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Sztuka Ameryki Łacińskiej — 4.2014

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Skwirowska, Marta: El diablo, el pirata y Felipe Calderón: caras de los Judas en México
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https://doi.org/10.11588/diglit.52437#0137
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El diablo, el pirata y Felipe Calderón. Caras de los Judas en México

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aprendizaje se inicia en la juventud, “entre el juego y la cooperación se van co-
nociendo y dominando en procesos simples los materiales, la consistencia, las
texturas, las formas, las combinaciones de colores, los diseños, etc. Esta edu-
cación, llamada «no formal» se extiende a las tareas domésticas...”34. Así, uno
prepara la construcción del carrizo o del alambre, uno pone las capas de pa-
pel y el otro decora la pieza. La persona más hábil ejecutará los elementos más
complicados y detallados de la composición. Es obvio, que la base principal de
la forma de la pieza hecha en cartón, puede diferenciarse: se usa y aprovecha
varias estructuras o construcciones para hacer alebrijes, Judas, piñatas, calave-
ras, muñecas llamadas Lupitas, etc. Entre ellas se puede mencionar las estruc-
turas de carrizo, de alambre, moldes, ollas de barro o globo para piñatas, ele-
mentos de juguetes (piernas y manos de una Barbie, cuerpos de animales de
plástico, etc.) o un modelo médico de cráneo para la calavera. Antes de poner
las capas de papel rasgado y mojado al molde, se enjabona o se engrasa. El ar-
tesano va aplicando trozos de papel con engrudo hasta tener el grueso deseado.
Al terminar de hacer la pieza, se seca al sol o al aire, se saca del molde, se cubre
con blanco de España y se decora con anilinas disueltas en agua y se barniza. El
sistema de trabajo hace que toda la familia participe en el proceso de creación.
Obras de Pedro Linares pronto ganaron mucha fama, como también de
sus seguidores. Hoy forman parte de las colecciones de museos mexicanos, es-
tadounidenses y europeos y de galerías de arte popular mexicano. La fama del
Linares pronto llegó a San Antonio Arrazola, un pueblo en el estado de Oaxaca.
Ahí, Alejandro Jiménez, tallaba en madera animales fantásticos y también se
hizo famoso como don Pedro. El trabajo de los dos apareció casi en el mismo
momento. Aprovechando la fama de los dos artistas y de sus piezas, para ganar
dinero, otros artesanos empezaron a hacer alebrijes o animales fantásticos de
madera y de cartón. A menudo, la calidad de las piezas no es tan elaborada, con
formas y decoraciones más sencillas. Sin saber y por la coincidencia, la gente
las dio el nombre de alebrijes, por parecer a lo monstruoso y lo fantástico y se-
mejante a los alebrijes del creador originario. Al terminar como un producto tu-
rístico, las tiendas de museos y galería venden los alebrijes por el precio muy
alto. Así, en el año de 2007 se quemó el Juda-pirata que tuvo en su pecho ins-
crito: “Museo MAP, Alebrijes de Oaxaca”.
Como podemos ver, un Judas puede representar a muchos personajes, los
cuales dependen del momento socio-político-cultural en que se encuentran: el
presidente estadounidense George Bush, el terrorista Osama Bin Laden, Hitler,
el presidente mexicano Felipe Calderón, el imperialista Maximiliano Habsbur-
go y también héroes de la revolución mexicana Pancho Villa o Emiliano Zapa-

34 Turok 1998: 109.
 
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