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Georgina G. Gluzman
[Fig. 12. Portada de la Revista Femenina de La Razón, 30 de octubre de 1933.]
La presencia de las mujeres en el espacio público era, y continúa sien-
do, un tema controvertido. En particular, los nuevos trajes de baño estaban es-
trechamente asociados a una exposición indecente en el espacio público. Las
quejas por el carácter excesivamente revelador de la moda de estos años inun-
daron la prensa. En tal sentido, la Revista Femenina del periódico La Razón re-
producía en 1934 un artículo del escritor francés Clément Vautel (1876-1954)
referido a la ropa de verano. Aunque señalaba que las mallas de baño estaban
fuera de su crítica, el autor realizaba críticas generales a la piel de las piernas
de las mujeres: “Pocas piernas son impecables: vellos superfinos que ‘supri-
midos definitivamente’ por tal o cual producto, reaparecen como las barbas de
los adolescentes; hay moretones inevitables, arañazos, manchas rojas, várices
amenazados, hasta el mármol de Paros muestra sobre su blancura esas ventas
azuladas”.35
Así, el cuerpo femenino en público estaba sometido a la vigilancia y al es-
cudriñamiento por parte de la mirada masculina, que buscaba convertirlo en un
35 Vautel 1934: 1.
Georgina G. Gluzman
[Fig. 12. Portada de la Revista Femenina de La Razón, 30 de octubre de 1933.]
La presencia de las mujeres en el espacio público era, y continúa sien-
do, un tema controvertido. En particular, los nuevos trajes de baño estaban es-
trechamente asociados a una exposición indecente en el espacio público. Las
quejas por el carácter excesivamente revelador de la moda de estos años inun-
daron la prensa. En tal sentido, la Revista Femenina del periódico La Razón re-
producía en 1934 un artículo del escritor francés Clément Vautel (1876-1954)
referido a la ropa de verano. Aunque señalaba que las mallas de baño estaban
fuera de su crítica, el autor realizaba críticas generales a la piel de las piernas
de las mujeres: “Pocas piernas son impecables: vellos superfinos que ‘supri-
midos definitivamente’ por tal o cual producto, reaparecen como las barbas de
los adolescentes; hay moretones inevitables, arañazos, manchas rojas, várices
amenazados, hasta el mármol de Paros muestra sobre su blancura esas ventas
azuladas”.35
Así, el cuerpo femenino en público estaba sometido a la vigilancia y al es-
cudriñamiento por parte de la mirada masculina, que buscaba convertirlo en un
35 Vautel 1934: 1.