Técnica local e influjo mudejar en cubiertas eclesiásticas
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cia Castro: “...tiempos inmediatos a la conquista española, época en la cual la
cultura tarasca se encontraba en pleno apogeo”6.
Culturas anteriores asentadas en las regiones de Mesoamerica, habían de-
mostrado un alto desarrollo cultural innegable. Estas expresiones y experien-
cias locales, aportaron una parte de su ideología, costumbres y formas de vida
en la nueva arquitectura de encuentro y de consolidación.
La fuente para el estudio de los oficios relacionados con la construcción
tarasca, es la Relación de Michoacán7, en ella se aprecia el sistema de organiza-
ción piramidal, con encargados de la construcción. Para ellos, hacer una casa,
implicaba preparar el material para el muro de adobe y piedra asentada con bar-
ro y el techo a dos o cuatro aguas elaborado con fibras vegetales [fig. 2],
[Fig. 2. Organización tarasca, lámina XXVIII, La Relación de Michoacán y tradición
constructiva en la preparación de los materiales para edificar.]
Para las obras, ya en el virreinato, participaron los saberes locales, la com-
prensión del medio, las costumbres regionales, las formas de explotación, la
manufactura y uso de materiales como la madera y las aportaciones por el en-
cuentro de dos culturas, la indígena con conocimiento del medio y los recursos
naturales y la europea con aportaciones de nuevas técnicas constructivas.
En la cuenca del lago de Pátzcuaro se dieron los principales intercambios
culturales de grupos indígenas purépechas y españoles. La mezcla cultural ge-
neró aportaciones de conocimientos, mestizaje cultural, con fuerte arraigo a las
tradiciones en diferentes vertientes de la cultura.
Entre todas las manifestaciones, la arquitectura forma parte sustantiva
e indisoluble de ese nexo cultural. El patrimonio construido y sus permanen-
6 Castro-Leal 1989: 267.
7 Alcalá 2000.
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cia Castro: “...tiempos inmediatos a la conquista española, época en la cual la
cultura tarasca se encontraba en pleno apogeo”6.
Culturas anteriores asentadas en las regiones de Mesoamerica, habían de-
mostrado un alto desarrollo cultural innegable. Estas expresiones y experien-
cias locales, aportaron una parte de su ideología, costumbres y formas de vida
en la nueva arquitectura de encuentro y de consolidación.
La fuente para el estudio de los oficios relacionados con la construcción
tarasca, es la Relación de Michoacán7, en ella se aprecia el sistema de organiza-
ción piramidal, con encargados de la construcción. Para ellos, hacer una casa,
implicaba preparar el material para el muro de adobe y piedra asentada con bar-
ro y el techo a dos o cuatro aguas elaborado con fibras vegetales [fig. 2],
[Fig. 2. Organización tarasca, lámina XXVIII, La Relación de Michoacán y tradición
constructiva en la preparación de los materiales para edificar.]
Para las obras, ya en el virreinato, participaron los saberes locales, la com-
prensión del medio, las costumbres regionales, las formas de explotación, la
manufactura y uso de materiales como la madera y las aportaciones por el en-
cuentro de dos culturas, la indígena con conocimiento del medio y los recursos
naturales y la europea con aportaciones de nuevas técnicas constructivas.
En la cuenca del lago de Pátzcuaro se dieron los principales intercambios
culturales de grupos indígenas purépechas y españoles. La mezcla cultural ge-
neró aportaciones de conocimientos, mestizaje cultural, con fuerte arraigo a las
tradiciones en diferentes vertientes de la cultura.
Entre todas las manifestaciones, la arquitectura forma parte sustantiva
e indisoluble de ese nexo cultural. El patrimonio construido y sus permanen-
6 Castro-Leal 1989: 267.
7 Alcalá 2000.