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Anna Wendorff
gido poniendo en consideración el establecimiento del homenaje a los santos
y al cabildo religioso, ya que el culto a los santos era esencial; y se producía
bajo la labor de los misioneros. Lo que parece muy posible a causa de la rapi-
dez de la evangelización. Nutini trata por separado las ceremonias al homena-
je de los muertos en que ve el sincretismo espontáneo, argumentando que los
clérigos no prestaron tanta atención a esos ritos y que en consecuencia se desa-
rrollaron más libremente y más improvisadamente. Apoyándose en su análisis
del Valle de México generaliza los resultados a todo el país planteando la hipó-
tesis de que el sincretismo religioso en su parte más preponderante estuvo diri-
gido a toda Mesoamerica81. El ejemplo parece ser representativo para México,
pero cabe añadir que el sincretismo religioso en diferentes territorios, tiene mu-
chas semejanzas, y a la vez, aunque en menor cantidad, sus diferencias. Ambas
características actúan en el nivel de relaciones que se emparenta con el proce-
so de transculturación y de los fenómenos presentes. Además es de hacer notar
lo que Pirttijarvi acentúa cuando afirma que debemos distinguir el sincretismo
entre los mayas y entre los aztecas, ya que ambos procesos se desarrollaron en
otro período del tiempo y en la distinta intensidad82.
Como hemos mencionado antes, el proceso de transculturación de los
mayas era mucho más lento que el de los aztecas, así que algunas poblaciones
mayas fueron vencidas religiosamente sólo en los primeros decenios del siglo
XX.
Cabe señalar también que los mayas aceptaron en menor grado el cristia-
nismo que el pueblo azteca y sobre todo no admitieron totalmente el culto a los
santos que además en su territorio era mucho menos controlado por los misio-
neros. Lo prueban los exámenes de Pirttijarvi, quien rechaza la hipótesis del
sincretismo religioso dirigido en el territorio de los mayas, sugiriendo que era
en realidad un sincretismo espontáneo. Como sus argumentos presenta el pro-
pósito de los mayas de rehusar o interpretar la fe católica desde el punto de vis-
ta de sus antiguas creencias, el mantenimiento de muchas de las creencias ante-
riores y la lucha por la autonomía de su fe autóctona en forma de gran número
de sublevaciones83.
En síntesis la cuestión del carácter del sincretismo religioso en México
sigue siendo muy polémico y sólo puede ser resuelto gracias a investigacio-
nes muy detalladas en el campo de estudio. Pero sin duda, los indios sin tomar
en consideración si hablamos de mayas o de aztecas, por sí mismos interpreta-
ron a la nueva religión que les fue impuesta de acuerdo con un sistema de re-
interpretaciones y no con las intenciones de los misioneros. La gente nativa de
81 Pirttijarvi 1992.
82 Pirttijarvi 1992.
83 Pirttijarvi 1992.
Anna Wendorff
gido poniendo en consideración el establecimiento del homenaje a los santos
y al cabildo religioso, ya que el culto a los santos era esencial; y se producía
bajo la labor de los misioneros. Lo que parece muy posible a causa de la rapi-
dez de la evangelización. Nutini trata por separado las ceremonias al homena-
je de los muertos en que ve el sincretismo espontáneo, argumentando que los
clérigos no prestaron tanta atención a esos ritos y que en consecuencia se desa-
rrollaron más libremente y más improvisadamente. Apoyándose en su análisis
del Valle de México generaliza los resultados a todo el país planteando la hipó-
tesis de que el sincretismo religioso en su parte más preponderante estuvo diri-
gido a toda Mesoamerica81. El ejemplo parece ser representativo para México,
pero cabe añadir que el sincretismo religioso en diferentes territorios, tiene mu-
chas semejanzas, y a la vez, aunque en menor cantidad, sus diferencias. Ambas
características actúan en el nivel de relaciones que se emparenta con el proce-
so de transculturación y de los fenómenos presentes. Además es de hacer notar
lo que Pirttijarvi acentúa cuando afirma que debemos distinguir el sincretismo
entre los mayas y entre los aztecas, ya que ambos procesos se desarrollaron en
otro período del tiempo y en la distinta intensidad82.
Como hemos mencionado antes, el proceso de transculturación de los
mayas era mucho más lento que el de los aztecas, así que algunas poblaciones
mayas fueron vencidas religiosamente sólo en los primeros decenios del siglo
XX.
Cabe señalar también que los mayas aceptaron en menor grado el cristia-
nismo que el pueblo azteca y sobre todo no admitieron totalmente el culto a los
santos que además en su territorio era mucho menos controlado por los misio-
neros. Lo prueban los exámenes de Pirttijarvi, quien rechaza la hipótesis del
sincretismo religioso dirigido en el territorio de los mayas, sugiriendo que era
en realidad un sincretismo espontáneo. Como sus argumentos presenta el pro-
pósito de los mayas de rehusar o interpretar la fe católica desde el punto de vis-
ta de sus antiguas creencias, el mantenimiento de muchas de las creencias ante-
riores y la lucha por la autonomía de su fe autóctona en forma de gran número
de sublevaciones83.
En síntesis la cuestión del carácter del sincretismo religioso en México
sigue siendo muy polémico y sólo puede ser resuelto gracias a investigacio-
nes muy detalladas en el campo de estudio. Pero sin duda, los indios sin tomar
en consideración si hablamos de mayas o de aztecas, por sí mismos interpreta-
ron a la nueva religión que les fue impuesta de acuerdo con un sistema de re-
interpretaciones y no con las intenciones de los misioneros. La gente nativa de
81 Pirttijarvi 1992.
82 Pirttijarvi 1992.
83 Pirttijarvi 1992.