¿El canto a San Francisco o las exequias de Sebastián Ramírez de Fuenleal? 49
La cuestión que queda por resolver es si don Francisco y Diego de Hua-
nitzin estaban vivos o muertos en el momento de la entonación del canto. En el
caso de este ultimo, las metáforas utilizadas indican bastante claramente, que se
trata de uno de los moradores del más allá. “Cae el rocío de las aves de turque-
sa...” dice el canto. Ya se ha comentado la asociación de las aves con los espí-
ritus de los que han tenido la muerte gloriosa. La palabra xihuitl - “turquesa”66
en los ojos de los españoles bien podía corresponder con la noción del agua de
rocío. En la ideología indígena prehispánica, no obstante, como ya se ha men-
cionado, estaba asociada con el fuego y con la nobleza. Como informa Diego
Duran: “Al fuego llamaban Xiuhtecuhtli, debajo del cual nombre le adoraban y
hacían grandes ofrendas.”67 68 Por otro lado, los informantes de Sahagún entre va-
rios nombres dados al Sol enumeran a Xiuhpiltontli™ “El Joven de Fuego”. Las
aves de turquesa que caen como el rocío son, pues, las aves del fuego que viven
al lado del Sol y comparten su naturaleza. Entre ellos se encuentra Huanitzin
y los demás señores conmemorizados en este canto, que ahora vienen bailan-
do a recibir en su compañía al Presidente. Esta imagen, verbalizada en el canto
analizado, corresponde muy bien con la descripción de la muerte de Quetzal-
coatí proporcionada por los Anales de Cuauhtitlan que, según Johansson, era
para los nahuas un modelo arquetípico, a partir del cual se crearon luego los ri-
tos funerarios de la nobleza mexica:
[...]... se narra que habiendo llegado al mar, a la orilla del agua-cielo,
se paró, lloró, cogió sus pertenencias, aderezó su insignia de plumas, su
máscara de turquesa, etc., y cuando hubo terminado, él mismo se prendió
fuego y se quemó (...) Se dice que cuando arde, luego se elevan sus ce-
nizas, y que veían todas las aves preciosas, que pasan arriba en el cielo:
veían el tlauhquechol, el xiuhtototl, el tzinitzcan, los papagayos, tozne-
neme, allome y cochome, y muchos otros pájaros hermosos. Al acabar-
se [de hacerse] sus cenizas, luego aparece en lo alto el corazón del ave
quetzal, lo ven. Según sabían, fue al cielo y entró en el cielo. Decían los
viejos que se convirtió en la estrella que al alba sale; así dicen que apa-
reció cuando murió Quetzalcoatl, a quien nombraban el Señor del Alba
[Tlahuizcalpantecuhtli]69
Huanitzin recuerda a sus hermanos menores permaneciendo en el “lugar
de lluvia del Dios Único”, es decir, en el cielo, al que se elevaron sus cenizas
66 La palabra xihuitl tiene en realidad más significados, los principales siendo: “año”, “hier-
ba” y “turquesa”.
67 Duran 1967,1: 128. Xiuhtecuhtli significa literalmente “El Señor de Turquesa/Año”, véa-
se también: Sahagún 1950-1982, 1-29 30 64 72, 11-115 129 159 160 161 162 168 190 209, en-
tre otros.
68 Sahagún 1950-1982, II: 216.
69 Anales de Cuauhtitlan, en: Johansson 2016: 216-217
La cuestión que queda por resolver es si don Francisco y Diego de Hua-
nitzin estaban vivos o muertos en el momento de la entonación del canto. En el
caso de este ultimo, las metáforas utilizadas indican bastante claramente, que se
trata de uno de los moradores del más allá. “Cae el rocío de las aves de turque-
sa...” dice el canto. Ya se ha comentado la asociación de las aves con los espí-
ritus de los que han tenido la muerte gloriosa. La palabra xihuitl - “turquesa”66
en los ojos de los españoles bien podía corresponder con la noción del agua de
rocío. En la ideología indígena prehispánica, no obstante, como ya se ha men-
cionado, estaba asociada con el fuego y con la nobleza. Como informa Diego
Duran: “Al fuego llamaban Xiuhtecuhtli, debajo del cual nombre le adoraban y
hacían grandes ofrendas.”67 68 Por otro lado, los informantes de Sahagún entre va-
rios nombres dados al Sol enumeran a Xiuhpiltontli™ “El Joven de Fuego”. Las
aves de turquesa que caen como el rocío son, pues, las aves del fuego que viven
al lado del Sol y comparten su naturaleza. Entre ellos se encuentra Huanitzin
y los demás señores conmemorizados en este canto, que ahora vienen bailan-
do a recibir en su compañía al Presidente. Esta imagen, verbalizada en el canto
analizado, corresponde muy bien con la descripción de la muerte de Quetzal-
coatí proporcionada por los Anales de Cuauhtitlan que, según Johansson, era
para los nahuas un modelo arquetípico, a partir del cual se crearon luego los ri-
tos funerarios de la nobleza mexica:
[...]... se narra que habiendo llegado al mar, a la orilla del agua-cielo,
se paró, lloró, cogió sus pertenencias, aderezó su insignia de plumas, su
máscara de turquesa, etc., y cuando hubo terminado, él mismo se prendió
fuego y se quemó (...) Se dice que cuando arde, luego se elevan sus ce-
nizas, y que veían todas las aves preciosas, que pasan arriba en el cielo:
veían el tlauhquechol, el xiuhtototl, el tzinitzcan, los papagayos, tozne-
neme, allome y cochome, y muchos otros pájaros hermosos. Al acabar-
se [de hacerse] sus cenizas, luego aparece en lo alto el corazón del ave
quetzal, lo ven. Según sabían, fue al cielo y entró en el cielo. Decían los
viejos que se convirtió en la estrella que al alba sale; así dicen que apa-
reció cuando murió Quetzalcoatl, a quien nombraban el Señor del Alba
[Tlahuizcalpantecuhtli]69
Huanitzin recuerda a sus hermanos menores permaneciendo en el “lugar
de lluvia del Dios Único”, es decir, en el cielo, al que se elevaron sus cenizas
66 La palabra xihuitl tiene en realidad más significados, los principales siendo: “año”, “hier-
ba” y “turquesa”.
67 Duran 1967,1: 128. Xiuhtecuhtli significa literalmente “El Señor de Turquesa/Año”, véa-
se también: Sahagún 1950-1982, 1-29 30 64 72, 11-115 129 159 160 161 162 168 190 209, en-
tre otros.
68 Sahagún 1950-1982, II: 216.
69 Anales de Cuauhtitlan, en: Johansson 2016: 216-217