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https://doi.org/10.11588/diglit.22452#0365
JORNADA TERCERA. 343
Alcalde. Los engañados
Mis pensamientos han sido, 705
Bartolo.
Bartolo. Señor.
Alcalde. Si puedes
Suelta destas viles redes
Un pájaro inadvertido.
Bartolo. Si mas no pudiera, hiciera v
Para desatar los lazos, 710
Los hilos de sangre brazos
Con que soltarte pudiera.
Alcalde. Aunque lo has hecho por mí,
Tu causa has solicitado;
Que si los has desatado 715
Los desatas para tí;
Pues servirán de ayudarte
En dos cosas conocidas,
De vengarte las heridas
Y de llevar á curarte. 720
Jornada tercera.
(Salen WAN SERRANO y el ESCRIBANO.)
Escribano. Aunque tenga corazón
Para poderlo, llevar,
En fin le habrá de acabar
La fuerte imaginación
De su desgracia sin duda. 5
Serrano. Mucho su paciencia prueba,
Pues en desdicha tan nueva
Ni voz ni semblante muda;
Pero vive avergonzado,
De modo que no ha salido 10
Después que le ha sucedido.
Escribano. Por eso tiene el juzgado
En casa. Y sus hijas, ¿sabe
Dónde están?
Serrano. No hay quien lo sepa.
Alcalde. Los engañados
Mis pensamientos han sido, 705
Bartolo.
Bartolo. Señor.
Alcalde. Si puedes
Suelta destas viles redes
Un pájaro inadvertido.
Bartolo. Si mas no pudiera, hiciera v
Para desatar los lazos, 710
Los hilos de sangre brazos
Con que soltarte pudiera.
Alcalde. Aunque lo has hecho por mí,
Tu causa has solicitado;
Que si los has desatado 715
Los desatas para tí;
Pues servirán de ayudarte
En dos cosas conocidas,
De vengarte las heridas
Y de llevar á curarte. 720
Jornada tercera.
(Salen WAN SERRANO y el ESCRIBANO.)
Escribano. Aunque tenga corazón
Para poderlo, llevar,
En fin le habrá de acabar
La fuerte imaginación
De su desgracia sin duda. 5
Serrano. Mucho su paciencia prueba,
Pues en desdicha tan nueva
Ni voz ni semblante muda;
Pero vive avergonzado,
De modo que no ha salido 10
Después que le ha sucedido.
Escribano. Por eso tiene el juzgado
En casa. Y sus hijas, ¿sabe
Dónde están?
Serrano. No hay quien lo sepa.