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Katarzyna Szoblik
El contexto parece indicar a que con esas palabras se evocan los antepa-
sados felices que precedieron al Presidente en su camino al más allá. Gracias
a la creación por medio del canto de un espacio florido donde se podía entablar
el contacto entre lo humano y lo sobrenatural, los que ya estaban gozando de la
gloria eterna, sea la de la Casa del Sol o la del Paraíso Cristiano, podían venir
a recibir a su compañero nuevo. Y, efectivamente, así se presentan los siguien-
tes dos nobles indígenas, que se mencionan en esta parte del canto:
Xiquincaquican y ximotacany an teteuctini ęa ye huitze huitze, mittotiti-
huitze a in pipiltzitzinti acolihuaca yehua yoyonton i tlacopá ton Capi-
tel in xiuhcoyolla a ihcahuaca amoteecuecueyotzin ayeo. ho aya yeha.
¡Oídlos, miradlos, señores! Ya vienen, vienen, vienen bailando los niñi-
tos: Yoyontzin pequeño de Acolhuacan, don Gabriel de Tlacopan. Los
cascabeles de turquesa están resonando, son vuestros pendientes brillan-
tes ayeo. ho ayayeha.51
De acuerdo con las informaciones proporcionadas por los colaboradores
de Sahagún, Yoyontzin era el gobernante de Texcoco después de la muerte de
Ixtlilxochitl, pero reinó solamente un año.58 Como reporta Chimalpahín, murió
poco después de la coronación por causa de una de varias epidemias, que atra-
vesaron el Nuevo Mundo alrededor de 1531. Otro de los que vienen a recibir
al muerto es don Gabriel, identificado por Bierhorst como Don Gabriel Tegpal,
que tomó el trono de Tlacopan después de la muerte de Tetlepanquetzanitzin
en 1525/26, pero ya en 1528 fue llevado por Cortés a España y nunca vol-
vió.59 Aunque no tenemos informaciones acerca de su muerte, el hecho de que
haya desaparecido por causa de los españoles, y además, en efecto de cruzar, li-
teralmente, las aguas del océano, permite calificar a don Gabriel, como otro de
los moradores felices del más allá florido.
Después de los gobernantes de Texcoco y Tlacopan, es decir de dos de las
tres ciudades que formaban la Triple Alianza, aparecen los personajes relacio-
nados con la ciudad más importante, Tenochtitlan:
Y ma xonmittoti ma mellel onquięa tía yaa ontzitzilica moquaoximaya-
tzi an tinoMatzin titon palacizco nepapan cozcatl y ylacatziuhqui mo-
cacalatziny ayeo ho ayayeha. Ahua teotle xiuhtotoahuachpixahuia ay
motlayocol tihuanitziny tiquimilnamiqui miccatzitzinhuane ye iquiapam
ycelteotl y quixoxochimacato in tlatohuani yehuan pelaloz ahua tocni-
huane
57 Cantares mexicanos 1994, fol. 47v, trad, de la Autora.
58 Sahagún 1950-1982, VIH: 10.
55 García Izcabalceta 1941, 3: 273 en: Bierhorst 1985: 125.
Katarzyna Szoblik
El contexto parece indicar a que con esas palabras se evocan los antepa-
sados felices que precedieron al Presidente en su camino al más allá. Gracias
a la creación por medio del canto de un espacio florido donde se podía entablar
el contacto entre lo humano y lo sobrenatural, los que ya estaban gozando de la
gloria eterna, sea la de la Casa del Sol o la del Paraíso Cristiano, podían venir
a recibir a su compañero nuevo. Y, efectivamente, así se presentan los siguien-
tes dos nobles indígenas, que se mencionan en esta parte del canto:
Xiquincaquican y ximotacany an teteuctini ęa ye huitze huitze, mittotiti-
huitze a in pipiltzitzinti acolihuaca yehua yoyonton i tlacopá ton Capi-
tel in xiuhcoyolla a ihcahuaca amoteecuecueyotzin ayeo. ho aya yeha.
¡Oídlos, miradlos, señores! Ya vienen, vienen, vienen bailando los niñi-
tos: Yoyontzin pequeño de Acolhuacan, don Gabriel de Tlacopan. Los
cascabeles de turquesa están resonando, son vuestros pendientes brillan-
tes ayeo. ho ayayeha.51
De acuerdo con las informaciones proporcionadas por los colaboradores
de Sahagún, Yoyontzin era el gobernante de Texcoco después de la muerte de
Ixtlilxochitl, pero reinó solamente un año.58 Como reporta Chimalpahín, murió
poco después de la coronación por causa de una de varias epidemias, que atra-
vesaron el Nuevo Mundo alrededor de 1531. Otro de los que vienen a recibir
al muerto es don Gabriel, identificado por Bierhorst como Don Gabriel Tegpal,
que tomó el trono de Tlacopan después de la muerte de Tetlepanquetzanitzin
en 1525/26, pero ya en 1528 fue llevado por Cortés a España y nunca vol-
vió.59 Aunque no tenemos informaciones acerca de su muerte, el hecho de que
haya desaparecido por causa de los españoles, y además, en efecto de cruzar, li-
teralmente, las aguas del océano, permite calificar a don Gabriel, como otro de
los moradores felices del más allá florido.
Después de los gobernantes de Texcoco y Tlacopan, es decir de dos de las
tres ciudades que formaban la Triple Alianza, aparecen los personajes relacio-
nados con la ciudad más importante, Tenochtitlan:
Y ma xonmittoti ma mellel onquięa tía yaa ontzitzilica moquaoximaya-
tzi an tinoMatzin titon palacizco nepapan cozcatl y ylacatziuhqui mo-
cacalatziny ayeo ho ayayeha. Ahua teotle xiuhtotoahuachpixahuia ay
motlayocol tihuanitziny tiquimilnamiqui miccatzitzinhuane ye iquiapam
ycelteotl y quixoxochimacato in tlatohuani yehuan pelaloz ahua tocni-
huane
57 Cantares mexicanos 1994, fol. 47v, trad, de la Autora.
58 Sahagún 1950-1982, VIH: 10.
55 García Izcabalceta 1941, 3: 273 en: Bierhorst 1985: 125.