e hilera (larguero y caballete en
Michoacán), esquema que responde a la solución más sencilla posible11.
Histórica y materialmente está comprobado su uso en la región michoaca-
na, Fray Diego de Basalenque al referirse al templo de Tiripetío explica: “...
pero lo que más se aventajaba era la cubierta, que era de media tijera, toda lle-
na de artesones, tan primos y obra tan delicada, que nadie la veía, que no se ad-
mirara. . ,”12.
En toda la arquitectura habitacional de los poblados michoacanos siempre
se ha utilizado este sistema, que se hizo extensivo en las obras de mayores di-
mensiones destinadas a las edificaciones religiosas. En la región se observa el
repetido uso del sistema de media tijera.
10 El sistema se describe ampliamente en: Torres 1999: 72-91.
11 Nuere 1985: 19.
12 Basalenque 1963: 61.