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https://doi.org/10.11588/diglit.67618#0323
HISTORIA DE LAS ARTES INDUSTRIALES
319
a) Trabajos en hierro
Hasta ya entrado el siglo xiv había que obtener el
hierro extrayéndolo directamente del mineral calentado
al rojo blanco y haciéndolo fluir a golpes de martillo.
El producto llegaba al comercio en grandes piezas o
lingotes de los que los mismos herreros y cerrajeros
separaban la porción necesaria. Este trabajo de extrac-
ción se llevaba a cabo casi siempre en los montes, en
el lugar donde se extraía el mineral, y donde también
se encontraba leña, y carbón vegetal que con ésta se
elaboraba en grandes cantidades. Entonces nacen las
forjas, que se instalan en los valles. Esto no sólo se
hace para que los productos puedan ser expedidos con
mayor facilidad, sino ante todo para poder utilizar las
aguas de los ríos. Con ellas se mueven los martillos
pilones que desmenuzan el mineral y las cabrias que
elevan tanto el hierro como el carbón hasta la pla-
taforma del alto horno. Con ellos se propulsa también
los martinetes en que el hierro candente se forma, la-
mina y secciona hasta obtener barras y lingotes, plan-
chas y chapas. En estas forjas se fabrica igualmen-
te el acero. Así reciben ahora los artesanos el hierro
y el acero en forma de producto semielaborado, valién-
dose del cual pueden crear sus obras con mucha más
facilidad que antes.
Las rejas de hierro fundido de aquella época son, por
esta razón, más ligeras, más agradables ; se observa en
ellas la facilidad y el agrado con que han sido trabajadas.
El armazón se mantiene conforme a la disposición tra-
319
a) Trabajos en hierro
Hasta ya entrado el siglo xiv había que obtener el
hierro extrayéndolo directamente del mineral calentado
al rojo blanco y haciéndolo fluir a golpes de martillo.
El producto llegaba al comercio en grandes piezas o
lingotes de los que los mismos herreros y cerrajeros
separaban la porción necesaria. Este trabajo de extrac-
ción se llevaba a cabo casi siempre en los montes, en
el lugar donde se extraía el mineral, y donde también
se encontraba leña, y carbón vegetal que con ésta se
elaboraba en grandes cantidades. Entonces nacen las
forjas, que se instalan en los valles. Esto no sólo se
hace para que los productos puedan ser expedidos con
mayor facilidad, sino ante todo para poder utilizar las
aguas de los ríos. Con ellas se mueven los martillos
pilones que desmenuzan el mineral y las cabrias que
elevan tanto el hierro como el carbón hasta la pla-
taforma del alto horno. Con ellos se propulsa también
los martinetes en que el hierro candente se forma, la-
mina y secciona hasta obtener barras y lingotes, plan-
chas y chapas. En estas forjas se fabrica igualmen-
te el acero. Así reciben ahora los artesanos el hierro
y el acero en forma de producto semielaborado, valién-
dose del cual pueden crear sus obras con mucha más
facilidad que antes.
Las rejas de hierro fundido de aquella época son, por
esta razón, más ligeras, más agradables ; se observa en
ellas la facilidad y el agrado con que han sido trabajadas.
El armazón se mantiene conforme a la disposición tra-