LA PINTURA ALEMANA
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ambos territorios, no obstante, la obra de Durero
influyó sobre el artista de la manera más decisiva. En
el fondo, Scháufelein es un gótico manierista, un ar-
tista muy burgués con los matices patéticos propios de
su tiempo, adoptados, a veces, a través de su sensibi-
lidad y de la armonía decorativa de figura y paisaje.
Características obras de su producción son el cuadro
de Cristo en la Cruz, con San Juan y David, 1508,
existente en Nurenberg, y las tablas ejecutadas en 1520,
pertenecientes al altar llamado de Christgarten (Mu-
nich, antigua Pinacoteca), con escenas de la vida de
María y de la leyenda de San Pedro.
Poco original es la labor desplegada por Barthel
Beham (1502-1540) como pintor al servicio de la
corte de Baviera. El último maestro nurenbergués de
importancia en esta época fué Jórg Pentz (1). Es el
Bronzino nurenbergués, sobresaliendo por sus retratos
monumentales, como los de las Galerías de Viena (1543),
de Florencia (1544), y Carlsruhe, pero poco atrayente en
sus cuadros religiosos y mitológicos, pintados con colores
relucientes, y en los que rinde culto el estilo manierista
de la época.
Mathias Gothard Nithard, conocido por «Grünewald»
De la comarca franconiana del Main procede el
pintor que se acostumbra a comparar con Durero. Este
artista, cuya vida todavía permanece algo enigmática,
fué designado, por su primer biógrafo Sandrart, con el
nombre de Matías Grünewald (2); pero, en realidad, se
(1) A. Kurzwelly, J. Pentz. Estrasburgo, 1898.
(2) Heinrich Alfred Schmid, Die Gemdlde und Zeichnun-
gen von M. Grünewald. Estrasburgo, 1911.
M. Escherich, Grünewald-Bibliographie, Estrasburgo, 1914.
O. Hagen, M. Grünewald, Munich, 2.a edición, 1920.
A. L. Mayer, M. Grünewald. Munich, 1919.
W. K. Zuelgh, Das Dunkel um Grünewald. (Repertorium für
Kunstw, 1922.)
W. Rolfs, Die Grünewald-Legende. Leipzig, 1923.
H. Feurstein, M. Grünewald. Bonn, 1930.
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ambos territorios, no obstante, la obra de Durero
influyó sobre el artista de la manera más decisiva. En
el fondo, Scháufelein es un gótico manierista, un ar-
tista muy burgués con los matices patéticos propios de
su tiempo, adoptados, a veces, a través de su sensibi-
lidad y de la armonía decorativa de figura y paisaje.
Características obras de su producción son el cuadro
de Cristo en la Cruz, con San Juan y David, 1508,
existente en Nurenberg, y las tablas ejecutadas en 1520,
pertenecientes al altar llamado de Christgarten (Mu-
nich, antigua Pinacoteca), con escenas de la vida de
María y de la leyenda de San Pedro.
Poco original es la labor desplegada por Barthel
Beham (1502-1540) como pintor al servicio de la
corte de Baviera. El último maestro nurenbergués de
importancia en esta época fué Jórg Pentz (1). Es el
Bronzino nurenbergués, sobresaliendo por sus retratos
monumentales, como los de las Galerías de Viena (1543),
de Florencia (1544), y Carlsruhe, pero poco atrayente en
sus cuadros religiosos y mitológicos, pintados con colores
relucientes, y en los que rinde culto el estilo manierista
de la época.
Mathias Gothard Nithard, conocido por «Grünewald»
De la comarca franconiana del Main procede el
pintor que se acostumbra a comparar con Durero. Este
artista, cuya vida todavía permanece algo enigmática,
fué designado, por su primer biógrafo Sandrart, con el
nombre de Matías Grünewald (2); pero, en realidad, se
(1) A. Kurzwelly, J. Pentz. Estrasburgo, 1898.
(2) Heinrich Alfred Schmid, Die Gemdlde und Zeichnun-
gen von M. Grünewald. Estrasburgo, 1911.
M. Escherich, Grünewald-Bibliographie, Estrasburgo, 1914.
O. Hagen, M. Grünewald, Munich, 2.a edición, 1920.
A. L. Mayer, M. Grünewald. Munich, 1919.
W. K. Zuelgh, Das Dunkel um Grünewald. (Repertorium für
Kunstw, 1922.)
W. Rolfs, Die Grünewald-Legende. Leipzig, 1923.
H. Feurstein, M. Grünewald. Bonn, 1930.