¿El canto a San Francisco o las exequias de Sebastián Ramírez de Fuenleal? 45
Sólo compongo flores, soy de Huexotzinco, soy niño Itztlolinqui. Yo re-
cuerdo a Cetochtzin, allá en el agua, en el mar desapareció, ¡creedlo so-
brinos nuestros! Del mismo modo lo hizo mi venerado padre, cuando el
agua vino a caer sobre Tenochtitlan. Fue avisado el Marqués, creedlo.53
El modelo retórico de este fragmento otra vez es muy parecido al de los
cantos de temas prehispánicos dedicados a la conmemoración de los señores
muertos. Los dos nobles evocados por la voz de Itztlolinqui son su hermano
mayor Cetochtzin y su padre Quauhpopoca. De acuerdo con la información
proporcionada por Femando de Alva Ixtlilxochitl, en 1519 Quauhpopoca fue
acusado por Cortés de haber matado a cuatro españoles, por lo cual junto con su
hijo mayor fueron condenados a muerte y públicamente quemados.54 El gobier-
no en Coyoacan tomó entonces otro de los hijos de Quauhpopoca, don Hernan-
do Cetochtzin, quien murió en 1525 en Hueymollan, durante el viaje de Cortés
a Honduras.55 Tomando en cuenta que era un viaje en el cual perdieron vida los
principales gobernantes indígenas acusados por los españoles de conspiración
contra la Corona, entre ellos Cuauhtemoc de Tenochtitlan, Tetlepanquetzatzin
de Tlacopan y Cohuanacochtzin de Texcoco, es muy probable que la muerte de
Cetochtzin tampoco fue accidental.56 Tal vez a ello se refieren las últimas pala-
bras de este fragmento: “Fue avisado el Marqués, creedlo.”
Vale la pena subrayar el modo metafórico de representar la muerte de los
dos como la entrada en el agua del mar. Por la relación de Chimalpahin sabe-
mos que los supuestos traidores fueron ahorcados, pero el cantor dice de Ce-
tochtzin que “allá en el agua, en el mar desapareció”. Aún más signifitivas son
las palabras que se refieren a la muerte de Quauhpopocatzin, el padre de Itztlo-
linqui. El también se sumerge en el agua, fallece durante la ola de la conquista
española que trae la muerte a la civilización antigua del Valle de México: “Del
mismo modo lo hizo mi venerado padre, cuando el agua vino a caer sobre Teno-
chtitlan.” La pregunta que podría plantearse aquí es si esta conmemoración de
los supuestos traidores nahuas era visible para los españoles que asistían al es-
pectáculo. También vale la pena preguntarse ¿qué significados conllevaba para
los indígenas? ¿Era un mensaje político ajustado a los intereses de la adminis-
tración española que decía tanto como “Recordad como terminaron los que se
intentaron rebelar”? ¿O era más bien la iniciativa indígena de eternizar a los an-
tiguos gobernantes, alzados a sus cargos todavía en los tiempos de la libertad;
un intento de mantener la identidad propia y guardar las tradiciones antiguas
veladas en un canto entonado bajo el control español?
53 Cantares mexicanos 1994, fol. 47v., trad, de la Autora.
54 Alva Ixtlilxochitl 2000: 279
55 Codex Chimalpahin 1997: 149
56 Chimalpahin Quauhtlehuanitzin 1998: 169; Madajczak 2006: 76-77.
Sólo compongo flores, soy de Huexotzinco, soy niño Itztlolinqui. Yo re-
cuerdo a Cetochtzin, allá en el agua, en el mar desapareció, ¡creedlo so-
brinos nuestros! Del mismo modo lo hizo mi venerado padre, cuando el
agua vino a caer sobre Tenochtitlan. Fue avisado el Marqués, creedlo.53
El modelo retórico de este fragmento otra vez es muy parecido al de los
cantos de temas prehispánicos dedicados a la conmemoración de los señores
muertos. Los dos nobles evocados por la voz de Itztlolinqui son su hermano
mayor Cetochtzin y su padre Quauhpopoca. De acuerdo con la información
proporcionada por Femando de Alva Ixtlilxochitl, en 1519 Quauhpopoca fue
acusado por Cortés de haber matado a cuatro españoles, por lo cual junto con su
hijo mayor fueron condenados a muerte y públicamente quemados.54 El gobier-
no en Coyoacan tomó entonces otro de los hijos de Quauhpopoca, don Hernan-
do Cetochtzin, quien murió en 1525 en Hueymollan, durante el viaje de Cortés
a Honduras.55 Tomando en cuenta que era un viaje en el cual perdieron vida los
principales gobernantes indígenas acusados por los españoles de conspiración
contra la Corona, entre ellos Cuauhtemoc de Tenochtitlan, Tetlepanquetzatzin
de Tlacopan y Cohuanacochtzin de Texcoco, es muy probable que la muerte de
Cetochtzin tampoco fue accidental.56 Tal vez a ello se refieren las últimas pala-
bras de este fragmento: “Fue avisado el Marqués, creedlo.”
Vale la pena subrayar el modo metafórico de representar la muerte de los
dos como la entrada en el agua del mar. Por la relación de Chimalpahin sabe-
mos que los supuestos traidores fueron ahorcados, pero el cantor dice de Ce-
tochtzin que “allá en el agua, en el mar desapareció”. Aún más signifitivas son
las palabras que se refieren a la muerte de Quauhpopocatzin, el padre de Itztlo-
linqui. El también se sumerge en el agua, fallece durante la ola de la conquista
española que trae la muerte a la civilización antigua del Valle de México: “Del
mismo modo lo hizo mi venerado padre, cuando el agua vino a caer sobre Teno-
chtitlan.” La pregunta que podría plantearse aquí es si esta conmemoración de
los supuestos traidores nahuas era visible para los españoles que asistían al es-
pectáculo. También vale la pena preguntarse ¿qué significados conllevaba para
los indígenas? ¿Era un mensaje político ajustado a los intereses de la adminis-
tración española que decía tanto como “Recordad como terminaron los que se
intentaron rebelar”? ¿O era más bien la iniciativa indígena de eternizar a los an-
tiguos gobernantes, alzados a sus cargos todavía en los tiempos de la libertad;
un intento de mantener la identidad propia y guardar las tradiciones antiguas
veladas en un canto entonado bajo el control español?
53 Cantares mexicanos 1994, fol. 47v., trad, de la Autora.
54 Alva Ixtlilxochitl 2000: 279
55 Codex Chimalpahin 1997: 149
56 Chimalpahin Quauhtlehuanitzin 1998: 169; Madajczak 2006: 76-77.