¿ ClDADE MARAVILLOSA ?
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trasladado al edificio gubernamental, cuyo conserje desempeña el papel simbó-
lico de Carón. La imagen del conserje en el pasillo con las hojas de papel que
están crujiendo debajo de sus pies pasó a la historia del cine como una alegoría
de la burocracia del país con la que las clases bajas no saben y no son capaces
de arreglárselas. Las favelas aparecen al margen de toda la imagen y de acuer-
do con una parte de críticos están presentadas de modo demasiado idealizado.
Otros creen que es una imagen demasiado general, que soslaya los principales
problemas con los que se enfrentaban los habitantes22.
Aunque la opinión pública consideró la película en cuestión como un ho-
menaje a los habitantes negros del país, cuyo amor a la música contribuyó sus-
tancialmente a la cultura de Brasil, los espectadores locales eran mucho más
críticos hacia ella. La imagen idealizada de favelas y de la pobreza de sus ha-
bitantes tenía como objetivo tranquilizar las conciencias de los cariocas, fas-
tidiados por las producciones anteriores de Santos. La película llegó a ser una
imagen idílica, centrada en la admiración del baile y la musicalidad de los habi-
tantes de favelas, que idealiza su vida y los coloca en un mundo irreal. Gracias
a esta producción los brasileños se dieron cuenta de la existencia en Brasil de
dos mundos diferentes. Fue aún más eficaz que las dos películas anteriores que
fueron rechazadas en bloc como imágenes falsas. El Orfeo Negro mostró otra
realidad, de cuya existencia la mayoría de los cariocas no se había dado cuenta
y que encantó a Europa y al mundo. Los críticos lo llamaron un filme que capta-
ba un ambiente metafísico de las favelas; sólo unos pocos lo describieron como
una antítesis de las películas de Santos prohibidas por la dictadura y por la pre-
sión de los ciudadanos indignados23.
En realidad, Orfeo Negro es una obra banal y superficial, que de modo
exótico muestra a los habitantes de las favelas como una gente apasionada, que
vive en armonía con sus sentimientos, habla el portugués súper correcto y ma-
ravillosamente baila al ritmo de samba. A pesar de esta simplificación e ideali-
zación el director, Camus, creó una imagen muy bonita y simpática de Río y de
los habitantes negros de favelas; aunque al mismo tiempo generó una imagen
muy superficial del carnaval y de su lugar en la cultura de la ciudad, que luego
fue tomada por los medios. Camus soslayó los problemas de la gente de fave-
las, como el paro, la miseria, la pobreza, la falta de perspectivas, el control de
las escuelas de samba, la omnipresencia de la corrupción y la delincuencia or-
ganizada, así como de la discriminación social. Sin embargo, su película llegó
a ocupar un lugar muy importante en la historia del cine mundial24.
22 Johnson 1995.
23 Perlman 2010.
24 Dos Santos 2007.
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trasladado al edificio gubernamental, cuyo conserje desempeña el papel simbó-
lico de Carón. La imagen del conserje en el pasillo con las hojas de papel que
están crujiendo debajo de sus pies pasó a la historia del cine como una alegoría
de la burocracia del país con la que las clases bajas no saben y no son capaces
de arreglárselas. Las favelas aparecen al margen de toda la imagen y de acuer-
do con una parte de críticos están presentadas de modo demasiado idealizado.
Otros creen que es una imagen demasiado general, que soslaya los principales
problemas con los que se enfrentaban los habitantes22.
Aunque la opinión pública consideró la película en cuestión como un ho-
menaje a los habitantes negros del país, cuyo amor a la música contribuyó sus-
tancialmente a la cultura de Brasil, los espectadores locales eran mucho más
críticos hacia ella. La imagen idealizada de favelas y de la pobreza de sus ha-
bitantes tenía como objetivo tranquilizar las conciencias de los cariocas, fas-
tidiados por las producciones anteriores de Santos. La película llegó a ser una
imagen idílica, centrada en la admiración del baile y la musicalidad de los habi-
tantes de favelas, que idealiza su vida y los coloca en un mundo irreal. Gracias
a esta producción los brasileños se dieron cuenta de la existencia en Brasil de
dos mundos diferentes. Fue aún más eficaz que las dos películas anteriores que
fueron rechazadas en bloc como imágenes falsas. El Orfeo Negro mostró otra
realidad, de cuya existencia la mayoría de los cariocas no se había dado cuenta
y que encantó a Europa y al mundo. Los críticos lo llamaron un filme que capta-
ba un ambiente metafísico de las favelas; sólo unos pocos lo describieron como
una antítesis de las películas de Santos prohibidas por la dictadura y por la pre-
sión de los ciudadanos indignados23.
En realidad, Orfeo Negro es una obra banal y superficial, que de modo
exótico muestra a los habitantes de las favelas como una gente apasionada, que
vive en armonía con sus sentimientos, habla el portugués súper correcto y ma-
ravillosamente baila al ritmo de samba. A pesar de esta simplificación e ideali-
zación el director, Camus, creó una imagen muy bonita y simpática de Río y de
los habitantes negros de favelas; aunque al mismo tiempo generó una imagen
muy superficial del carnaval y de su lugar en la cultura de la ciudad, que luego
fue tomada por los medios. Camus soslayó los problemas de la gente de fave-
las, como el paro, la miseria, la pobreza, la falta de perspectivas, el control de
las escuelas de samba, la omnipresencia de la corrupción y la delincuencia or-
ganizada, así como de la discriminación social. Sin embargo, su película llegó
a ocupar un lugar muy importante en la historia del cine mundial24.
22 Johnson 1995.
23 Perlman 2010.
24 Dos Santos 2007.