Hechos hierofánicos y experiencias místicas
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cuerpo y ofrecido como sacrificio. Mirando esta imagen entendieron que aho-
ra no tendrían que dar las ofrendas de los entes vivos y que sus creencias cris-
tianas gracias a los misioneros eran dirigidas hacia la vida sobrenatural que pu-
dieran recibir tras el sacrificio de Jesucristo. Seguidamente, vemos 3 flores de
magnolia nacientes desde el tallo que simbólicamente muestran a la mediación,
intercesión y protección de María66. La creencia de los indios en la Virgen de
Guadalupe estuvo facilitada también por el aspecto fonético. Los españoles ex-
plicaron a la gente indígena que Guadalupe suena como Cuatlapeut, que signi-
fica en náhuatl: ésta que obligó a la serpiente (azteca) a huir67.
En la obra de la cristianización también el mensaje de la Madonna jugó un
papel relevante, porque los misioneros comprendieron mejor que no deberían
ni criticar ni quitar los ritos y símbolos populares, pero sí interpretarlos a la luz
del evangelio, efectuando con habilidad un fuerte proceso de la transcultura-
ción68. Además como la conquista significaba también el vencimiento de los an-
tiguos dioses y en el tiempo de la llegada de los españoles los dioses masculinos
-Quetzalcoatl y Huitzilopochtli- obtuvieron el triunfo, con ello provocaron un
retomo hacia antiguas diosas femíneas. “Este fenómeno de vuelta a la entraña
materna, bien conocido por los psicólogos, es sin duda una de las causas deter-
minantes de la rápida popularidad del culto a la Virgen”69.
Hay personas que creen en la aparición de María y en la realidad de Juan
Diego, pero de igual forma podemos encontramos también con opiniones to-
talmente contrarias entre otras la del abad Guillermo Schulenburg, quien en la
revista italiana “30 giomi” publica un artículo en el cual pone en duda tanto la
revelación de Virgen como la existencia histórica de Juan Diego70. Así, Jacó-
rzyñski Witold y Wołowski Dariusz también tienen opiniones contrarias, en su
libro “Porywacze dusz”, para lo que sugieren que todo ello puede considerar-
se una mistificación genialmente preparada por el obispo Zumarraga y sus mi-
sioneros71.
Es Nuestra Señora de Guadalupe que une todo el país. Ella se convierte
en el vínculo más importante entre espiritualidad católica e india y conforme
a la modificación del país en la sociedad de los mestizos su imagen llegó a ser
el símbolo más potente del catolicismo mexicano72. Los mismos mexicanos 11a-
66 Ukleja 2004: 18-19.
67 Drohojowski 1964: 48.
68 Ukleja 2004: 33.
69 Paz 1993: 102.
70 “Extracto de Artículos de diferentes diarios del mundo. Relativos a las declaraciones del
abad Guillermo Schulenburg, sobre la supuesta inexistencia de Juan Diego, y de la Virgen de Gu-
adalupe”; http://www.rcadena.net/Sculenburg-tot.htm.
71 Jacórzyński, Wołowski 1995: 6.
72 Favrot Peterson 2005: 41-70.
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cuerpo y ofrecido como sacrificio. Mirando esta imagen entendieron que aho-
ra no tendrían que dar las ofrendas de los entes vivos y que sus creencias cris-
tianas gracias a los misioneros eran dirigidas hacia la vida sobrenatural que pu-
dieran recibir tras el sacrificio de Jesucristo. Seguidamente, vemos 3 flores de
magnolia nacientes desde el tallo que simbólicamente muestran a la mediación,
intercesión y protección de María66. La creencia de los indios en la Virgen de
Guadalupe estuvo facilitada también por el aspecto fonético. Los españoles ex-
plicaron a la gente indígena que Guadalupe suena como Cuatlapeut, que signi-
fica en náhuatl: ésta que obligó a la serpiente (azteca) a huir67.
En la obra de la cristianización también el mensaje de la Madonna jugó un
papel relevante, porque los misioneros comprendieron mejor que no deberían
ni criticar ni quitar los ritos y símbolos populares, pero sí interpretarlos a la luz
del evangelio, efectuando con habilidad un fuerte proceso de la transcultura-
ción68. Además como la conquista significaba también el vencimiento de los an-
tiguos dioses y en el tiempo de la llegada de los españoles los dioses masculinos
-Quetzalcoatl y Huitzilopochtli- obtuvieron el triunfo, con ello provocaron un
retomo hacia antiguas diosas femíneas. “Este fenómeno de vuelta a la entraña
materna, bien conocido por los psicólogos, es sin duda una de las causas deter-
minantes de la rápida popularidad del culto a la Virgen”69.
Hay personas que creen en la aparición de María y en la realidad de Juan
Diego, pero de igual forma podemos encontramos también con opiniones to-
talmente contrarias entre otras la del abad Guillermo Schulenburg, quien en la
revista italiana “30 giomi” publica un artículo en el cual pone en duda tanto la
revelación de Virgen como la existencia histórica de Juan Diego70. Así, Jacó-
rzyñski Witold y Wołowski Dariusz también tienen opiniones contrarias, en su
libro “Porywacze dusz”, para lo que sugieren que todo ello puede considerar-
se una mistificación genialmente preparada por el obispo Zumarraga y sus mi-
sioneros71.
Es Nuestra Señora de Guadalupe que une todo el país. Ella se convierte
en el vínculo más importante entre espiritualidad católica e india y conforme
a la modificación del país en la sociedad de los mestizos su imagen llegó a ser
el símbolo más potente del catolicismo mexicano72. Los mismos mexicanos 11a-
66 Ukleja 2004: 18-19.
67 Drohojowski 1964: 48.
68 Ukleja 2004: 33.
69 Paz 1993: 102.
70 “Extracto de Artículos de diferentes diarios del mundo. Relativos a las declaraciones del
abad Guillermo Schulenburg, sobre la supuesta inexistencia de Juan Diego, y de la Virgen de Gu-
adalupe”; http://www.rcadena.net/Sculenburg-tot.htm.
71 Jacórzyński, Wołowski 1995: 6.
72 Favrot Peterson 2005: 41-70.