LA PINTURA ALEMANA
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escenas de la Pasión, conservada en el Museo de Hil-
desheim, un altar datado en 1424, de la iglesia de los
Paulinos de Góttingen, que guarda el Museo de Hanno-
ver, muy ornamental en el dibujo y de patente influen-
cia bohemia.
Pocas son las obras posteriores que conocemos de
esta escuela bajosajona y también menos dignas de
mención. No pasan de medianos los cuadros de Hans
Raphon, pintados a principios del siglo xvi en Góttingen
y Halberstadt, y que actualmente pueden estudiarse en
el Museo de Hannover.
Hamburgo
En Hamburgo nos encontramos, durante el último
cuarto del siglo xiv y primero del xv, dos vigorosas
personalidades artísticas que, no obstante, no son na-
cidas en la misma ciudad del Hansa. El artista más
antiguo, el maestro Bertram (1) de Minden delata, en
su altar mayor (pintado en 1379), que, procedente de
la iglesia de San Pedro, posee en la actualidad el
Museo de Hamburgo, relaciones estrechas con el arte
bohemio. Aspira a ser un expresivo narrador por
medio de la figuración plástica; pero las ideas rea-
listas todavía no alcanzan una ejecución naturalista.
Su monumentalidad posee algo de la grandiosidad
bárbara del arte oriental europeo. Los elementos
arquitectónicos, tomados de un arte italiano ya mix-
tificado, actúan aquí como arbitrarias piezas desmon-
tables (lám. XVI).
De un continuador más joven de este maestro pro-
cede el altar de Buxtehude, conservado en la Galería de
(1) A. Lichtwark, M. Bertram. Hamburgo, 1905.
M. Paul, Sundische and Lübische Kunst. Berlín, 1914.
4. Mayer : La Pintura alemana. 263.
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escenas de la Pasión, conservada en el Museo de Hil-
desheim, un altar datado en 1424, de la iglesia de los
Paulinos de Góttingen, que guarda el Museo de Hanno-
ver, muy ornamental en el dibujo y de patente influen-
cia bohemia.
Pocas son las obras posteriores que conocemos de
esta escuela bajosajona y también menos dignas de
mención. No pasan de medianos los cuadros de Hans
Raphon, pintados a principios del siglo xvi en Góttingen
y Halberstadt, y que actualmente pueden estudiarse en
el Museo de Hannover.
Hamburgo
En Hamburgo nos encontramos, durante el último
cuarto del siglo xiv y primero del xv, dos vigorosas
personalidades artísticas que, no obstante, no son na-
cidas en la misma ciudad del Hansa. El artista más
antiguo, el maestro Bertram (1) de Minden delata, en
su altar mayor (pintado en 1379), que, procedente de
la iglesia de San Pedro, posee en la actualidad el
Museo de Hamburgo, relaciones estrechas con el arte
bohemio. Aspira a ser un expresivo narrador por
medio de la figuración plástica; pero las ideas rea-
listas todavía no alcanzan una ejecución naturalista.
Su monumentalidad posee algo de la grandiosidad
bárbara del arte oriental europeo. Los elementos
arquitectónicos, tomados de un arte italiano ya mix-
tificado, actúan aquí como arbitrarias piezas desmon-
tables (lám. XVI).
De un continuador más joven de este maestro pro-
cede el altar de Buxtehude, conservado en la Galería de
(1) A. Lichtwark, M. Bertram. Hamburgo, 1905.
M. Paul, Sundische and Lübische Kunst. Berlín, 1914.
4. Mayer : La Pintura alemana. 263.