Grafiti en América Latina parte III. El caso de México
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go de los mismos mexicanos. El primer estado en apoyar a los zapatistas fue
Oaxaca. Lo que unió a estas dos regiones fue el hecho de que las dos tienen los
números más altos de la población étnica, que a lo largo de casi doscientos años
fue abusada, marginalizada y privada de sus derechos constitucionales5.
En estos dos estados se encuentra el 45% de los municipios más pobres de
México. En 1994 la mayoría de sus habitantes no tenía acceso al agua potable,
alcantarillado ni energía eléctrica y el 22% de ellos eran analfabetos. Los dos
estados se encontraban en el último lugar en cuanto a los índices de desarrollo
social, sanitario, educativo y laboral, mientras que los siguientes gobernadores
del PRI los trataban como un lugar mediocre cuyos habitantes podían ser libre-
mente aprovechados y manipulados para el bien del partido. Por estos motivos,
los habitantes de aquellas regiones como los primeros en el país empezaron
a criticar el gobierno del PRI (un partido que en aquel entonces gobernaba ya
desde hace 64 años - un partido autoritario, corrupto, equipado con un apara-
to institucionalizado que le permitía mantener el monopolio político), así como
llegaron a ser concientes de su diferencia socio-cultural (que por su parte era
también una de las causas de su discriminación) y quisieron tener una autono-
mía que les permitiese decidir sobre los modos de modernización y desarrollo6.
En Chiapas hay muchos grupos pequeños de mayas (Tzotzil, Tzetzal,
Chol, Tolojabejnos, y otros), y en Oaxaca, hay bastante pocas pero allí se en-
cuentran grandes poblaciones de los mixtéeos y los zapotecas. En 1994 en
Chiapas tuvo lugar una rebeldía abierta causada por los delitos masivos contra
los derechos humanos, privación del derecho a la autodeterminación y el aten-
tado contra el control de la tierra, ejercido por las comunidades que fue causa-
do por el ingreso en NAFTA7.
En Oaxaca esta rebeldía tuvo al principio el carácter secundario, más bien
de apoyo indirecto a los acontecimientos de Chiapas, pero con el tiempo se con-
virtió en un movimiento independiente de carácter socio-político-antigubema-
mental8.
En la manifestación de la oposición a las autoridades y de la insatisfacción
con la realidad circundante, con la situación socio-política difícil y con los pro-
blemas económicos el papel muy importante lo desempeñó el grafiti, cuya in-
fluencia en las ideas de la sociedad podría ser comparada con la ejercida por los
murales en los años 20 del siglo XX. El grafiti, a pesar de su carácter clandesti-
no, su tamaño reducido y la falta del apoyo tanto financiero como psíquico por
5 García, Estévez 2009: 110.
6 Miklersen 2010: 84.
7 Śniadecka-Kotarska 1996: 28.
8 Albietz 2011: 23.
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go de los mismos mexicanos. El primer estado en apoyar a los zapatistas fue
Oaxaca. Lo que unió a estas dos regiones fue el hecho de que las dos tienen los
números más altos de la población étnica, que a lo largo de casi doscientos años
fue abusada, marginalizada y privada de sus derechos constitucionales5.
En estos dos estados se encuentra el 45% de los municipios más pobres de
México. En 1994 la mayoría de sus habitantes no tenía acceso al agua potable,
alcantarillado ni energía eléctrica y el 22% de ellos eran analfabetos. Los dos
estados se encontraban en el último lugar en cuanto a los índices de desarrollo
social, sanitario, educativo y laboral, mientras que los siguientes gobernadores
del PRI los trataban como un lugar mediocre cuyos habitantes podían ser libre-
mente aprovechados y manipulados para el bien del partido. Por estos motivos,
los habitantes de aquellas regiones como los primeros en el país empezaron
a criticar el gobierno del PRI (un partido que en aquel entonces gobernaba ya
desde hace 64 años - un partido autoritario, corrupto, equipado con un apara-
to institucionalizado que le permitía mantener el monopolio político), así como
llegaron a ser concientes de su diferencia socio-cultural (que por su parte era
también una de las causas de su discriminación) y quisieron tener una autono-
mía que les permitiese decidir sobre los modos de modernización y desarrollo6.
En Chiapas hay muchos grupos pequeños de mayas (Tzotzil, Tzetzal,
Chol, Tolojabejnos, y otros), y en Oaxaca, hay bastante pocas pero allí se en-
cuentran grandes poblaciones de los mixtéeos y los zapotecas. En 1994 en
Chiapas tuvo lugar una rebeldía abierta causada por los delitos masivos contra
los derechos humanos, privación del derecho a la autodeterminación y el aten-
tado contra el control de la tierra, ejercido por las comunidades que fue causa-
do por el ingreso en NAFTA7.
En Oaxaca esta rebeldía tuvo al principio el carácter secundario, más bien
de apoyo indirecto a los acontecimientos de Chiapas, pero con el tiempo se con-
virtió en un movimiento independiente de carácter socio-político-antigubema-
mental8.
En la manifestación de la oposición a las autoridades y de la insatisfacción
con la realidad circundante, con la situación socio-política difícil y con los pro-
blemas económicos el papel muy importante lo desempeñó el grafiti, cuya in-
fluencia en las ideas de la sociedad podría ser comparada con la ejercida por los
murales en los años 20 del siglo XX. El grafiti, a pesar de su carácter clandesti-
no, su tamaño reducido y la falta del apoyo tanto financiero como psíquico por
5 García, Estévez 2009: 110.
6 Miklersen 2010: 84.
7 Śniadecka-Kotarska 1996: 28.
8 Albietz 2011: 23.